jueves, 17 de noviembre de 2022

China reduce los requisitos covid

El pasado mes de octubre, el Partido Comunista de China tuvo una reunión muy importante que se celebra cada cinco años. Seguro que visteis algo en las noticias, Xi Jinping fue nombrado emperador a (posible) perpetuidad y todo eso. Al parecer, bastante gente pensaba que, después de esa reunión, China iba a cancelar inmediatamente todas sus medidas covid. No sé por qué tenían esa impresión, ni qué sentido tendría eso. Sí, para ellos era importante que durante la reunión no hubiera muchos casos (en Pekín, más que nada), pero no iban a decir al día siguiente "Venga, se acabó, quitamos todas las medidas de un día para otro". Hace mucho tiempo, antes de que nos volviéramos de China, yo había leído en algún artículo unas declaraciones de algún oficial del gobierno que decía que el tráfico aéreo internacional hacia China se restablecería a principios de 2023, y esa era la fecha que yo tenía en la cabeza para que China se abriera un poco. Parece como si lo hubieran tenido todo planeado desde el principio, porque decir a dos años vista cuándo iban a permitir más vuelos internacionales... O eres adivino o lo habías decidido así.

Pues, por fin, la semana pasada el gobierno chino anunció una serie de cambios a las medidas que toman contra la pandemia y que ellos llaman "cero covid dinámico". No es que hayan quitado todo de golpe y viva la Pepa, ni mucho menos, pero a mí, que soy optimista por naturaleza, me parece que es el comienzo de la apertura. Bueno, es que ya iba siendo hora, ¿no? China es el único país del mundo donde la gente tiene que hacerse una PCR cada 2-3 días para poder entrar en sus lugares de trabajo o en el transporte público.

Para los que estamos fuera de China, los cambios más significativos son:

- Se acorta la duración de la cuarentena al entrar en el país, que pasa de ser 7 días en hotel y 3 de observación en casa a 5 en hotel y 3 en casa. Recordemos que, hasta hace unos meses, la cuarentena era de 14 días en hotel y 14 en casa (en Suzhou, que siempre son más papistas que el Papa. En otros sitios era 14 en hotel y 7 en casa).

- Se elimina el mecanismo por el que se cancelaban rutas aéreas en uno de cuyos vuelos se hubieran encontrado positivos. Es decir, si en un vuelo Madrid-Pekín salían positivos durante la cuarentena al entrar en el país, esa ruta se cancelaba durante varios vuelos (durante 2-4 semanas al principio, dependiendo de la cantidad de positivos, y últimamente lo habían cambiado a 1 vuelo independientemente de la cantidad).

- Para poder embarcar en un vuelo hacia China ya solo hay que hacerse una PCR 48 horas antes del vuelo (antes era una 48 horas antes y otra 24 horas antes. Cuando el vuelo era en lunes o martes, era un lío tremendo porque el único laboratorio que abre los fines de semana está en Madrid, así que tenías que irte allí dos días antes de tu vuelo).

El precio de los billetes de avión ya había bajado antes de que anunciaran estas medidas (de unos 2800 euros solo ida en agosto, a 900 euros solo ida a finales de octubre) y en teoría ahora bajará algo más y será más fácil llegar a China (antes corrías el riesgo de que cancelaran tu vuelo en cualquier momento).

Para los que están dentro de China, también hay algunos cambios importantes como que se eliminan las cuarentenas de ciudades enteras. No porque ya no vaya a haber cuarentenas, sino porque serán más específicas (supongo que pondrán en cuarentena edificios, urbanizaciones o barrios en vez de la ciudad entera). También hay otras medidas, como impulsar más las vacunaciones y los refuerzos, sobre todo en ancianos, seguir investigando para desarrollar mejores vacunas y medicinas, e incrementar los recursos sanitarios para tratar a los enfermos de covid.

¿Habrá un estallido de casos con estas nuevas medidas? Pues es probable, los números no paran de subir desde el último mes y Guangzhou está ahora mismo como estaba Shanghai en abril/mayo, cuando cerraron la ciudad entera.

Aumento de los casos hasta ayer. Gráfico de la cuenta de WeChat Expat Focus.

