lunes, 26 de mayo de 2014

Precio para extranjeros, precio para chinos

Todos los extranjeros en China nos hemos quejado alguna vez de que se nos intente estafar cobrándonos más dinero del que pagaría un chino. Los ejemplos son miles: el típico taxista que no quiere encender el taxímetro y te dice una cantidad a voleo por si cuela y no sabes cuánto debería valer el trayecto; el frutero del carrito callejero que intenta metértela doblada; las dependientas de mercados para guiris tipo el mercado de la seda de Beijing que te piden 800 yuanes por un pañuelo, etc. 

Yo odio regatear. Al principio hace gracia, pero cuando tienes que perder media hora discutiendo para cada cosa que quieres comprar pues te acabas hartando. Hay muchos trucos para regatear, entre ellos hacer como que te vas o interesarte por un producto distinto al que quieres realmente (porque, casualmente, lo que quieras comprar siempre será lo mejor y más caro). Hablar chino también ayuda, en mis primeras visitas al mercado de la seda mis frases favoritas eran: "Venga, un poquito más barato, que soy estudiante" y, cuando me pedían un precio demasiado alto, "¿Pero es que te has creído que soy americana??".

Pero bueno, que yo lo quería contar es que este fin de semana hemos experimentado un caso curioso de "precio diferente por ser extranjero". Todo empezó el sábado por la tarde. Mi compañero de trabajo J. quería cortarse el pelo y no habla nada de chino, así que le acompañé a la peluquería que vamos normalmente. C. también quería ir pero por un problema logístico no pudo ir el sábado. Así que fuimos J. y yo. En las peluquerías chinas hay diferentes precios, dependiendo de si te corta el aprendiz, el maestro o el master del universo (en orden de más barato a más caro). En la peluquería a la que vamos siempre antes tenían un cartel de "oferta especial, lavar, cortar y secar 40 yuanes" pero ya no lo tienen. Es igual, nos conocen y saben que somos extranjeros agarraos y que queremos el corte más barato. Así que sin preguntarnos qué peluquero queremos ni nada, a la hora de pagar nos piden solamente 40 yuanes. Hasta aquí todo bien.

Lo gracioso fue al día siguiente. C. fue a la misma peluquería y le cortó el pelo el mismo peluquero que se lo había cortado el día anterior a J. A la hora de pagar... a C. le cobraron 88 yuanes. ¡Más del doble! Parece que la oferta de corte de pelo a mitad de precio solo es válida para extranjeros.

No era esta peluquería pero era la foto que tenía más a mano.

lunes, 19 de mayo de 2014

Una más en la familia

Desde hace una semana somos tres en casa. Esta es nuestra nueva compañera de piso. Se llama Nico (de Nicole).


Nico es un Golden Retriever de 6 años y pico y está como una vaca. Antes era de Charley, luego se la dio a un amigo, ahora el amigo está enfermo y no la puede cuidar. Así que nos la hemos traído al piso.

Yo siempre he pensado que un piso no es el mejor sitio para un perro grande, pero Nico es totalmente un perro casero. Durante el día, cuando estamos trabajando, está tranquilamente tumbada y no hace nada, ni muerde cables, ni muebles, ni rompe nada. El único pero que tengo es que mi suelo siempre está sucio, de pelos rubios, restos de babas y huellas cuando venimos de la calle.

A Nico no le gusta hacer ejercicio (de ahí su sobrepeso) y cuando salimos a la calle enseguida quiere volver a casa. Pero como tiene que perder 8 kilos la obligamos a andar. A veces se pone tozuda, estira hacia atrás y no quiere moverse. En esos casos hay que sobornarla con un huesito de pienso prensado. Y es que si algo le pierde es la comida. Esta tarde se acababa de comer un huesito y su bol de pienso; yo me estaba comiendo una zanahoria y ha venido a ponerme la cabeza en la pierna y a mirarme con cara de penita. Le he dado la mitad de la zanahoria. Soy una blanda.

