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miércoles, 30 de septiembre de 2020

Pasteles de luna

 ¡Mañana es el festival del medio otoño! Ya he hablado antes de esta fiesta tradicional china, aquí y aquí. Este año es un poco raro porque, en vez de ser una fiesta separada, el día del medio otoño cae el 1 de octubre, que es el día nacional de China y el comienzo de una semana de vacaciones. Así que tenemos fiesta del 1 al 8 de octubre, un día más de lo normal. Pero no hay que emocionarse, el domingo pasado tuvimos que trabajar para recuperar un día, y el sábado 10 de octubre es laborable también. No se puede dejar que la gente descanse mucho, a ver si se van a dar cuenta de que hay más cosas en la vida aparte de trabajar.

Durante la fiesta del medio otoño, lo típico que se hace es observar la luna llena, reunirse con la familia y comer pasteles de luna. Durante el mes de septiembre, toda China compra y regala cajas de estos pasteles. A nosotros este año nos han dado 6 cajas. Cada una lleva entre 5 y 8 pasteles, a una media de 700-800 calorías por pieza, así que os podéis imaginar el plan. Si consigo acabar la semana sin engordar, será un milagro...

Los pasteles de luna normalmente no son santo de mi devoción (son como un mazapán amazacotado y con rellenos raros como alubias o una yema de huevo entera), pero este año casi todos los que nos han regalado no son los típicos. Os los voy a poner para que los veáis:

 

- Pasteles de luna de Starbucks

Vender pasteles de luna para las fiestas no debe ser mal negocio, porque todas las marcas se suben al carro, Starbucks incluido. Nunca había probado los suyos antes. Creo que cada año los hacen distintos. La caja de este año traía 8 pasteles, dos de cada sabor: café expreso, jujube (un tipo de dátil del oeste de China), crema de huevo dulce y, atención, beicon a la pimienta negra. También había un pañuelo que parecía de seda pero resulta que está hecho con botellas de plástico recicladas.

Este es el de beicon a la pimienta negra. Raro, pa qué nos vamos a engañar.


- Pasteles de luna típicos de Yunnan

Estos se diferencian de los del resto de China en que no tienen grabados por fuera. son lisos, y el relleno es de una especie de jamón con un montón de azúcar. La caja traía creo que 6 pasteles de tamaño normal, tres de jamón y tres de jazmín, y uno gigantesco que es el que se ve a medio comer en la foto de aquí abajo.

A la derecha, pastel de luna tamaño normal. A la izquierda, pastel tamaño tarta.

 

- Pasteles de luna de Haagen Dazs

Estos son los más solicitados cada año, quizás porque no son pasteles de luna en absoluto, sino helado normal. Este año hemos tenido dos cajas de dos variedades distintas: unos que son como un sandwich helado y estos otros de la foto, que están empaquetados como pasteles de luna.

Están un rato buenos.

 

- Pasteles de luna caseros

Ayer apareció la "prima" de C. (bueno, la hija de su padrino) con una caja de pasteles de luna caseros, según dijo. No sé si los ha hecho ella o qué, a mí me parecen muy profesionales. No son de la forma ni la masa típica, pero el relleno sí es el normal de alubia y huevo.



De momento ya nos hemos zampado los de Starbucks y los de Yunnan (menos la mitad que queda del grande). De los de helado he probado uno y están buenísimos, obviamente. ¡Feliz día del medio otoño!


lunes, 8 de junio de 2020

El impacto del COVID-19 en la economía

Vaya título sesudo que me ha salido, ¿no? Pero no, no voy a hacer un análisis del estado de la economía, principalmente porque no tengo ni idea. Lo que sí quería contar son los cambios que estoy viendo en Suzhou estas semanas. Aquí el coronavirus ya está controlado desde hace tiempo y no ha habido nuevos casos en meses, pero mucha gente sigue llevando mascarilla por la calle y para entrar en lugares públicos nos toman la temperatura y tenemos que enseñar un código QR que básicamente demuestra que no hemos estado en lugares con alto riesgo de coronavirus (a día de hoy, me parece que no queda ningún lugar de alto riesgo en toda China).

En Suzhou nunca tuvimos cuarentena forzosa como en Hubei, pero la mayoría de la gente, por iniciativa propia, salió de casa lo menos posible entre el 23 de enero y mediados de marzo. Muchas fábricas y negocios tuvieron que parar. Una de las primeras veces que salí después de que pasara lo gordo fui a un centro comercial de barrio que hay cerca de mi casa. En la planta donde está el supermercado hay una zona con un montón de restaurantes pequeños que sirven comida rápida y a donde suele ir a comer la gente que trabaja por los alrededores. Por cierto, en China comida rápida no son bocadillos o hamburguesas, sino tallarines y arroces con cosas. Durante el coronavirus la mayoría de los restaurantes siguieron trabajando y enviaban a domicilio, algo que desde hace varios años es muy común aquí. Pero ni así han conseguido sobrevivir, porque el día que fui vi que por lo menos un tercio de los restaurantes pequeños de ese centro comercial habían cerrado. Y lamentablemente no han sido los únicos... hace un par de semanas me enteré de que Awfully Chocolate, una pastelería a la que íbamos de vez en cuando, ha cerrado sus dos locales en Suzhou. Ahora las tartas de chocolate decentes más cercanas están en Shanghai...
Adiós, chocolate.


