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jueves, 30 de septiembre de 2021

Escapadas en Cádiz

Hoy quiero dejar constancia de un par de escapaditas que hicimos en verano. Lo pasamos entero en Chipiona (bueno, un tercio de junio, todo julio y todo agosto) y la verdad es que no nos hemos movido mucho, menos un par de días. También es verdad que yo solo he tenido dos días de vacaciones y que en verano todo Cádiz está hasta la bandera y con unos precios de locura... Pero bueno, algo hay que hacer cuando se tiene la oportunidad.

En junio, cuando vino mi amiga alemana con su familia, hicimos una excursión a Arcos de la Frontera, un pueblo muy bonito con buenas vistas.

Y con muchas cuestas también.

Parece que este mirador se llama Balcón del coño, pero allí no lo ponía.

En teoría, porque "¡Coño!" es lo que dice la gente al asomarse.

Un arco...

Y otro más.


Y a finales de agosto me cogí un par de días libres y fuimos a otro pueblo "de la frontera", esta vez Vejer.

El Palmar, la playa de Vejer.


Vejer propiamente dicho. ¡Más cuestas!

Este rinconcito aceptaba donaciones para mantener las plantas.

La Plaza de España.





lunes, 23 de agosto de 2021

Anécdotas de chinos en España

El socorrista de la piscina pensaba que C. era japonés. Es algo que le pasa a menudo, incluso en China, aunque allí más bien suelen pensar que es coreano, y él bromea diciendo que es de Xinjiang. Una vez en Xiamen lo saludaron con un "anyong haseyo" achinado que debía ser la versión del "hallo" que usan con los coreanos. Un par de veces también le han dicho que se parece a un jugador de béisbol japonés de cuyo nombre no puedo acordarme.

El falso japocoreano haciendo la prueba del magnetismo de la vacuna de covid (tres meses después de ponérsela y en el otro brazo xD).

 

Total, que un señor mayor lo vio nadando en la piscina aquí en la urbanización y le preguntó al socorrista si era japonés. "Sí", fue su respuesta, aunque C. habla con él todos los días y ya le había dicho que era chino. Entonces el señor mayor se puso a hablar con C., y al rato me acerqué yo, sospechando que no se estaría enterando de mucho. Resulta que el señor era de Coria del Río y hacía poco se había enterado de que su bisabuela se apellidaba Japón, así que era descendiente de los japoneses que se instalaron en Coria del Río hace varios siglos (una historia muy interesante que se puede leer aquí y de la que casualmente habíamos estado hablando C. y yo hacía unos días).

Ahora el socorrista ya tiene clara la nacionalidad de C. y siempre lo saluda con un "nihao", aunque luego se pone a hablar en inglés ya que el chino no le da para más (normal).

Desde que estamos en España hemos ido a varios bazares de chinos, pero restaurantes solamente a uno en Cáceres hace un par de meses. Queríamos ir a un restaurante que hay en Rota, el pueblo al lado de Chipiona, porque resulta que se abrió en 1968 y es uno de los restaurantes chinos más antiguos de España. Lamentablemente, llamé para reservar y me dijeron que tienen el comedor cerrado y que solo entregan a domicilio (¿será por el covid? Ni idea. Los chinos son muy cautelosos con este tema). A bazares hemos ido a varios. En Cáceres hemos ido a uno muy grande de cuyo dueño C. dice que seguro que es el capo de los chinos de allí. A los de los bazares parece resultarles curioso ver a un chino que no conocen, con pinta de turista y con una española. También les hace mucha gracia que A. hable chino. En la primera visita al bazar de Cáceres ya nos hicieron descuento. En la segunda, le preguntamos al dueño dónde podíamos encontrar vinagre chino y, tras hacer unas llamadas, nos mandó a una tiendita de golosinas regentada por una pareja de chinos jóvenes en la que, además de pan y gusanitos, en una esquinita tenían tallarines importados, salsa de soja y vinagre chino.

¡La misma marca que compramos en China!