Dame argoooo

Cuando llueve es un rollo porque se pone pingando y luego me deja el suelo hecho un cristo, así que C. compró en Taobao un impermeable y unos zapatos perrunos. Ayer fuimos a la tienda de mascotas a bañarla y al ir a recogerla aprovechamos para probarle las cositas nuevas.

El impermeable, con pantaloncitos y todo.

Ponerle los zapatos fue un show, y no me he reído más en mi vida. Si nunca habéis visto a un perro andar con zapatos podéis ver este vídeo (yo había visto a perros con zapatos por la calle en China, pero ya estaban acostumbrados, andaban bien y no eran graciosos).

El proceso de ponerle los zapatos
Señora que pasaba por allí y que también se estaba partiendo

Tras andar un rato por la tienda y acostumbrarse salimos a la calle con los zapatos, pero son un rollo, es muy difícil ponerlos bien y se van saliendo poco a poco.



Desde que tenemos perro me he vuelto famosa en el vecindario. La gente se para a hablar conmigo, me comentan que qué gorda está (lo sabemos, 40 kg de pura grasa) y de paso la soban un poco. Bueno, hay gente que le tiene miedo. Hay chinos que le tienen respeto a los perros grandes. Pero tenerle miedo a un golden retriever es como tenerle miedo a un oso de peluche gigante.

Todos los guardias de seguridad de la urbanización me deben conocer como "la laowai con el perro gordo". El sábado por la tarde se pusieron varios a hablar conmigo y aprovecharon para hacerme el típico interrogatorio: de dónde eres, cuánto tiempo llevas en China, qué bien hablas chino, etc; por la noche me crucé con un guardia distinto que me dijo: Te conozco, tú eres de España. Los cotilleos vuelan. Y si siendo extranjera te señalan con el dedo y te gritan hallo, con perro no te quiero ni contar.

jueves, 15 de mayo de 2014

Trabajar con proveedores chinos

El año pasado escribí una entrada comentando el libro Poorly Made in China. En aquel momento ya hablé de mis propias experiencias trabajando con proveedores chinos, pero es que es un torbellino de diversión que nunca se acaba y que daría para escribir una enciclopedia entera. Veamos la última anécdota, acaecida ayer.

Tras varios meses buscando un proveedor adecuado para un producto un tanto especial, por fin conseguimos encontrar el que parece el proveedor perfecto: es una empresa grande, no cualquier tallercito montado en la planta baja de una casa particular; tiene certificados y papeles; tiene una página web en condiciones... Da buena impresión. Las muestras que nos envía son correctas y reciben la bendición del cliente. Negociamos un precio. Pasamos el primer pedido.

Como ya sabemos que con un proveedor chino no te puedes confiar en ningún momento, mi compañero J. va a visitar al proveedor, que está en Hangzhou, para inspeccionar la primera parte del pedido (que por supuesto es urgentísimo y España necesita que lo enviemos por avión lo antes posible). Al llegar allí se encuentra con que lo que han fabricado no tiene nada que ver con las muestras aprobadas.

Nosotros habíamos aprobado esto:


Y el proveedor había fabricado esto:



Al decirle que era diferente, la primera reacción del proveedor fue negarlo todo. "¿Qué dices? ¿Diferente? ¡Pero si es igualito!".

Tras ver que no colaba cambió su táctica: "Es que si tengo que fabricar como las muestras aprobadas, el precio tiene que ser un 25% más caro!".

Pero a ver, hombre de dios, ¿cómo que "si tienes que fabricar como las muestras aprobadas"? ¿Para qué retruécanos quiero una muestra si no es para ver cómo va a ser el producto final? Si sabías que no podías fabricar como las muestras en grandes cantidades, ¿por qué no lo dices? ¿Por qué intentas metérmela doblada? ¿Para ver si cuela?

Y esto, amigos, es el día a día en nuestra oficina.


viernes, 9 de mayo de 2014

Lejos del mundanal ruido: Wuyuan (II)

En Qinghua, el pueblo donde nos quedábamos a dormir, había un puente antiguo de no me acuerdo qué dinastía. La Tang, me parece. Estaba reconstruido pero era bonito igual. Y tranquilo.