Otros sitios que también han cerrado son el puesto donde vendían taiyaki (pastelitos japoneses en forma de pez) y la heladería que nos caía más cerca de casa y a la que solíamos ir en verano dando un paseo. Allí fue donde Baby A. probó un helado por primera vez.
Adiós, helados. Tengo que ir a ver si la otra heladería a la que vamos a veces sigue abierta, como haya cerrado ya no sé de ningún sitio más donde vendan helado tipo italiano...

Adiós, taiyaki. Este fue el último que nos comimos, en marzo.

Y ayer me di cuenta de que un restaurante de tallarines de nuestra calle también ha chapado y en el local van a abrir un pequeño supermercado. Otro restaurante que había de hot pot cerró hace varias semanas, probablemente por el coronavirus también porque eso de todo el mundo metiendo los palillos en la misma sopa no parecía muy buena idea durante esa temporada, y ahora allí van a abrir un Family Mart (tienda 24 horas tipo 7/11).
El ex restaurante de tallarines, en pleno proceso de transformación.


Vamos, que muchos pequeños negocios, sobre todo de cosas no esenciales, se han ido a la mierda. Por lo menos en China la gente abre y cierra negocios con una facilidad asombrosa y montan otro chiringuito en menos que canta un gallo, pero en España no sé yo cómo va a ir la cosa.
Hace un mes esto todavía era Awfully Chocolate, ahora es una tienda de peluches.


martes, 7 de abril de 2020

Los chinos no comen murciélago

¿Sabéis cuál es la entrada de mi blog más leída desde que empezó toda esta movida del coronavirus? Una que escribí hace justo 4 años y que trata sobre comidas chinas que no suelen gustar a los extranjeros. Lo clavé al titularla "Comidas chinas asquerosas para los extranjeros" porque ahora hay un montón de gente buscando en internet qué clase de cosas horripilantes y truculentas comen los chinos. No puedo ver los términos que utilizan para la búsqueda porque Blogger no me lo muestra, pero me los imagino porque he visto muchos comentarios en periódicos españoles de gente diciendo cosas en plan "menudas guarrerías comen los chinos". Los que escriben esto no deben pillar la fina ironía de hacerlo desde un país en el que se comen cosas como callos (intestinos), criadillas (testículos), caracoles (babosas que se arrastran por el suelo), morcilla (salchicha hecha con sangre)... pero nosotros siempre tenemos razón y semos los mejores, y los demás están equivocados.

Bueno, que me enciendo. Este afán por descubrir qué cochinaditas se comen en China viene, naturalmente, porque supuestamente el virus empezó a contagiarse en un mercado de Wuhan donde se vendían animales salvajes vivos de forma ilegal. Digo supuestamente porque resulta que después se descubrió que el primer caso confirmado, y varios de los primeros casos en diciembre, no tenían ninguna relación con ese mercado. Todavía no se sabe con seguridad de dónde salió el virus, pero sí se sabe que vino de un murciélago que mordió e infectó a otro animal, y este otro animal, sin confirmar por el momento, fue el que infectó a los humanos. Esto que digo es lo que los científicos han descubierto hasta ahora. Pero al principio, cuando se dijo lo del murciélago, alguien desenterró de internet un vídeo donde se veía a una chica china comiéndose una sopa de murciélago... y se empezó a decir que era un plato típico de Wuhan. El problema es que ese vídeo era de un programa de viajes, la chica era la presentadora y la sopa de murciélago se la estaba comiendo en Palau, no en China.

Por si alguien a estas alturas no se ha enterado todavía, no, en China normalmente no se come murciélago. Y digo normalmente porque no puedo asegurar que en algún pueblo de un país de 1400 millones de personas no haya alguien que sí lo coma, pero normalmente no se come. Vamos, que yo llevo viviendo en China muchos años y nunca he visto murciélago (ni gato, ni perro) en supermercados o restaurantes. (Sí hay en ciertos lugares restaurantes específicos de carne de perro o de burro).
Vengo de comprar estos burritos de murciélago en el puesto de la esquina... o no.