 

Aquí en Chipiona también hemos ido a varios bazares (es sorprendente la cantidad de ellos que hay). En el primero al que fuimos enseguida nos preguntaron qué hacíamos aquí. Que por qué habíamos venido, si en China la situación era mucho más segura. Lo decían con cara de "yo si pudiera me iba". Los chinos que viven aquí desde luego le tienen mucho más respeto a la pandemia que los españoles. La pareja dueña de ese bazar tiene dos niñas y siempre que vamos les dicen que hablen en chino con "el hermanito". En China, a alguien ligeramente más mayor que tú lo llamas hermano/a mayor (哥哥 gege/姐姐 jiejie), y a alguien un poco más joven, hermano/a menor (弟弟 didi/妹妹 meimei). Los de este bazar ya nos saludan hasta cuando simplemente pasamos por delante de su puerta. En la última conversación hace un par de días, el hombre nos contó que viven en el piso que hay encima del bazar y que en invierno también va bien el negocio (esto se lo preguntamos porque en invierno aquí vive poca gente).

En el restaurante chino al que fuimos en Cáceres (que era chinospañol, por supuesto. En Cáceres no hay chinos chinos. Podríamos montar uno... algo así modernito).

Comiendo con palillos y cuchara a la vez, como buen niño chino.


jueves, 29 de julio de 2021

Mis vacaciones con trabajo

 ¿Habéis oído hablar de eso que se llama working holidays? Es cuando la gente se va a un país (normalmente lejano) de turismo durante una buena temporada pero también hace algunos trabajillos. Creo que las "vacaciones con trabajo" más famosas son las de irse a Australia o Nueva Zelanda y quedarse allí varios meses viéndolo todo y recogiendo fruta o trabajando en una granja. Pues yo ahora mismo me siento como si estuviera en unas vacaciones con trabajo de esas... aunque sigo trabajando a tiempo completo, como antes. Pero la diferencia es que ahora empiezo dos horas más temprano que cuando estaba en Suzhou, para coincidir más horas con la gente de la oficina que está en China, y obviamente también salgo dos horas antes. Así que a partir de las cuatro de la tarde soy libre como el sol cuando amanece yo soy libre.

Despacho con vistas.

 

Si a eso le unimos que aquí no se hace de noche hasta las 10 o así, me queda una tarde larguísima en la que me da tiempo a ir a la playa o a la piscina. Vamos, como cuando estoy de vacaciones, solo que la sesión playera matinal me la salto.

A las 10 y pico de la noche.

En cambio, cuando estoy en Suzhou, termino de trabajar a las 6 y ya es prácticamente de noche (en invierno, lo es; en verano anochece a las 7 o así). Lo único que me da tiempo a hacer es a ver los dibujos un rato con el niño, cenar, bañarlo y acostarlo. Allí se acostaba más temprano que aquí; como hay tanta luz, se está durmiendo a las 11 últimamente... Así que por la noche si que no tengo tiempo de hacer nada. Y por la mañana me levanto más temprano que antes, claro. En ese sentido no tengo sensación de estar de vacaciones.


domingo, 4 de julio de 2021

Resumen de junio

 ¡Pues ya llevamos un mes y medio en España! Qué rápido se me está pasando, y qué poco tiempo tengo para actualizar. Ni inspiración, la verdad. No tengo tiempo ni para pensar; entre el trabajo, que llevamos un mes de auténtica locura, los papeleos para la tarjeta de residencia de C., y que más que un niño parece que tengo una lapa, pocas entradas puedo escribir. Pero no quiero dejar esto aparcado, que cuanto más lo dejas, más cuesta retomarlo. No sé si tendré que cambiarle el nombre al blog también, porque en Suzhou no voy a estar por una larga temporada y no sé si escribiré muchas cosas relacionadas con China. Bueno, ya veremos.

¿En todos sitios se ha puesto de moda esto de las letras con el nombre del lugar?

 

En junio estuve liada con un montón de trámites. Tuvimos que ir a empadronarnos, a echar los papeles para que Baby A. pueda ir al colegio en septiembre, registrarlo como beneficiario de mi Seguridad Social, ir a tramitar la tarjeta de residencia de C... Entre medias, el niño se cogió un virus y llegó a tener 40 de fiebre, fuimos al hospital y lo primero que le hicieron fue un test de antígenos y luego una PCR. No sé por qué en España hacen las pruebas por la nariz, y encima por las dos fosas nasales, como si no se fiaran de una sola. En China lo hacen en la garganta y es mucho menos desagradable. Después de que ya se le pasara la fiebre, le salió una erupción por todo el cuerpo y otra vez nos fuimos a urgencias... Menos mal que en el hospital no había literalmente nadie, nada que ver con China donde los hospitales parecen las Ramblas un sábado por la tarde.

