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martes, 10 de septiembre de 2019

Vacaciones en Chipiona

¡Qué ganas tenía de venir a España y no tener que estar todo el rato mirando la app de la contaminación! ¡Aquí hay cielo azul todos los días! ¡Viva, viva!

La segunda quincena de agosto la pasamos en Chipiona, para no faltar a las tradiciones y continuarlas con Baby A. Se lo pasó teta encroquetándose y bañándose en la playa y, como podéis ver en las fotos, su uniforme oficial era la camiseta de surf y el gorro de los dinosaurios.


 
Esa pala roja creo que es de cuando yo era pequeña. Hasta las cosas de plástico las hacían mejor antes...

En Chipiona siempre hacemos lo mismo cada día: playa por la mañana, piscina por la tarde y cena fuera o paseíto y helado por la noche. Pero este año con el peque no hemos salido casi por la noche porque a las 9 ya le entraba sueño. Yo salí un par de días con mis amigos, dejándolo previamente acostado, y uno de los días se despertó y no quiso volver a dormirse sin mí. El otro día sí se quedó dormido, menos mal.

Con mis amiguitos de toda la vida. Yo la más blanca de toda la playa.

Un día que fuimos a comer por ahí.

¿Que por qué no sale C. en ninguna foto? Porque todavía no está aquí... ¡llega el viernes!

jueves, 30 de mayo de 2019

"¿Qué significa su nombre?"

Cada vez que un chino me pregunta cómo se llama mi bebé, la siguiente duda que tiene siempre es: "¿Y qué significa?". Que, pensándolo bien, es lo mismo que me preguntan los españoles cuando oyen su nombre chino.



En España y en los países occidentales en general normalmente elegimos nombres de una "lista" preexistente. Esos nombres siempre han sido nombres (o desde hace mucho tiempo) y los elegimos según cómo suenan y no tanto por el significado, que en muchas ocasiones ya apenas se recuerda. Mi profesor de griego en el instituto nos dijo una vez que no entendía cómo se podía poner de nombre Alejandra a una chica, cuando significa literalmente "alejar a los hombres". Pero es que nadie piensa ya en el significado original. Marta significa "señora de la casa" en arameo y no creo que a nadie le venga eso a la cabeza cuando oye mi nombre.

En China es distinto. Aquí no tienen una lista de nombres establecidos y cualquier carácter se puede utilizar como nombre. Aun así, siempre hay caracteres más típicos que otros y hay mucha gente con el mismo nombre completo porque en China el 85% de la gente tiene uno de los 100 apellidos chinos más comunes. Así que algunos padres, cuando buscan nombre para su bebé, eligen el carácter chino más rebuscado que encuentran y que a veces ni viene en el paquete de idioma de los ordenadores ni la mayoría de la gente sabe cómo se pronuncia. A otros les van más las modas y eligen un carácter que se haya puesto de moda últimamente. También hay quienes piensan que ponerle nombre a un niño es algo muy importante ya que marca para toda la vida (recordad que aquí son muy supersticiosos) y van a un maestro de fengshui para que les busque el nombre más apropiado y que mejor suerte le traiga al bebé.
Según este gráfico, 子 (hijo) y 轩 (digno, de altura) están de moda para niños; y 雨 (lluvia) y 涵 (contener) para niñas.

Con esto de las modas muchas veces se puede más o menos adivinar qué edad tiene una persona china según como se llame. Por ejemplo, en los 50 muchos nombres tenían caracteres como liberación, Corea (por la guerra contra los americanos en la que China ayudó a Corea), país, construcción nacional, ejército, etc. Mi suegra se llama literalmente "construir China".

El nombre español de Baby A. lo elegí yo repasando de cabo a rabo el Excel del Instituto Nacional de Estadística con los nombres propios que hay en España ordenados de más a menos común (pero para que estén en esa lista tiene que haber al menos 20 personas con ese nombre) y seleccionando nombres poco vistos pero tradicionales que me sonaran bien. Por cierto, parece que se están poniendo de moda en España los nombres extranjeros o que suenan a extranjero (¿quién se inventaría eso de Izan? Y Liam queda precioso con apellidos españoles, vaya).