Bordeando el río sobre el que estaba el puente había bambúes y me sorprendió gratamente que no tuvieran caracteres grabados (los chinos son muy de eso). Vimos un bicho bastante feo que parecía estar momificado sobre el bambú.



¡Qué tranquilidad!



Se podía cruzar el río por unas piedras colocadas al más puro estilo zamburguesas de Humor Amarillo.



En lo alto de una pequeña colina había un mini templo. Los monjes tenían las puertas de las habitaciones abiertas y se les veía tumbados a la bartola (no tengo fotos de eso).


lunes, 5 de mayo de 2014

Lejos del mundanal ruido: Wuyuan (I)

Salir de viaje durante unas vacaciones nacionales chinas es poco menos que un suicidio, pero no hay más remedio: ¡tendremos que aprovechar las pocas vacaciones que tenemos! El problema es que eso lo piensa una buena parte de la población china, y son tantos, tantísimos, que colapsan las carreteras y los aseos de las áreas de descanso de la autopista (más detalles sobre esto en este post de Miss Y). Creo que uno de los motivos que impulsan a la gente a salir en tromba es que las autopistas son gratis durante las vacaciones nacionales (normalmente hay que pagar peaje).

En principio yo quería haber ido a Luoyang a ver las cuevas budistas pero después de ver una foto de cómo estaba aquello durante Qingming jie se me quitaron las ganas. Ir de vacaciones a sufrir apreturas tampoco es plan. Así que estuve pensando dónde podíamos ir que no hubiera mucha gente. Mis primeras opciones fueron Moganshan o Anji, un par de parajes naturales en la montaña cerca de Hangzhou, pero me dio miedo que hubiera demasiada gente, ya que son bastante conocidos. No sé en qué web vi que hablaban de Wuyuan, al norte de la provincia de Jiangxi. Parecía bastante dejado de la mano de Dios así que pensé que no habría mucha gente. Para allá nos fuimos.

Wuyuan (婺源县)es conocido como "el condado más bonito de China". Afortunadamente fuimos en temporada baja, allí la temporada alta es a principios de abril, cuando la colza está en flor. Wuyuan está en una zona montañosa y consta de varios pueblos desperdigados. En algunos se han subido al carro del turismo y cobran por entrar, en otros no. Los que no cobran entrada son más auténticos y hay menos gente (los viajes organizados de chinos solo van a los que cobran entrada).

Wuyuan es una zona bastante grande y se divide en tres itinerarios: el del norte, el del este y el del oeste. Nosotros estuvimos en el del norte. Dormíamos en el pueblo de Qinghua(清华)y visitamos Likeng (理坑), Tuochuan (汑川)y otros pueblos que no me acuerdo cómo se llamaban. Por cierto, sobre dormir, tengo un comentario que hacer: nos han vendido la historieta de que en el campo se está muy tranquilo y se duerme de puta madre pero es mentira. Los gallos se ponen a cantar a las 4.30 am, cuando todavía es de noche, y a mí se me olvidaron los tapones de los oídos.

Pero bueno, a lo que íbamos: en Wuyuan había poca gente, aire limpio y casas viejas.
Y carreteras desiertas!
La avenida principal de Likeng.

En el pueblo de Likeng tuvimos que pagar entrada (60 RMB). Algunas casas históricas estaban abiertas al público y sus habitantes estaban allí sentados en el salón mientras los turistas curioseaban sus cosas.







Me fijé en que muchas casas tenían colgado un espejito encima de la puerta de entrada y le pregunté a C. el motivo. Me dijo que era para que si un espíritu intentaba entrar en la casa, al verse reflejado en el espejo se asustara de su propia imagen y saliera corriendo. Le dije que por qué se iba a asustar al ver su propia imagen. Me contestó que todos los espíritus eran muy feos. También le pregunté que qué pasaba si el espíritu venía de frente o por el lado y no pasaba por delante del espejo. Me respondió que eso era imposible, los espíritus siempre bajan en línea recta desde arriba. Uf, para ser supersticioso hay que tener mucha fe, menuda cantidad de requisitos tienen que cumplir los espíritus...