He conseguido terminar todos los papeleos ya menos la tarjeta de residencia de C. Resulta que en la oficina de Extranjería de Cáceres no cogen el teléfono ni por casualidad y no publican su dirección de email en internet, así que fuimos a la cita con los documentos que se necesitaban según una web del ministerio. Total, que no eran esos los que ellos querían. Para demostrar que estamos casados yo llevaba el Libro de Familia pero me dijeron que eso no sirve para nada, que tiene que ser un certificado de matrimonio expedido hace tres meses como máximo, no vaya a ser que nos hayamos divorciado o algo (la tarjeta que está pidiendo C. es la de familiar de ciudadano comunitario). La cosa es que, como nuestro matrimonio se inscribió en el consulado de Shanghái, ese certificado había que pedirlo al registro central de Madrid donde, según el funcionario, tardan siglos en tramitar las cosas y se nos iba a pasar el plazo (hay que solicitar la tarjeta en un plazo de tres meses desde que entras a España). Pues qué bien. Me dijeron que a ver si lo podía pedir directamente en el consulado y que me lo mandaran (porque encima quieren el papel original, no vale el escaneado). Total, que yo pedí el certificado al registro central de Madrid (se pide por internet, menos mal) y al consulado. De Madrid no tengo noticias, por supuesto, y en el consulado me lo hicieron enseguida, fue un amigo a buscarlo y ahora el papel está de camino con DHL.

Otra cosa que, según internet, era imprescindible para tramitar la tarjeta era tener un seguro médico. Ya nos lo hemos hecho tanto C. como yo, pero en la oficina de Extranjería lo que me pidieron fue la tarjeta de la seguridad social... Yo no entiendo nada. También me han hecho traducir mi contrato de trabajo al español. En fin, que por lo menos ir allí me sirvió para saber qué papeles necesitaba, y cuando llegue el certificado de matrimonio tendré que volver a pedir cita.

Otro de los trámites que hicimos, aunque este fue muy sencillo, fue hacernos socios de la biblioteca.

 

Lo de la escolarización del niño está en trámites porque ya se había pasado el plazo. Llamé al colegio al que quiero que vaya y me dijeron que había plazas, pero las solicitudes fuera de plazo las van tramitando por orden de llegada y creo que me mandan una carta a casa para decirme si vamos a ese cole o a otro. ¿Cuándo llegará la carta? A saber...

En junio estuvimos diez días en Chipiona porque vino mi amiga alemana con su marido y su bebé. Yo no tengo vacaciones, trabajo de 7 a 4, pero al menos tengo toda la tarde libre y cunde bastante, como anochece tan tarde... Chipiona estaba prácticamente vacío y hacía bastante fresco, solo fuimos a la playa un par de días. Cuando mi amiga se fue nos volvimos pa Cáceres porque en Chipiona si no hace calor para ir a la playa, poco más hay para hacer... ¡Pero el martes nos volvemos para allá! Nos quedaremos todo el verano, supongo, menos cuando me den cita en Extranjería y tengamos que volver a Cáceres con toa la calor a solicitar la dichosa tarjeta.

El faro de Chipiona.

En la playa.


Otro día tengo que escribir una entrada con mis impresiones de España. La principal es que prácticamente todo es más barato que en Suzhou...

viernes, 13 de marzo de 2020

Recomendaciones para la cuarentena

Esta semana he estado muy ocupada en el curro y no había tenido tiempo de actualizar hasta ahora. Y, ay, amigos, que ya tenéis al bicho en España bien implantado. Yo había apostado que allí no se iba a cancelar ninguna fiesta por el coronavirus y, sinceramente, me alegro de haberme equivocado. Ya habrá tiempo de quemar las fallas más adelante. Las procesiones de Semana Santa también habrá que aplazarlas probablemente. Ya sé que, por ahora, se ha dicho que los colegios van a cerrar dos semanas, pero la realidad es que, viendo como ha sido aquí, el cierre va a durar mínimo un mes y medio. Aquí en China los estudiantes siguen dando clases por internet y no hay todavía una fecha definitiva para volver a las aulas.