Veremos cómo sigue el culebrón covid, pero yo creo que se empieza a ver la luz al final del túnel. Espero que las vacunas chinas funcionen bien y que no empiece a haber muchas muertes. Hasta ahora ha habido bastante pocas, si exceptuamos las de Wuhan al principio, y prácticamente todas eran de personas muy ancianas o con otras enfermedades. Pero, claro, en China tienen cero anticuerpos naturales, porque prácticamente nadie ha pasado la enfermedad... No como aquí, que todos la hemos tenido ya varias veces. Bueno, yo nunca he llegado a dar positivo, eso es cierto, pero supongo que lo he tenido.


jueves, 20 de octubre de 2022

Viaje a Lisboa

A principios de octubre tuve unos días libres porque eran vacaciones nacionales en China (yo trabajo según el calendario laboral chino), así que nos fuimos a Lisboa. ¡Lo tenemos "al lado" (a la misma distancia que Madrid) pero no vamos nunca! Yo solo había ido una vez en mi vida, cuando tenía 10 años. Lisboa está de moda desde hace un tiempo, ¿no? Había bastantes turistas, sobre todo el lunes y martes, y eso que eran días laborables en todas partes. Nos hizo bastante calor, como si fuera verano todavía. Aparte de Lisboa, también fuimos a Sintra, que está cerquilla, y ahí fue donde nos encontramos con más hordas de gente.

Lisboa tiene unas calles muy monas, y unas "poquitas" cuestas.




Por eso tiene los tranvías, y hasta ascensores para ir de una calle a otra.

Menuda cola había para montarse en el ascensor este. Pasamos.

Los tranvías de subida siempre van llenos. Nosotros cogimos el autobús para subir y el tranvía para bajar, así íbamos sin apreturas.


Lo más típico que hay para ver en Lisboa son... ¡las vistas! Hay muchos miradores y los más famosos suelen estar petados.

Vista desde el castillo de San Jorge.

Vista desde un parque cerca del castillo de San Jorge.


El primer día paseamos por la Plaza del Comercio, subimos a un arco que hay allí (no había apenas gente, dato importante) y fuimos al castillo de San Jorge, que está en lo alto de una colina. Nosotros subimos en autobús, también se puede subir en tranvía o a pata (para los que estén en buena forma y no lleven niños). Hay algo curioso en Lisboa: en todos los sitios turísticos se puede comprar la entrada por internet una vez estás allí, en vez de hacer cola, pero curiosamente la página o internet nunca funcionan. Eso nos pasó en el castillo, y le pregunté a un guardia que por qué no funcionaba. Me dijo que ni idea, pero que dentro había una máquina para comprar la entrada. "¿Y por qué está toda esta gente haciendo cola?". El tipo se encogió de hombros. Total, que al lado de donde se pone todo el mundo a hacer cola para comprar la entrada a la taquillera, hay dos máquinas donde se puede comprar la entrada sin hacer cola.

El castillo no tiene nada especial, pero los jardines son muy tranquilos y hay pavos reales.


Otro día fuimos al Pavilhão do Conhecimento, que es el museo de la ciencia, y al oceanario. El museo de la ciencia lo tienen muy bien montado para los niños, hay una sala decorada como un circo con un montón de cosas para probar. Había hasta una cama de faquir, te tumbabas y salían unos pinchos. La probé y la verdad es que daba impresión, jajaja.



Los niños se quedan alucinados con la parte esta de construir una casa.


El oceanario está chulísimo. Entre el oceanario y el museo de la ciencia, ya se te va un día entero. También nos montamos en el teleférico ese que hicieron cuando la Expo de Lisboa. ¿Sabéis que es lo que más llama la atención cuando te montas? ¡La cantidad de medusas que hay abajo en el agua!




Otro día fuimos a Sintra, que es un pueblo cerca de Lisboa donde hay palacios y fincas de los antiguos ricachones. Estaba también hasta la bandera. Se nos ocurrió ir en coche, y muy mala idea. Son carreteras de montaña muy estrechas, sin sitio para aparcar y con carteles engañosos. Visitamos la Quinta da Regaleira.

Torres para arriba.

Torres para abajo.

El palacete.