Pero a mí lo que me da rabia es la superioridad esa de decir que lo que comen en otro sitio es una guarrería. Vamos, es que a menos que se sea vegano, hay que tener mucha jeta para decir que no se debería comer murciélago pero pollo o cerdo sí. Otra cosa es cazar un bicho en el bosque (o peor, encontrártelo muerto) y comérselo, pero yo a eso lo llamaría arriesgado más que asqueroso... En El País salió el otro día un artículo muy interesante escrito por Jared Diamond, un autor de divulgación, y Nathan Wolfe, un epidemiólogo. Me gustó porque explica por qué los mercados chinos son el caldo de cultivo perfecto para nuevos virus y por qué es tan difícil acabar con esto. Pongo un fragmento aquí:
¿Cómo es posible que el todopoderoso Gobierno chino, capaz de encerrar a millones de personas en cuestión de días, no tenga el empeño de poner fin, de inmediato y de una vez por todas, al comercio de animales salvajes? Pero estos productos, para algunas comunidades chinas, no son una mera exquisitez. Una analogía apropiada es, probablemente, pensar en qué ocurriría si los científicos descubrieran que la venta de queso o de vino tinto está provocando epidemias. ¿Cómo reaccionarían los franceses si el mundo les pidiera que la prohibieran? Para algunas poblaciones chinas, los animales salvajes constituyen una parte de su cultura más importante que el queso y el vino tinto para los franceses. No obstante, pese a los obstáculos culturales, China y otros Gobiernos de todo el mundo deben actuar con rapidez y decisión para acabar con ese comercio.

La gracia de la gente que busca en Google "comidas chinas asquerosas" y encuentra mi blog es que no hay nada en esa lista que a mí personalmente me parezca asqueroso. Eso sí, son todos platos fáciles de encontrar y no contienen ningún ingrediente raro (por internet he encontrado artículos diciendo que en China se comen ratones vivos o tofu mohoso... en fin).
Tofu apestoso, está bien rico.


Así que nada, querido desconocido, si has llegado hasta aquí buscando pinchitos de escorpiones (trampa para turistas) o cerebros de mono en cabeza de mono vivo, siento decepcionarte. Si quieres saber qué comen los chinos en realidad, puedes echar un vistazo a los platos típicos de Suzhou, los desayunos chinos o los platos chinos favoritos de los extranjeros.

¡Los asiduos ya sé que sabéis que en China se comen muchas cosas ricas!



jueves, 2 de enero de 2020

El festival Laba

¡Feliz año nuevo y feliz festival Laba! Hoy, 2 de enero, es una festividad tradicional china que se llama Laba (腊八节). La palabra Laba no tiene ningún significado especial, simplemente es el octavo día (ba) del duodécimo mes (la) del calendario lunar chino. Según Wikipedia, el festival Laba no se celebraba en una fecha fija y era una fiesta para desear una buena cosecha hasta que el budismo se extendió por China allá por el siglo I y de alguna forma este festival se asoció con esta religión. Desde entonces se celebra el día 8 del mes 12, que es también el día en el que los budistas celebran la iluminación de Buda. Según mi suegra, es simplemente una celebración que marca el comienzo del invierno de verdad, cuando hace frío frío. A ver si a partir de ahora me deja encender el aire acondicionado caliente durante el día.
Doodle de hoy de Baidu (hasta en los doodles ha copiado descaradamente Baidu a Google).

Papel recortado con motivos del festival Laba.


Como la mayoría de las fiestas tradicionales chinas, hoy no es día de asueto oficial pero se siguen algunas tradiciones. La principal es comer una sopa de arroz con un montón de ingredientes como alubia roja, bayas de goji, dátiles chinos, cacahuetes y un montón de cositas más. Le deben echar mogollón de azúcar porque está muy dulce. Esta sopa de arroz no se hace en casa sino que la dan gratis en los templos. La hermana de mi suegra es voluntaria en el templo Xiyuan y ayer fuimos pallá a recoger nuestras raciones. Había un tráfico de cuidado alrededor del templo y eso que no era el día de reparto oficial, era solo para los enchufados. Para los no enchufados, el día de ir a recoger la sopa gratis era hoy.
Mi comida de hoy. Taba rico.
El templo Xiyuan.


En un periódico de Suzhou he encontrado algunas fotos sobre el proceso de elaboración de la sopa. Según la noticia, unos 800 voluntarios han participado en las tareas de cocina, empaquetamiento y distribución.
Los ingredientes.
Una de las superperolas.

Empaquetando.


El festival Laba también es la última fiesta tradicional antes del Año Nuevo Chino... ¡la cuenta atrás ya ha comenzado! El Año de la Rata (o ratón, que no está clara la cosa) empezará el 25 de enero.


miércoles, 31 de julio de 2019

Comiditas de verano

A veces el calendario chino es súper preciso. El martes de la semana pasada era el comienzo de 大暑, el término solar que coincide con el momento de más calor del año. Y, efectivamente, desde la semana pasada estamos pasando un calorazo impresionante. Las mínimas no bajan de 29 grados y por la noche no hay quien duerma sin el aire acondicionado.