Así que cuando los chinos me preguntan qué significa su nombre, les digo que no significa nada es especial y que es el nombre de un santo. Como curiosidad, su nombre en chino suena totalmente a nombre de niña pero lo eligió su padre, así que a mí que me registren.


lunes, 20 de mayo de 2019

Cuidar de un bebé en China

¡Baby A. ya va camino de los 9 meses! Dentro de poco habrá estado más tiempo fuera que dentro, jajaja. Hoy voy a escribir sobre algunos aspectos de la vida con un bebé en China.

- Los cuidadores
En China, la baja por maternidad depende de la provincia en la que trabajes y puede ser desde 98 días (a los que se suman 30 más si eres mayor de 25 años y otros 30 si has tenido una cesárea) hasta un año. Cuando la madre vuelve al trabajo, lo más normal es que los abuelos se encarguen del bebé a tiempo completo. Creo que no hay muchas guarderías y la mayoría de los niños están en casa hasta que empiezan el preescolar a los 4 años. Las mujeres chinas se jubilan a los 50-55 años y están deseosas de cuidar a sus nietos porque creo que ya alguna vez he mencionado que el sentido de la vida de los chinos es tener nietos.
Yo tuve 6 meses de baja de maternidad y ahora tengo a mis suegros en casa de lunes a viernes para hacerse cargo del niño. Alguna vez alguien me ha comentado que, total, si trabajo desde casa, ¿no podría yo cuidar del niño mientras trabajo? Obviamente, quienes preguntan esto no han tenido nunca un bebé y no saben lo que implica, jajaja.



- El aspecto físico del bebé
En China, mucha gente tiene todavía mentalidad como de la posguerra y piensan que un bebé sano es un bebé rollizo. Las abuelas chinas son famosas por enchufar biberones bien cargaditos y no dejar ni una gota. Pero conozco bebés que solo toman pecho y están gordísimos, así que también puede ser que la dieta de las madres lactantes chinas contribuya a los michelines infantiles. Porque, madre mía, qué bebés más gordos he visto aquí, es una exageración. El mío a su lado parece un espagueti. O un tallarín, que para eso estamos en China. No le forzamos a comer, come hasta que él mismo dice basta.
Los pies sí que los tiene rollizos.



- Pipís y cacas
En China, los pañales desechables se han popularizado hace relativamente poco tiempo. A las abuelas no les hacen demasiada gracia y creen que en verano no se deben llevar porque no corre el aire y es malo. Aquí la tradición es sostener a los bebés encima de una palangana y silbar para enseñarles a hacer pis. Pero ahora muchos jóvenes (y médicos) chinos están en contra de esto y dicen que no hay que empezar cuando los bebés son demasiado pequeños. Creo que el problema principal es que esas abuelas lo que hacen es forzar a los bebés a que hagan pis cuando ellas se lo mandan, pero el método en sí me parece bien si lo haces cuando crees que el bebé tiene ganas por sí solo. Es decir, darle la oportunidad de hacerlo en la palagana o en el wc en vez de en los pañales. Nosotros ponemos a Baby A. a hacer pis al levantarse, al cambiar el pañal y antes de acostarse. Cualquier pipí que se haga fuera y que no lleve encima un buen rato, bienvenido sea. Esto es aún más fácil hacerlo con la caca si el bebé es de los que lo anuncian muy claramente: en cuanto que empieza a poner la cara de hacer caca, lo sientas en su wc o lo sostienes encima de la palangana y te ahorras tener que limpiar una caca que se ha espachurrado en el pañal.



- Dar el pecho en público
En España creo que tampoco hay mucho problema con esto. Todas esas noticias de mujeres a las que se lo han recriminado suelen venir de EE. UU., donde menuda obsesión tienen con que las tetas son más peligrosas que las armas de destrucción masiva. Aquí nunca nadie me ha dicho nada y tampoco se te quedan mirando.
"¿Cómo que dando el pecho? ¡¡Esto es un centro comercial!! ¡¡No se pueden enseñar las tetas!!".