Lo que no esperaba yo es que fuera a haber tantos casos en España. No es por alarmar, pero en España ya ha habido más muertes por coronavirus que en cualquier provincia china, a excepción de Hubei.
Pantallazos de coronavirus-map.com



Si exceptuamos Hubei, la provincia china con más muertes es Henan, con 22. En Henan hay una población de 94 millones de habitantes según el censo de 2010, así que es casi el doble que España, y han tenido menos de la mitad de muertes

Por lo que me están contando por WhatsApp, en España la gente no se está tomando muy en serio el virus (bueno, menos en lo que respecta a asaltar el supermercado). Que sí, que no es pa tanto, yo misma lo he dicho varias veces, pero tampoco es para hacer vida como si nada. Que aunque a ti mismo quizás no te vaya a afectar mucho si te infectas, no es plan de ir cargándote a todos los viejos y enfermos que te cruces por la calle. Lo que pasa si se sigue haciendo vida normal es que los hospitales acaban colapsados y la gente infectada se muere porque no puede recibir tratamiento a tiempo. Vamos, lo que pasó en Hubei.

Así que nada, yo que ya tengo experiencia en el tema os dejo aquí unas recomendaciones que son de sentido común y que ya las habréis visto en otros sitios, pero así me quedo tranquila.

- Evitar salir de casa en la medida de lo posible. Esto en China fue relativamente fácil porque, como todo estaba cerrado, tampoco se podía ir a ningún sitio aunque quisieras. Así que solo podíamos ir al supermercado.

- Trabajar desde casa si se puede. Bueno, esto para mí fue fácil porque siempre trabajo desde casa. En la empresa de C. trabajaron desde casa dos semanas y después volvieron a la oficina, donde siguen estando con mascarillas a pesar de que ya no hay casos en Suzhou. En los trabajos que requieran presencia física, habría que mantener una distancia de al menos metro y medio entre una persona y otra y, si hay comedor, la gente se debería sentar separada y no charlar.

- Cuando la claustrofobia aprieta, se puede ir a dar una vuelta a un parque o zona abierta donde no haya mucha aglomeración de gente.

- Evitar tocarse la cara en la medida de lo posible cuando se está fuera de casa (a mí siempre me empieza a picar la nariz, la oreja o un ojo cuando estoy en el supermercado, no falla).

- Al volver a casa, lavarse las manos enseguida, colgar el abrigo en el balcón y desinfectar con alcohol las llaves y lo que se haya tocado al entrar en casa (pomos de puertas, etc).

-Cuidado con las cosas que pasan por muchas manos, tipo los botones del ascensor o del telefonillo. Se puede apretar el botón con las llaves que luego se van a desinfectar, o con el codo.

Que sí, que parece muy exagerado, pero quedándose todos en casita es como se mata al bicho. Nada de cafetitos en la terraza del bar, nada de llevar a los niños a jugar al parque, nada de quedar un ratito. Se puede hablar con los amigos por teléfono y aprovechar el tiempo en casa para leer, ver pelis, cocinar, hacer pan, hacer manualidades, o lo que surja. Yo después de las primeras dos semanas a veces pensaba "Hoy voy a salir un rato a que me dé el aire por aquí por la urbanización" y después me liaba haciendo cosas y ni me daba tiempo.

Venga, ánimo.


miércoles, 23 de octubre de 2019

Excursiones por Cáceres

Viajar con un niño pequeño es un coñazo porque no aguanta estar sentado durante mucho tiempo, pero tampoco es plan de estar siempre en casa haciendo lo mismo. Así que, cuando estuvimos en Cáceres, fuimos a hacer algunas excursiones por los alrededores. A mí personalmente no me vino nada mal porque en la provincia de Cáceres hay sitios superbonitos a los que nunca he ido, o he ido hace más de 20 años. Parece que cuando llega la hora de planear un viaje solo se me ocurren sitios que están lejos, cuando cerca también hay un montón de cosas por descubrir.