Tradicionalmente los chinos nunca han sido de comer muchas cosas frías porque, según la medicina china, el frío es la raíz de todo mal. Pero en pleno verano a veces apetece comer cosas fresquitas, incluso a los chinos, y estas son algunas de mis opciones favoritas:

- Sopa de ciruelas ácidas (酸梅汤)
Se llama sopa, pero en realidad es como un zumo. Vamos, que se bebe en vaso y con hielo. Es entre dulce y ácido y entra muy bien con estos calores. A veces lo venden por la calle y también lo suele haber en restaurantes. Según una receta que he encontrado lleva ciruelas desecadas, espino, piel de mandarina seca, un té de flores y azúcar. También se le puede echar regaliz y flores de osmanto secas. Vamos, que es todo un brebaje, pero está rico.


- Sopa de soja verde (绿豆汤)
Yo no sé cómo se llama esta legumbre en español. En inglés se llama mung bean y el diccionario dice que en español es frijol mungo o frijol chino, pero a mí eso de frijol no me suena a español de España. Wikipedia dice judía mungo o soja verde. Bueno, total. Que esto sí es una sopa porque se come con cuchara y hay que darle al diente. Se come fría de la nevera. Los ingredientes esenciales son las judías mungo/soja verde y azúcar. Mi suegra también le pone lágrimas de Job (un grano que también se llama coix) y bulbo de lirio. ¡Sí! En China se comen los bulbos de lirio. Son un poco amargos. La sopa esta me gusta cuando la hace mi suegra, pero en los restaurantes a veces es un poco asquerosita porque hacen un aguachirri con trozos gigantes de roca de azúcar que me da bastante repelús.
Las lágrimas de Job son las cositas blancas.


- Tomate con azúcar (糖番茄)
A mí nunca me había hecho mucha gracia el tomate hasta que llegué a China (y lo mismo me pasó con el brócoli y la berenjena). El plato chino más típico con tomate es tomate con huevo revuelto y está buenísimo, pero en verano este es aún mejor: tomate cortado y con azúcar por encima y dejado un rato en la nevera. Parece una tontería, pero está buenísimo. Yo creo que le gustaría hasta a mi tía N., que es una enemiga reconocida del tomate.



- Pepino con vinagre y azúcar (糖醋黄瓜片)
Otra cosa súper tonta pero que está muy rica... y eso que el pepino tampoco me gusta mucho. Hay que cortarlo finito, ponerlo con vinagre y azúcar y a la nevera. Ya está.



- Helados Dongbei Daban (东北大板雪糕)
El nombre significa "plancha grande del noreste" y es el único helado barato que creo que está bueno en China. Es muy cremoso y me encanta el envoltorio tan vintage: un cacho de papel puesto alrededor (no tapa la parte de arriba ni la de abajo).



Según el calendario chino, el otoño empieza el 8 de agosto... ¡a ver si pasan ya estos calores porque yo no me atrevo ni a salir de casa!


jueves, 21 de marzo de 2019

Platos típicos de Suzhou

¿Sabéis eso que decimos los españoles de "Como en España no se come en ningún sitio"? Pues los chinos opinan exactamente igual, pero cambiando España por China. Están súper orgullosos de su variada y afamada gastronomía y se dan casos extremos de turistas que van a Europa y se pasan todo el viaje comiendo en restaurantes chinos. Vamos, como el típico que viene aquí y te pregunta dónde se puede encontrar paella o jamón. Hay gente muy apegada a sus costumbres.

En España (y muchos otros países) hasta hace no tanto solo se conocía un tipo de comida china: la que sirven en los restaurantes chinos locales, que está muy adaptada al gusto occidental. Yo no tengo absolutamente nada en contra del arroz frito tres delicias (que se parece bastante a un plato chino, el arroz frito de Yangzhou, aunque sin echarle la salsa esa naranja por encima) ni de los rollitos de primavera (los que he comido en China son bastante más delgaditos y tenían otro relleno), pero en China la comida tiene mucha más variedad. Normal, si es un país enorme y en cada ciudad hablan su propio dialecto/idioma, obviamente también comerán cosas distintas en Beijing, en Urumqi y en Chengdu. Yo hoy voy a hablar de algunos platos típicos de Suzhou.

Es difícil decir de dónde exactamente es un plato, ya que a saber quién, dónde y cuándo lo inventó, pero muchas de estas cosas, entre otras, son las que pide C. cuando vienen invitados de fuera.