- Salir con el bebé
El distrito en el que yo vivo en Suzhou es maravilloso para salir con un bebé. Hay salas de lactancia en todos los centros comerciales (y un centro comercial en cada esquina) y cambiadores hasta en los aseos públicos. Y, para los que habéis estado en China hace tiempo, los aseos públicos ya no tienen nada que ver con lo que eran antes, chavales. Ha habido una mejora impresionante liderada por el mismísimo Xi Jinping (cuando hace algo bien hay que reconocerlo) y ahora esos olores a pises fosilizados desde el Paleolítico están desapareciendo. En mi barrio, los wc públicos están súper bien mantenidos, limpios y hasta tienen papel y jabón. Y los más nuevos hasta tienen una habitacioncita para dar el pecho también.
Sala de cambiadores en un centro comercial cerca de casa.

sábado, 13 de abril de 2019

La magia de Taobao

Cuando nació el bebé, una de las cosas a las que me resigné fue a que no tuviera libros en español durante al menos el primer año. Sí, ya sé que me los podrían haber mandado desde España, pero no sé, el envío es muy caro y tampoco es una cosa tan urgente. Así que al principio me dediqué a buscar libros de tela que no tuvieran palabras... y los que acabé comprando tenían palabras sueltas en inglés.

Pero en un grupo de WeChat alguien compartió la dirección de una tienda de Taobao que vendía libros en muchos idiomas... ¡bingo! ¡Tenían libros en español! Sospecho que es alguien que trabaja en una imprenta (¿os habéis fijado en la cantidad de libros de editoriales españolas en los que pone "Impreso en China"?) y que vende los ejemplares que sobran de cada pedido o lo que tienen algún pequeño defecto. Y a un precio muy económico, claro. ¡¡Viva Taobao!! ¿Cómo puede vivir la gente fuera de China sin él? Es que Amazon y similares no le llegan ni a la suela de los zapatos... en Taobao se puede encontrar absolutamente todo.

Por cierto, me parece muy fuerte que salga más barato imprimir libros en China y mandarlos a España que imprimirlos en España... ¿o es que ya no quedan imprentas en España?
Unos cuantos de los libros infantiles en español que he encontrado en Taobao.
Este y el de la sirenita tienen cosas para tocar.

Soy fan total de los libros estos en tres dimensiones.


jueves, 4 de abril de 2019

Resumen del principio de la primavera

¡¡Por fin es primavera!! Esta es una fecha clave en China porque, aparte de marcar el comienzo de la llegada del calorcito, normalmente también conlleva algo mucho más importante... ¡¡¡menos contaminación!!! En invierno la contaminación siempre es mucho peor y este año me ha parecido más chungo que los anteriores. No sé si porque realmente el aire ha estado más sucio (probablemente porque China pase de sus compromisos medioambientales dado que la economía se está ralentizando) o porque al tener el bebé me doy más cuenta cuando la cosa pasa de castaño oscuro ya que no puedo salir con él (los niños no pueden llevar mascarilla hasta los dos años). C. también opina que este invierno ha sido peor que los dos anteriores. A principios de año se me ocurrió marcar cada día del calendario con el color de la calidad del aire de ese día, y os puedo contar que, desde el 7 de enero (cuando empecé a contar) hasta hoy, que han pasado casi 3 meses, hemos tenido exactamente 7 medios días en los que la calidad del aire se consideraba buena. Medios días, ¿eh? O sea, que si los juntamos para formar días enteros, son 3,5 días en tres meses. Poco más de un día al mes. Un aplauso para China. A ver si va mejorando la cosa ahora que ya se ha acabado el invierno. ¡Crucemos los dedos!

Hace un par de fines de semana fuimos a la fiesta de los 100 días del bebé de nuestros amigos/exvecinos de enfrente. Su bebé se lleva tres meses y medio con Baby A. y ya pesa lo mismo que él. Yo no sé qué les dan a los bebés chinos (otro vecino, el de abajo, nació dos días antes que Baby A. y pesa TRES KILOS más. Impresionante). En la fiesta había unos dulces muy monos:





Otro día fuimos a enterrar las cenizas de Nico, que ya era hora. Las enterramos al pie de un árbol en un parquecito en el que seguro que no se va a construir nada porque hay una torre de alta tensión. De vecino tiene al perro de un amigo taiwanés, que también está enterrado allí.
Cavando la tumba. Menos mal que era una bolsita de cenizas y no el cuerpo entero, porque el suelo estaba durísimo.


El domingo pasado hizo cielo azul y esos días hay que aprovecharlos a tope porque son escasitos. Me di cuenta de que el barrio está lleno de cerezos. Yo creo que los han puesto nuevos porque no me suena que otros años hubiera tantos. Lo habrán hecho para que los chinos no tengan que ir a Japón de vacaciones, ja ja ja.