El último día, antes de irnos, pasamos la mañana por la zona de Belem. La idea era entrar en el monasterio de los Jerónimos, y habíamos comprado ya las entradas y todo, pero había una cola a todo lo largo del monasterio, y eso que las entradas iban por hora. Nos fuimos sin entrar. Dimos un paseo por la torre de Belem y los alrededores y comimos los pasteles de nata, que no pueden faltar. Casi que fue la única comida típica portuguesa que probamos, porque aprovechamos para comer lo que no tenemos por aquí. Fuimos a un tibetano, a un chino, a un japonés, a un libanés... y mira que la comida portuguesa está buenísima, pero al fin y al cabo tenemos la frontera a una hora y podemos ir a jartarnos de platos típicos de allí cualquier fin de semana.


La torre de Belem. Al lado había un parque lleno de guiris bebiendo en piñas (?).

Este monumento podría estar en China perfectamente, es muy estilo "el pueblo resistiendo al enemigo". De hecho, en la plaza de Tiananmen hay uno igual.


Pero lo más sorprendente que vimos en Lisboa fue, sin duda, esto:

¡Un halcón para ahuyentar a las palomas!



viernes, 30 de septiembre de 2022

Las clases extraescolares en China

En China, en las últimas décadas, la gran parte de los niños pasaba todo el tiempo estudiando. Cuando no estaba en el colegio, estaban en clases extraescolares o de refuerzo. Ya he comentado alguna vez que en China no se ven grupos de adolescentes en parques o centros comerciales, como pasa en España los fines de semana, porque no salen. No hacen otra cosa que estudiar para prepararse el examen de acceso a la universidad. Los que dejan de estudiar tampoco salen porque a los 16 se ponen a trabajar en fábricas o donde sea.

Quizás os enterasteis hace unos años de que el gobierno chino dijo que había que reducir la presión a la que estaban sometidos los estudiantes. ¿Y qué hicieron? Prohibieron las clases de refuerzo y las extraescolares "de estudiar". Academias que tenían miles de clases se fueron a la mierda de la noche a la mañana. Ya han pasado un par de años, ¿ahora son más libres los niños chinos? ¿Ya no van a clases particulares? Ja, ja, pero qué graciosos sois. Se cerraron las academias, pero no se modificó el currículum ni los contenidos que entran en el examen de acceso al instituto y a la universidad, así que las familias siguen llevando a sus hijos a clases de refuerzo, pero ahora tienen que hacerlo a escondidas y les cuesta más dinero. Si el objetivo era reducir la ventaja que los niños de familias urbanas con más dinero siempre han tenido sobre los niños de entornos rurales y familias sin recursos, les ha salido el tiro por la culata. 

En el libro pone "Formas mecánicas de responder preguntas" y en las gafas del profesor "puntos". La educación china tiene fama de enseñar a hacer muy bien los exámenes.

 

Cuando estábamos en Suzhou, A. todavía era muy pequeño así que no lo llevé a ninguna clase. Pero no penséis que no hay clases para bebés. Hay un montón de cadenas que ofrecen clases para niños muy pequeños: de música, de baile, de gimnasia, cosas así. Te comen la oreja para que compres un paquete trimestral o anual y acabas soltando 10.000 yuanes (1400 euros) a tocateja. Si haces el cálculo, descubres que cada clase te sale a, como mínimo, 200 yuanes o así. ¡Casi 30 euros la hora por unas clases que ni siquiera son individuales, sino en grupo!

En el centro comercial más de moda de Suzhou, el Suzhou Center, abrieron un sitio donde impartían clases de natación para bebés. Sí, esos sitios donde embuten la cabeza del bebé en un flotador y lo meten en una piscina tamaño bañera grande. ¿Sabéis cuánto valía? 500 yuanes la hora. Más de 70 euros. ¡¡Y había gente que iba!! ¿¿Es que la piscina la habían llenado con Evian??

Cerca de nuestra casa también había una academia de taekwondo para niños. Hace poco vi por WeChat el precio de sus clases: el paquete de 10 clases valía 1500 yuanes. Si contamos con que 10 clases sean más o menos un mes, el mes te sale por 215 euros.

Vamos a compararlo con los precios de las clases extraescolares en España. En Cáceres llevamos a A. a clases de natación a la piscina del gimnasio más grande y de moda. Son dos clases a la semana de 45 minutos, y el mes nos sale por 47.50 euros. En su clase ahora mismo son 5 o 6 niños, y el máximo es 11. En el colegio este año han puesto varias opciones de clases extraescolares (baloncesto, voleibol, taekwondo, ajedrez, diseño, baile moderno y patinaje). También se dan dos clases por semana. ¿El precio? 20 euros al mes.