- Pescado con salsa agridulce (松鼠桂鱼 "perca ardilla")
El rey indiscutible de los banquetes con invitados que visitan Suzhou por primera vez. Es un pescado entero cortado de una forma que, según los chinos, parece la cola de una ardilla, rebozado y embadurnado de una salsa agridulce. Es muy vistoso y está muy rico, pero asegúrate de que el trozo que agarres tenga bien de salsa, porque los pescados chinos son de acuario y saben como tal.
Algunos cocineros cachondos le ponen "ojos" al pescado.


- Anguila en aceite (响油鳝糊)
En los alrededores de Suzhou hay muchos lagos, así que muchos de los platos típicos contienen bichos acuáticos. Este en cuestión son trozos de anguila cortados a lo largo y con una salsa marrón. A la hora de servirlo se echa una salsera entera de aceite por encima. Yo siempre digo que este plato es serpiente, porque lo parece.


- Gambitas salteadas (清炒虾仁)
Este plato es muy sencillo ya que consiste simplemente en gambas de agua dulce muy pequeñitas peleadas y salteadas con un poco de maicena. Como no tienen mucho sabor por sí solas, los suzhouneses se las comen con salsa de soja. Con este plato C. siempre hace la broma de que las gambas las han pelado con la boca abuelas desdentadas.


- Raíz de loto con arroz glutinoso y flores de osmanto (桂花糖藕)
A mí me gusta todo y me como todos los platos de esta lista sin problemas, pero este es mi favorito. La raíz de loto es crujiente y jugosa a la vez, el arroz es pegajosito y la salsa es dulce. Ñam ñam. Según Baidu este plato es de Zhejiang, pero lo tienen en todos los restaurantes de comida suzhounesa y también es muy típico aquí.


- Sopa de tallarines estilo Suzhou (苏式汤面)
Los tallarines típicos de Suzhou son muy largos y finitos. En su versión más básica, este plato viene solamente con el caldo, los tallarines reliados que parecen una bola y un poco de ajetes picados. Si lo comes como plato único le puedes añadir huevo frito, carne, gambas...


- Pasteles de luna rellenos de carne (鲜肉月饼)
Los pasteles de luna o mooncakes con rellenos normales se comen solamente durante el Festival del Medio Otoño, en septiembre, pero por esta zona hacen unos rellenos de carne que están buenos de verdad (no como los normales) y se comen todo el año. Esto en realidad no se pide en los restaurantes sino que lo venden en pastelerías, pero lo meto en la lista porque en otros sitios de China no los hay y están muy ricos.



Como veis, mucho verde no se ve en estos platos. Se suelen pedir platos de verduras salteadas para equilibrar tantas salsas y tanto aceite, pero son cosas sencillas que no se consideran especialidades.

Y nada, con la tontería ya me ha entrado hambre...

domingo, 27 de enero de 2019

Preparados para el Año Nuevo chino

¡Ya ha empezado la cuenta atrás para el Año Nuevo chino! El año del cerdo empezará el 5 de febrero, así que queda poco más de una semana. Aunque llevo ya casi 7 años en Suzhou, esta va a ser la primera vez que pase aquí estas vacaciones así que no sé qué tal será. ¿Habrá mucha gente? ¿Organizarán algo interesante? La madre de C. dice que hay un festival en un templo y bailes del león. pero no sabe en dónde y le ha preguntado a una amiga de esas que siempre se enteran de todo. A ver si podemos ir a ver algo porque, sinceramente, yo pensaba que no había nada de nada.

El otro día fuimos a un supermercado nuevo que han abierto en el barrio y ya lo tenían todo decorado para las fiestas. Nada más entrar había una estantería con las decoraciones:

Lo de arriba del todo son peluches de cerdo y lo demás son decoraciones que se pegan en la puerta de entrada de tu casa para atraer buena suerte. Yo ya tengo las mías preparadas.

Todo el supermercado estaba decorado con guirnaldas y farolillos rojos. En la pancarta en primer plano pone: Calle de los productos de Año Nuevo:

¿Y cuáles son esos productos? Pues, básicamente, cualquier cosa de comer o beber de las que se compran normalmente, pero en una caja distinta y engalanada ya que están pensadas para regalar. En China, mucha gente vive y trabaja en un sitio distinto de su ciudad natal y vuelven a casa para celebrar el Año Nuevo (como en el anuncio del Almendro: "Vuelveeee, a casa vuelveeee, por Año Nuevo chinoooo"). Y, aunque ya hasta en el pueblo más perdido se puede comprar cualquier cosa por internet, la gente tiene la costumbre de comprar cajas de galletas, leche, frutos secos, etc. y llevárselas a los parientes del pueblo. Las principales actividades que se hacen durante las fiestas son comer y picar entre horas mientras se ve la tele, por eso se regala comida.
Caramelos, gominolas y chocolatinas a granel.

Chips Ahoy y Oreo con bolsa y caja redonda metálica especial Año Nuevo chino.