Mañana es fiesta porque es el día de los difuntos. Baby A. y yo no iremos al pueblo porque los viajes largos en coche no los lleva muy bien (largos = más de media hora). De todas formas, según la superstición china, los niños que todavía no hablan pueden ver a los espíritus, así que no pueden ir al cementerio.




lunes, 4 de marzo de 2019

La obsesión con los niños "mezclados"

A los chinos les encantan los niños, eso es un hecho. No sé si es debido a la antigua política del hijo único, porque dudo que antes, cuando cada una tenía 6 o 7 churumbeles en casa dando por saco, babearan con los niños de otras cuando se los encontraban por la calle. Y eso es exactamente lo que hacen ahora. Les encanta mirar a los bebés de otras personas, hacer comentarios, dar consejos... y si el bebé parece extranjero, como Baby A., ya no te quiero ni contar. Parece que la peor parte se la llevan los niños 100% extranjeros, especialmente si son rubios. He oído a madres extranjeras quejarse de que a sus hijos los rodea un corro de curiosos cada vez que salen a la calle, e incluso quieren tocarles el pelo o hacerse fotos con ellos.

Los chinos están obsesionados con que los niños mezclados son más guapos, más inteligentes, más buenos y más de todo que los niños chinos. A ver, obviamente con Baby A. aciertan (¡jajaja!) pero... ¿todos? No sé, no sé, yo he visto niños mezclados que no eran nada agraciados, los pobrecitos. Si los padres son un orco de Mordor y una troll de las montañas, difícil lo tendrá el hijo para salir de buen ver. Y la inteligencia y el carácter también dependerán de cada uno. Pero lo que tienen aquí es OBSESIÓN.

Cada vez que voy por la calle con el carricoche, la gente (especialmente las señoras mayores) hace un giro de 180 grados con el cuello para mirar al bebé. Por lo menos aquí en Suzhou la gente va bastante a lo suyo, comparada con otros sitios de China, y no hacen preguntas ni comentarios cuando voy andando. Pero, ay, amigos, cuando estoy en el ascensor de un centro comercial y Baby A. está en su carrito rodeado de 20 chinos y él mirándolos a todos de uno en uno con sus ojos de doble párpado y pestañas largas (es decir, ojos más occidentales que chinos), entonces empieza el festival de los comentarios. A veces son comentarios inofensivos, del tipo "¡Qué niño tan mono!" o "¡Cómo se ríe!", que supongo serían normales también en España (aunque aquí creo que muchas veces los dicen pensando que no me voy a enterar). Otras veces ya entran en el terreno de lo chungo, con sentencias como "Es que es verdad que los niños mezclados son más bonitos". Holaaaa... Por cierto, la palabra que usan en China para llamar a alguien birracial significa literalmente "sangre mezclada".

Cuando vamos a la clínica del barrio a ponerle las vacunas, veo a las abuelas de bebés chinos mirándolo y me imagino las comparaciones que se están haciendo en la cabeza. La más obvia, sobre todo ahora en invierno, es la diferencia en la cantidad de ropa. A los bebés chinos los llevan muchas veces envueltos en literalmente edredones. Cuando ven a Baby A. dicen que "los niños extranjeros resisten mejor el frío". ¿Perdona? ¿No será que llevas tú a tu bebé que va a criar pollos? Otra comparación muy obvia es que los bebés chinos tienen tendencia a estar muy gordos y Baby A. es tirando a delgadito. Yo antes pensaba que los bebés chinos estaban gordos porque los inflan a biberones, pero conozco dos casos de bebés foca que, igual que Baby A., solo han tomado leche materna, así que ahora no sé por qué será. Quizás por las "sopas nutritivas para tener más leche" que toman las chinas, o quizás por la creencia que tienen de que los bebés no se pueden mover porque se rompen y no les dan oportunidad de hacer ejercicio. La vecina de abajo tiene un bebé que nació 2 días antes que Baby A. y pesa 3 kilos más. Tres kilos en un bebé de 6 meses es UN MONTÓN, como os podéis imaginar.