Luego el gobierno chino se rasca la cabeza pensando por qué la gente se niega a tener más hijos. Bueno, en España la gente tampoco los tiene, pero es por otros motivos más relacionados con la falta de conciliación familiar y no porque no puedan pagar la educación que sus hijos necesitan. China tiene la ventaja de que de la conciliación familiar se encargan los abuelos de forma gratuita (suelen vivir con sus hijos, o sea, los padres de los niños, porque las pensiones son muy bajas, y también por tradición).

En China, los niños tienen que ir sí o sí a clases extraescolares para no "quedarse atrás".


martes, 13 de septiembre de 2022

Veinte años aprendiendo chino

Este año se cumplen dos décadas desde que empecé a estudiar chino, o sea que ya he pasado más tiempo de mi vida sabiendo chino que sin saberlo (no sé por qué se me ha ocurrido esa reflexión).

No sé si he contado por aquí alguna vez que empecé a estudiar chino por casualidad. Nada del típico "es que el chino es el futuro" o "es que me fascina la cultura china desde que era chiquitita". Yo no tenía ningún tipo de interés previo en China o en estudiar chino, y lo elegí como tercer idioma extranjero en la universidad porque, cuando estaba allí rellenando la matrícula, la mujer de la secretaría me dijo que el profesor de chino era muy simpático y que todo el mundo aprobaba los exámenes. Qué historia tan poco épica, ¿verdad? Lo demás ya es historia. Una cosa llevó a la otra, al final me tiré trece años en China, y el idioma es lo que me da trabajo.

Al parecer, cuando empecé a estudiar chino, no había muchos sitios en España donde se pudiera aprender y mi universidad era una de las tres donde se impartía. Tampoco había muchos materiales de enseñanza, y desde luego ninguno en español. Nosotros usábamos un libro editado en China y con los enunciados en inglés, y como en esa época tampoco se acostumbraba a comprar muchas cosas del otro lado del mundo, en vez de tener el libro original lo teníamos fotocopiado y unido con una espiral, como un cuaderno.

"Yo no quería, señor policía de derechos de autor, me obligaron a fotocopiar el libro en la facultad".

De esta gramática ni me acordaba, la he encontrado en el armario de casa.

 

El profesor del primer año sí que era muy simpático, como me habían dicho. Era un señor chino, de Xi'An, que tocaba el violín y a veces se lo llevaba a clase. Creo que intentaba hacer las clases amenas y gastar bromas para que la gente continuara con el idioma. Luego, en el segundo año, tuvimos un semestre a una profesora que venía de China de intercambio y el otro semestre a un profesor español que hablaba en chino todo el rato durante la clase (que duraba dos horas). Recuerdo salir de allí con la cabeza como un bombo...

En el primer año estábamos en clase de chino unas 60 personas; en cuarto éramos 7 u 8. Cada año iba disminuyendo la cantidad de alumnos hasta que quedamos cuatro gatos, jaja. En los dos últimos cursos ya no dábamos lengua china propiamente dicha, sino que traducíamos. Recuerdo que muchos de los textos que hacíamos eran las historias de las que vienen los chengyu (especie de refranes). Por ejemplo, el de "dibujarle patas a una serpiente".

Hace poco alguien me preguntó cómo se busca un carácter chino en el diccionario, y la verdad es que es una buenísima pregunta. En aquellos tiempos (parezco el abuelo Cebolleta), no había diccionarios en línea (o no estábamos permanentemente conectados a internet) y teníamos diccionarios en papel. En el caso del diccionario de chino, era un pedazo de tochaco. Recuerdo que dedicamos un par de clases a aprender cómo se buscaba en el diccionario, porque tiene tela marinera. Primero hay que ver cuál es el radical del carácter, luego contar cuántos trazos tiene, luego ir a la lista donde están los caracteres ordenados según el número de trazos del radical, y luego ir a la página que se indica en esa lista y buscar la palabra que necesitas según el orden alfabético del pinyin. Vamos, un follón de narices. ¡Mucho más rápido con los diccionarios en línea!