Esto son unas tortitas de arroz muy populares, también con caja festiva.

Las empresas también regalan una cesta con comida y ahora mismo tenemos en casa unos 30 paquetes de frutos secos y otros tantos de setas secas que se usan para cocinar. No los vamos a gastar en todo el año... ¡seguro que se juntan con los del año que viene!

Como habéis podido ver, el color oficial de Año Nuevo chino es el rojo. También es costumbre estrenar ropa nueva (roja) pero yo esa tradición nunca la he seguido, si acaso me pongo ropa roja que ya tengo. Pero a Baby A. sí le he comprado un trajecito especial:
Es muy suave y calentito.



jueves, 13 de diciembre de 2018

La fiesta de los 100 días

El domingo pasado, 9 de diciembre, fue el día 100 fuera de la barriga de Baby A. y para celebrarlo organizamos una fiestaca, como es costumbre por estos lares. Supongo que es más o menos el equivalente a los bautizos en España, pero sin la carga religiosa. En la fiesta de los 100 días lo que se hace es invitar a toda la familia y amigos para que vean al bebé. También hay algunas tradiciones como raparle la cabeza, pero yo de esto pasé y nadie dijo nada (menos mal). Al final tampoco se puso ninguno de los oros que le habían regalado durante estos meses (menos mal x2).
Baby A. llevando todos los oros que le han regalado.

Hicimos la fiesta en un hotel que hay aquí cerca y había más invitados que en la boda china (y que en la española). ¡¡Unos 180!! C. invitó a todo quisqui de sus amigos y del trabajo y su madre también invitó a sus amigas. Este tipo de fiestas sirven para recuperar todo el dinero que has tenido que dar cuando otra gente tiene hijos, ya que es costumbre dar un sobre rojo con dinero a los padres del bebé. Pero en realidad todo lo que recuperas te lo acabas gastando en la fiesta...

Últimamente las fiestas de los 100 días a las que he ido se están saliendo de madre y tienen entretenimiento y regalos para los niños asistentes. Yo lo odio porque aquello se convierte en un gallinero insoportable con música a todo trapo y no puedes ni comer a gusto. Así que no tuvimos nada de eso y los niños invitados tampoco se aburrieron, si los niños con correr entre las mesas y jugar con los globos de la decoración ya se lo pasan pipa. Lo que sí dimos fue un regalo de agradecimiento por familia, como es tradición. Era una caja con unos pastelitos de estilo chino que están buenísimos.
Y además son muy bonitos. La pastelería se llama 唐饼家 Tang's Cake y es de Shanghai, pero en Suzhou también hay sucursal.

Todo el mundo estaba muerto de curiosidad por ver al bebé porque en China están obsesionados con los bebés extranjeros o mezclados y nosotros no habíamos colgado ninguna foto suya en internet. En chino hay hasta una palabra especial para describir la acción de compartir fotos de tu bebé en redes sociales: 晒娃.
Bueno, C. colgó una serie de fotos pero con este filtro que te pone cara de muñeca pepona.

Todos los invitados (sobre todo las invitadas) querían cogerlo en brazos y Baby A. fue pasando de mano en mano todo el rato. Pero, oye, él contentísimo. Le encanta que todo el mundo le haga caso (por lo menos de momento, no sé si más adelante se volverá tímido). Se portó muy bien y lanzó sonrisas a diestro y siniestro. Luego, al volver a casa en el coche, cuando ya no había invitados delante, se cagó enterito, la caca (a.k.a. puré de calabaza) se salió por el lado del pañal y atravesó dos capas de ropa. Al menos esta vez no llegó a la sillita. No os preocupéis, de eso no os voy a poner foto.

La fiesta la organizó C. y yo solo elegí el menú, mandé unas fotos para que hicieran la decoración y compré los pastelitos de regalo. Así que yo no tenía ni idea de cómo se iba a ver el sitio y me sorprendí gratamente.



Nuestra mesa.

C. dando un discurso.

Aparte de los típicos sobres rojos con dinero, a Baby A. le regalaron un osito con luces y música, una pandereta electrónica que habla en inglés y unos libros.


miércoles, 15 de agosto de 2018

Cosas que voy a hacer después de parir

Bueno, pues ya estamos en la semana 38. Ha ido todo bastante bien, si exceptuamos la semana que pasé en el hospital. No he tenido náuseas, ardores, estreñimiento ni se me han hinchado mucho los pies (las manos nada de nada, directamente); no he estado excesivamente cansada en ningún momento, no se me han revolucionado las hormonas, ni he tenido sueños raros, ni me he vuelto tonta u olvidadiza. Aparte de la mierda del hígado, lo único que he tenido ha sido dolor de espalda (que ya se me ha quitado, qué raro) y que sudo como un pollo en la incubadora. Aun así, hay ciertas cosillas que no he podido hacer durante estos meses y que intentaré hacer lo antes posible tras "descargar":