Tendré que ir viendo cómo se desarrolla la obsesión con los niños "diferentes" y si la gente se pone muy pesada cuando Baby A. sea mayor y entienda lo que dicen. Es que imagínate ser un niño, ir al parque y que todo el mundo te eche piropos y diga que eres mejor que los demás niños... (y quizás los demás niños hasta te dejen de lado por tanta comparación odiosa de sus madres/abuelas). O te conviertes en un creído de mierda o te entra un trauma que no quieres ni salir de casa... no sé, no sé. ¡Por no hablar del choque cuando vaya a España y nadie pestañee al verlo!

jueves, 13 de diciembre de 2018

La fiesta de los 100 días

El domingo pasado, 9 de diciembre, fue el día 100 fuera de la barriga de Baby A. y para celebrarlo organizamos una fiestaca, como es costumbre por estos lares. Supongo que es más o menos el equivalente a los bautizos en España, pero sin la carga religiosa. En la fiesta de los 100 días lo que se hace es invitar a toda la familia y amigos para que vean al bebé. También hay algunas tradiciones como raparle la cabeza, pero yo de esto pasé y nadie dijo nada (menos mal). Al final tampoco se puso ninguno de los oros que le habían regalado durante estos meses (menos mal x2).
Baby A. llevando todos los oros que le han regalado.

Hicimos la fiesta en un hotel que hay aquí cerca y había más invitados que en la boda china (y que en la española). ¡¡Unos 180!! C. invitó a todo quisqui de sus amigos y del trabajo y su madre también invitó a sus amigas. Este tipo de fiestas sirven para recuperar todo el dinero que has tenido que dar cuando otra gente tiene hijos, ya que es costumbre dar un sobre rojo con dinero a los padres del bebé. Pero en realidad todo lo que recuperas te lo acabas gastando en la fiesta...

Últimamente las fiestas de los 100 días a las que he ido se están saliendo de madre y tienen entretenimiento y regalos para los niños asistentes. Yo lo odio porque aquello se convierte en un gallinero insoportable con música a todo trapo y no puedes ni comer a gusto. Así que no tuvimos nada de eso y los niños invitados tampoco se aburrieron, si los niños con correr entre las mesas y jugar con los globos de la decoración ya se lo pasan pipa. Lo que sí dimos fue un regalo de agradecimiento por familia, como es tradición. Era una caja con unos pastelitos de estilo chino que están buenísimos.
Y además son muy bonitos. La pastelería se llama 唐饼家 Tang's Cake y es de Shanghai, pero en Suzhou también hay sucursal.

Todo el mundo estaba muerto de curiosidad por ver al bebé porque en China están obsesionados con los bebés extranjeros o mezclados y nosotros no habíamos colgado ninguna foto suya en internet. En chino hay hasta una palabra especial para describir la acción de compartir fotos de tu bebé en redes sociales: 晒娃.
Bueno, C. colgó una serie de fotos pero con este filtro que te pone cara de muñeca pepona.

Todos los invitados (sobre todo las invitadas) querían cogerlo en brazos y Baby A. fue pasando de mano en mano todo el rato. Pero, oye, él contentísimo. Le encanta que todo el mundo le haga caso (por lo menos de momento, no sé si más adelante se volverá tímido). Se portó muy bien y lanzó sonrisas a diestro y siniestro. Luego, al volver a casa en el coche, cuando ya no había invitados delante, se cagó enterito, la caca (a.k.a. puré de calabaza) se salió por el lado del pañal y atravesó dos capas de ropa. Al menos esta vez no llegó a la sillita. No os preocupéis, de eso no os voy a poner foto.

La fiesta la organizó C. y yo solo elegí el menú, mandé unas fotos para que hicieran la decoración y compré los pastelitos de regalo. Así que yo no tenía ni idea de cómo se iba a ver el sitio y me sorprendí gratamente.



Nuestra mesa.

C. dando un discurso.

Aparte de los típicos sobres rojos con dinero, a Baby A. le regalaron un osito con luces y música, una pandereta electrónica que habla en inglés y unos libros.


martes, 27 de noviembre de 2018

Moda infantil en China

A mí la verdad es que nunca me habían gustado especialmente los bebés, y antes de tener al mío solo había cogido en brazos a uno una vez (y se puso a llorar enseguida), pero la ropita de bebé siempre me ha parecido muy mona. La moderna, no la tradicional con faldones y cosas de esas. Pero, ay amigos, hasta que llegué a China y vi lo que les ponen aquí a los niños... ¿qué han hecho los pobrecitos para merecer este ultraje?