Un sábado que habían venido mi hermano y B. fuimos a Hervás, un pueblo que hay en el norte de Cáceres y al que yo no sé si había ido alguna vez con alguna excursión del colegio. Sonarme no me sonaba nada. Hervás es famoso por su barrio judío y en general por ser un pueblo bonito. Además está a la entrada del Valle del Jerte, que tengo pendiente para el siguiente viaje.

Plaza de Hervás.
En verano se tiene que estar muy fresquito aquí.


Una calle típica de Hervás.


Había muchos castaños y C. ya empezó a montarse películas sobre exportar las castañas a China.
Queso de la zona.


Por la tarde aprovechamos para acercarnos a Granadilla, un pueblo que tuvo que ser abandonado en los años 50 debido a la construcción de un embalse. Al final el agua no llegó al pueblo y hace unas décadas se empezaron a restaurar las casas, aunque sigue sin vivir nadie allí. Pero van grupos de estudiantes para participar en las tareas de restauración y se quedan en las mismas casas restauradas. A mí me hubiera encantado que me llevaran con el instituto.
Castillo a la entrada de Granadilla.

Las casas restauradas y las derruidas.

El embalse de Gabriel y Galán.

La plaza de Granadilla.



martes, 15 de octubre de 2019

Viaje a Cataluña

Al final, entre unas cosas y otras, no tuve mucho tiempo para actualizar el blog en España. Ahora que estoy de vuelta a la rutina, ya tengo tiempo para ponerme al día y contaros qué más hice en mis vacaciones. Vamos pues con la crónica de nuestro viaje a Cataluña, donde viven aproximadamente la mitad de los 10 lectores de este blog.

Normalmente vamos allí en coche, pero con el niño eso podía ser la muerte a pellizcos así que fuimos en avión desde Badajoz, que solo se tarda una hora y poco. El aeropuerto de Badajoz tiene dos vuelos al día y en la cafetería se desayuna muy bueno y barato, lo que no se puede decir de prácticamente ningún otro aeropuerto.



En Cataluña estuvimos de visitas familiares y también hicimos turismo gracias a la magnífica guía y chófera que es Tita N. Un día hicimos una comilona familiar y nos juntamos 30.
Superpaellas.

Supermesa.

Estuvimos en Valls, Tarragona, Cambrils y Reus. Visitamos una bodega de la zona, fuimos a las fiestas de Santa Tecla, vimos castells, nos cayeron dos tormentas y vimos el arcoíris dos veces, probé los calçots por primera vez en mi vida y fuimos a un manicomio. Vamos, una visita bien completita.
Abuelas en pleno paseo.

Con esta casa C. se empezó a hacer paranoias mentales de montar un hotel y traer chinos.

Calçotsde Valls, aunque sean fuera de temporada. Por lo menos los he probado.

Castellers petrificados en Tarragona.

Después de la tormenta en Cambrils.

Manicomio donde ya quisiera estar más de uno en Reus.



martes, 10 de septiembre de 2019

Vacaciones en Chipiona

¡Qué ganas tenía de venir a España y no tener que estar todo el rato mirando la app de la contaminación! ¡Aquí hay cielo azul todos los días! ¡Viva, viva!

La segunda quincena de agosto la pasamos en Chipiona, para no faltar a las tradiciones y continuarlas con Baby A. Se lo pasó teta encroquetándose y bañándose en la playa y, como podéis ver en las fotos, su uniforme oficial era la camiseta de surf y el gorro de los dinosaurios.


 
Esa pala roja creo que es de cuando yo era pequeña. Hasta las cosas de plástico las hacían mejor antes...

En Chipiona siempre hacemos lo mismo cada día: playa por la mañana, piscina por la tarde y cena fuera o paseíto y helado por la noche. Pero este año con el peque no hemos salido casi por la noche porque a las 9 ya le entraba sueño. Yo salí un par de días con mis amigos, dejándolo previamente acostado, y uno de los días se despertó y no quiso volver a dormirse sin mí. El otro día sí se quedó dormido, menos mal.

Con mis amiguitos de toda la vida. Yo la más blanca de toda la playa.

Un día que fuimos a comer por ahí.

¿Que por qué no sale C. en ninguna foto? Porque todavía no está aquí... ¡llega el viernes!