- Dormir boca arriba y boca abajo
Ya me imagino a los típicos pensando: "¡Ja! ¡Dormir! No vas a dormir ni boca arriba, ni boca abajo ni de lado!". Vale, pues tumbarme boca arriba o boca abajo. Llevo meses durmiendo de lado y ya toca un cambio, que esto aburre. Además yo siempre he dormido mejor boca abajo (y sin almohada). Debe ser porque cuando yo era bebé boca abajo era la postura de dormir recomendada (ahora te meten en la cárcel por intento de asesinato si no pones al bebé boca arriba).
Siempre durmiendo de lado...

- Comer sushi y sashimi
En Suzhou hay un montón de restaurantes japoneses y normalmente voy bastante a menudo a ponerme púa de pescado porque son "come todo lo que puedas". No piso uno desde diciembre... He leído que en teoría si el pescado se ha congelado a baja temperatura los bichos se mueren y las embarazadas lo pueden comer, pero con todos los escándalos alimentarios que hay en China... como para fiarse (aunque dudo muchísimo más que usen pescado fresco). Así que nada, abstención de pescado crudo. Además así evito discusiones con C. (recordemos que en la app que se bajó ponía que las embarazadas no pueden comer piña ni almendras).


- Ir a los masajes
Esto ha sido lo que más me ha dolido (literalmente), principalmente porque sé que en otros países hay hasta masajes especiales para embarazadas. Aquí, naranjas de la China, o yo no he sido capaz de encontrarlos (quizás los haya en Shanghai, para las extranjeras y a precio de lágrimas de unicornio). Los chinos están convencidos de que presionar ciertos puntos del cuerpo puede provocar un aborto durante los primeros meses y contracciones más adelante. Vamos, que se creen que por tocarme el tobillo me voy a poner de parto. Y, digo yo, si fuera tan sencillo, a nadie le tendrían que poner medicinas para provocarle el parto, ¿no? Con presionar aquí y allá ya valdría.
Puntos que no se pueden presionar durante el embarazo porque se te sale el alien.



martes, 7 de agosto de 2018

Hoy empieza el otoño

¿Qué? ¿Cómo puede ser? ¿Hoy empieza el otoño? ¡Si media España está en la playa, la otra media en el pueblo y falta más de un mes para que empiece el cole!


Pues, según el calendario tradicional chino, hoy es 立秋 liqiu o el comienzo del otoño. El calendario chino se divide en 24 términos solares y en cada uno se supone que pasa algo especial. Este año el calendario es tal que así:

Según esto, aunque el otoño empieza hoy, hasta el siguiente término solar, que es el 23 de agosto, no se empieza a retirar el calor.

Yo, con mis costumbres españolas, veo esto y no puedo evitar pensar que tienen todas las fechas mal. ¿Cómo va a empezar hoy el otoño, si hace un calor horroroso y dice la previsión que todavía vamos a tener 36 graditos durante al menos una semana? Justo ayer, al sacar a la perra, pensé que salir fuera era como entrar en una sauna. El mismo bofetón de calor húmedo asqueroso. Y, bueno, quién relaciona agosto con el otoño... si en agosto está todo el mundo en la playa o en la piscina. Además, es que ni en China ni en España se acaba el calor en agosto, ni en septiembre, vaya. En las vacaciones de octubre durante mi primer año en Beijing tengo fotos en el Templo del Cielo con una camiseta de tirantes porque hacía una calufa horrorosa. Bueno, también puede ser que todo sea culpa del calentamiento global y que hace mil años el calendario tradicional lo llevara todo al dedillo.

La tradición dice que hoy hay que comer carne para recuperar la grasa corporal que se ha perdido durante el verano y prepararse para los rigores del invierno. ¡Como si fueras un oso que va a hibernar! No sé si mucha gente sigue la costumbre hoy en día ya que no hace mucha falta; en invierno sigue habiendo comida en el supermercado y para mantenerte calentito mejor encender un radiador o ponerte más ropa en lugar de engordar. Además, ¡qué pocas ganas de comer cosas grasientas con 36 grados!
Venga, a recuperar grasa corporal con este plato de barriga de cerdo. 





martes, 3 de julio de 2018

La fruta engorda

El otro día fui a una charla de preparación al parto en el hospital y la doctora era una señora entrada en años muy simpática. Entre unas cosas y otras mencionó el caso de una paciente suya que a los seis meses de embarazo había ganado ya 20 kilos. Según dijo la buena doctora, la chica se zampaba sandías enteras y por eso había engordado tanto.