- Pantalones con abertura
Esto es lo que más choca cuando llegas a China: ver a los niños correteando con el culo al aire porque tienen un agujero o raja en los pantalones. Esto se debe a que a los niños chinos los enseñan a hacer sus necesidades a demanda, es decir, cuando su madre o abuela los pone en cuclillas y emite una especie de silbido. Como los ponen en cualquier momento y lugar (si están en la calle, pues en un árbol, encima de una papelera, o en el mismo suelo), no llevar pañales y tener los pantalones agujereados ahorra tiempo.

La madre de C. trajo un día una bolsa llena de ropa de bebé de segunda mano de la prima de C., y absolutamente todos los pantalones eran abiertos. Yo no quise ni uno porque, lo siento mucho, pero aunque mi bebé sea medio chino no va a ir por ahí con el culo al aire. Luego un día fue a una tienda y vino cargada con un montón de ropa. Los pantalones están cosidos, pero la costura de la entrepierna es más sencilla y se puede abrir fácilmente con una tijera para convertirlos en pantalones abiertos.


- Estampados y diseños horrorosos
Cada vez que paso por una tienda de ropa china para bebés me entran ganas de llorar porque es todo un horror. Unas combinaciones de colores, unos estampados feísimos, palabras sin sentido en inglés por doquier, conjuntos que parecen pijamas, vestidos de princesa y millones de volantes para las niñas... "Por suerte", solo una persona me ha regalado ropa de este estilo, un amigo de C. que vino a ver al niño y nos trajo una caja regalo con esto:
Los voy a usar como pijama porque no me gusta tirar cosas nuevas... pero no he visto cosa más horrorosa en mi vida, jajaja. Y lo peor es que he visto a niños vistiendo ropa en este plan por la calle.


- Más capas que una cebolla
Yo creo que ya lo he mencionado alguna vez: para los chinos, el frío causa todo tipo de enfermedades y es probablemente la causa de muerte número uno. Y como los bebés son tan pequeñitos y delicados, hay que tener especial cuidado y abrigarlos bien para que no cojan frío. Así que a los pobres los envuelven en tropecientas mil capas de ropa hasta que no se pueden ni mover y se les ponen las mejillas coloradotas.
Así llevan a los bebés cuando hace 30 grados, que la brisa de septiembre es muy traicionera.

- Babero posterior
Esto está relacionado con el punto anterior. Como llevan a los niños excesivamente abrigados, los pobres sudan que es una barbaridad, sobre todo cuando son un poco más mayorcitos y corretean por ahí. Entonces les ponen una especie de toalla que se mete por el cuello, entre la piel y la ropa, y tiene un extremo con dibujitos que sobresale. Así la toalla absorbe el sudor. ¿No sería más fácil quitarle una de las capas de ropa, que si está sudando es porque lleva demasiadas? Nooo, qué va, mucho mejor ponerle el babero posterior.



- Zapatillas oruga
Estas zapatillas supongo que son cómodas porque no hay que andar preocupándose por los cordones, pero me dan coraje porque las tienen absolutamente todos los niños de China. ¡¡Son una plaga!! ¡¡Como las orugas esas peludas asquerosas en primavera!!


- Oros
Vale, esto no es algo que les pongan a los niños en el día a día, pero tienen la costumbre de regalarles cosas de oro a los bebés: pulseras, tobilleras y colgantes. Algunas aparte de oro también llevan jade. Si me hubieran regalado una o dos probablemente no hubiera dicho nada, pero es que tengo 7 u 8 cosas de estas de oro. Se supone que se las tengo que poner cuando hagamos su fiesta de los 100 días, que será el 9 de diciembre. Como le tenga que poner todos los oros que le han regalado, va a parecer M. A. Barracus, el del Equipo A. Mirándolo por el lado bueno, si hay otra crisis y todos mis ahorros se quedan en nada, puedo vender todo este oro y recuperar algo.
Lo que les gusta a los chinos el oro bien amarillo y brillante. A mí me parece una horterada, pero para gustos colores.


- Cabezas rapadas
Esto no es ropa ni complementos, pero forma parte de "la moda china". Aquí muchos siguen creyendo que si le rapan la cabeza a los niños, el pelo les crecerá más grueso y fuerte. Bueno, la verdad es que en España también hay gente que sigue pensando que esto es verdad (no lo es). A mí me da cosita ver a los bebés con la cabeza rapada porque parece que tienen cáncer o algo... También se hace cuando los bebés celebran su fiesta de los 100 días. Como podréis imaginar, yo no tengo intención de raparle la cabeza... y menos en pleno invierno.


Más entradas sobre moda china: la moda premamá, horrores estilísticos y las camisetas en inglés de Taobao.






viernes, 2 de noviembre de 2018

Dos meses de mamá

¡Baby A. cumplió dos meses el miércoles! (Y hoy cumple 8 semanas). Para "celebrar" su cumplemes le pusimos la vacuna de la tuberculosis, pobrecito. En España esta vacuna hace mil que no se pone pero en China es obligatoria. Da mucho miedo porque tienen que meter el líquido muy despacio y se va formando una mancha blanca alrededor del pinchazo. Y después queda una cicatriz...


Estos dos meses se me han hecho bastante largos, debe ser porque no he hecho prácticamente nada aparte de dar la teta, tener al niño en brazos y enredar con el móvil. Tengo que desengancharme del puto móvil a la de ya y leer más en el kindle. Ahora estoy leyendo Harry Potter (no lo había leído nunca) y voy ya por el quinto libro. El primer mes me daba cosita salir de casa con el niño tan pequeño y cuando me decidía a salir se cogía unos cabreos impresionantes (supongo que elegiría yo mal el momento y tendría hambre o algo). Ahora ya le gusta salir en su carricoche, a veces se duerme y otras va mirándolo todo.

Su primera salida importante fue cuando tenía 24 días y tuvimos que ir al consulado en Shanghai. Fuimos en tren (y tuvimos que comprar billetes de primera clase porque si no no había espacio para el carricoche) y luego en metro. En el metro solo tuvimos que cambiar de línea una vez, pero tiene huevos que en la estación principal de Shanghai (People's Square) no haya ascensor para hacer el cambio de la línea 1 a la 2. O, si lo hay, lo tienen bien escondido para que nadie lo encuentre. Otra cosa muy graciosa es que, según la estación (de la misma línea), el ascensor para ir del andén al piso de arriba está en un extremo o en otro del andén. Vamos, que entras por un extremo, te montas en el metro, te bajas y tienes que andar tooooooda la longitud del andén hasta el otro extremo para coger el ascensor. Una planificación genial. La gente que vaya en silla de ruedas, si ya de por sí se mueven más despacio, pierden más tiempo todavía con tanta vuelta.
El carricoche se conduce muy bien pero pesa bastante.

A finales de septiembre vinieron mis señores padres, mi hermano y su novia. No hicimos mucho turismo, pero dimos paseítos por el barrio y comimos en muchos restaurantes.
Fuimos a un templo budista recién construido.

Mi suegra está aquí de lunes a viernes para que no esté yo sola. Y menos mal, porque si no no sé qué comería yo (probablemente tendría que andar pidiendo comida a domicilio casi todos los días) y el piso estaría hecho una mierda. Además es que no podría yo sola con el bebé y con la perra, que ahora es oficialmente minusválida. Tiene displasia de cadera y las articulaciones desgastadas, no se puede levantar sin ayuda y anda con mucha dificultad. Encima tiene también problemas intestinales y no quiere comer...
Nico ha estado varias veces ingresada y con gotero...

En estos dos meses hemos tenido dos sesiones fotográficas (sí, me he enganchado desde que nos hicimos las fotos de maternidad): la sesión de recién nacido, cuando Baby A. tenía dos semanas, y otra sesión con toda la familia en la que nos vistieron como en las telenovelas de la época precomunista.
La sesión de recién nacido fue en casa.

Me encanta mi peinado. El vestido también era chulo pero obviamente tuve que encoger barriga para las fotos.

A mediados de octubre fuimos al hospital para la revisión de los 42 días. En ese momento, Baby A. pesaba 4,6 kg y medía 58,4 cm. ¡¡Ya casi no cabe en el carricoche!! Pues le quedan dos meses más por lo menos, así que tendrá que doblar las rodillas. ¡¡No haber crecido tan rápido!! El médico dijo que estaba muy delgado pero es que para los chinos los bebés tienen que ser obesos (menudas foquitas vi el otro dia en la clínica de vacunación). La que sí tiene kilitos de más soy yo, y no pongo foto de mi barriga porque me da vergüenza. Pero bueno, tardé 9 meses en hornear el bollito así que ahora me daré otros 9 meses de plazo para volver al peso que tenía antes.

¡Y hasta aquí el resumen de estos dos primeros meses!