En algunas cuentas que publican artículos sobre salud que sigo en WeChat también mencionan a menudo que no hay que comer demasiada fruta, 250-300 gramos al día como mucho. Curiosamente, nunca he visto que digan nada en contra de comer carne todos los días, algo que es muy normal en China. Al contrario, según esos artículos hay que comer carne todos los días (dan también la cantidad recomendada en gramos pero ahora no me acuerdo) para estar sano. Una vez dejé un mensaje preguntando que cómo sobreviven los vegetarianos entonces, si es imprescindible comer carne. No publicaron mi comentario. ¡Buuuuh!

Me da la sensación de que los chinos consideran que las frutas son como golosinas. Como hace unas décadas debía ser prácticamente la única cosa dulce que tenían... En la aplicación que tengo para llevar la cuenta de mis gastos, el apartado de comida y bebida se subdivide en "desayuno, comida y cena", "tabaco, alcohol y té" y "frutas y snacks" (este último con el icono de un polo).

En los países occidentales mucha gente cree que todos los chinos son delgados pero, ay, amigos, la epidemia de gordura también ha llegado a estas tierras. Se ve sobre todo en los niños. Ayer en el metro me estuve fijando en que los niños y hombres entraditos en carnes llevaban todos ropa y zapatillas de deporte, pero mucha pinta de hacer ejercicio regular no tenían (a menos que acabaran de empezar y me esté pasando de malvada, jajaja). Los niños regordetes seguro que no hacen mucho ejercicio, si no tienen tiempo los pobres con tantos deberes y tantas clases extraescolares.

Ay, ahora me acabo de acordar de que el otro día en un grupo de WeChat alguien compartió un vídeo de su hijo jugando con un vecinito. El vecinito tiene dos años y pesa 23 kilos (según la tabla de la OMS, el peso medio de los niños de 2 años es 12,9 kilos). Ya hay que esforzarse mucho para conseguir que un niño tan pequeño se ponga tan gordísimo. La abuela en el vídeo parecía muy orgullosa de lo bien que lo estaba criando.

Y, digo yo, dudo mucho que esta nueva generación de niños gordos se haya puesto así por comer fruta. Será más bien por comer galletas, patatas fritas, helados, beber refrescos, y demás guarrerías prefabricadas y con azúcar y grasas trans hasta los topes. Pues eso mismo comenté también el otro día en un artículo sobre si la fruta engorda y tampoco me lo publicaron. ¡Me tienen manía!
"Hijo mío, no comas mango que engorda. Mejor bébete el Yakult este, que tiene calcio y lactobacilus y solo un 50 % de azúcares añadidos".

jueves, 5 de abril de 2018

Restaurante español en Suzhou

Cuando yo llegué a Suzhou, en el centro comercial más de moda en esa época había un restaurante español: el Lizarrán. No era como el Lizarrán de España y sospecho que el dueño era un chino que había copiado el nombre y quizá también los platos (nunca he ido a un Lizarrán en España, así que no estoy segura). Luego lo cerraron. Después apareció otro restaurante español cerca de mi casa y duró unos dos años (cuando me decidí a ir resulta que ya había cerrado). Ahora hay otro restaurante "español" (se llama Crazyones) en el nuevo centro comercial super fashion Suzhou Center y fui el domingo pasado con dos amigas. Pongo "español" entre comillas porque atención a la foto de la paella valenciana que tienen en el menú:
Paella valenciana con olivas y lo que parece ser un filete de pollo empanado encima.

Ya me extrañaría que hicieran paellas de verdad en un restaurante en China. Al fin y al cabo, la gran mayoría de los clientes van a ser chinos, y la mayoría de chinos opinan que la paella es rara porque el arroz está medio crudo. Le pregunté al camarero cuánto tardaban en hacer la paella; me dijo que media hora. Segunda pista de que muy auténtica no iba a ser. Así que elegí la "paella" más rara que nunca he visto en España: una paella vegetariana con piñones, espinacas y calabaza.
¡Toma ya!

Aparte de la paella pedimos varios entrantes: tortilla de patatas, croquetas, pincho de jamón y gambas. A muchos chinos la comida española les parece sosilla porque no tenemos sabores tan fuertes como los que acostumbran aquí, así que la tortilla y las croquetas venían con salsa picante.


Mis amigas se pidieron gazpacho, yo no porque no me gusta mucho. Mirad cómo venía decorado:


La comida estaba buena (por otra parte, ya sabéis que yo me como lo que me echen) pero, a ver, auténtica, lo que se dice auténtica, no lo era mucho. El restaurante estaba llenito, así que parece que a los chinos les gusta. Estar en el centro comercial de moda también ayuda bastante. No me pareció caro para lo que se ve por Suzhou.

Después de comer, pasear por el lago, beber un té en una terraza y ver una peli en el cine (Ready Player One) pillamos el espectáculo de fuente musical del centro comercial.


Toma selfie.