Este era el diccionario que usaba yo, de chino-inglés.



jueves, 25 de agosto de 2022

Ruinas romanas a pie de playa

Como el año pasado, otra vez estamos pasando todo el verano en Chipiona, aprovechando que aquí al lado del mar se está fresquito. Apenas hemos notado las olas de calor, solo un par de días el mes pasado, y ya estamos en modo rebequita para salir por la noche y arropados para dormir. Antes de venir para acá dije que este año teníamos que hacer más excursiones, pero ya se ha acabado prácticamente el verano y solo hemos salido de aquí un par de veces...

El domingo pasado sí que nos animamos a movernos y fuimos a visitar unas ruinas romanas llamadas Baelo Claudia, al lado de la famosa playa de Bolonia, cerca de Tarifa. Era una ciudad portuaria bastante importante al estar tan cerca de África, pero después fue cayendo en decadencia y quedó destruida tras un tsunami, segun las investigaciones. ¡Para que luego se rían de los carteles de dirección hacia la que correr en caso de tsunami que han puesto en Chipiona!

Las ruinas romanas son algo relativamente común en España, pero estas de Baelo Claudia son muy resultonas porque están justo al lado de una playa muy bonita. 

La entrada al conjunto arqueológico.

Lo que se ve al fondo a la derecha es la duna de Bolonia.

Vista desde la entrada del museo de las ruinas.

Acueducto.


Templo de Isis.

Aquí tenían unas fábricas de salazones.

No eligieron mal el sitio los romanos, no.

Guiris totales.

Después de hacer la visita, fuimos a comer a una venta que había cerca de Vejer y de la que salimos rodando (yo me quedé tan llena que ese día ni cené, y al día siguiente desayuné porque era la hora de desayunar, no porque tuviera mucha hambre), y luego estuvimos por la tarde en la playa del Palmar. Es una playa muy grande y muy bonita, pero estaba petadísima. Menos mal que como es tan amplia, no se te ponen encima los de la sombrilla de al lado, como pasa en Chipiona. Me pareció que el agua estaba bastante más fría que aquí también.

sábado, 13 de agosto de 2022

Viaje a Londres

 Madre mía, ¡han pasado cuatro meses desde la última vez que actualicé! No sé qué ha pasado, nunca había tenido el blog abandonado durante tanto tiempo. Bueno, en realidad sí sé qué ha pasado. Ha sido una mezcla de locura en el trabajo desde más o menos abril (cuando se descubrió el pastel de que el proyecto "pequeñito" del que me estaba encargando yo sola necesitaba al menos 3 o 4 personas para poder llevarse al día) y también la sensación de que no tiene mucho sentido seguir escribiendo si este blog supuestamente va sobre China y ahora llevo mucho tiempo fuera de allí. El primer problema se está solucionando, el segundo ahí sigue, pero bueno, escribiré de lo que me apetezca cuando tenga tiempo y ya está.

Total, que ahora tengo un montón de cosas atrasadas por contar. Empezaré por el único viaje internacional que hemos hecho este año (porque ir a comer a Portugal no cuenta, ¿no? xD). En Semana Santa nos fuimos unos días a Londres, aprovechando que C. tenía que ir allí a unas reuniones. Yo pensaba que no podríamos ir, porque los chinos necesitan visado para ir al Reino Unido (aunque tengan tarjeta de residencia en Europa, como es el caso de C.). Piden un buen tocho de papeles, hay que ir a Madrid en persona a solicitarlo y encima cuesta un riñón y parte del otro (si además lo necesitas con urgencia, tienes que sumar una córnea). Para acabar de rematar la faena, ponían la excusa de que ahora el procesamiento era más lento debido a los refugiados de Ucrania (cuando en ese momento en el Reino Unido habían acogido como a 50 refugiados, hay que tener jeta). Pero, contra todo (mi) pronóstico, C. lo consiguió y para allá que nos fuimos a pasar unos diítas. 

Lo primero que se nota al llegar a Reino Unido es el Brexit de las narices. Ahora hay que llevarse el pasaporte y si no vas con ningún niño no hay problema porque puedes escanear el pasaporte en las entradas automáticas y pasar rápido. Pero, ay, amiga, como vayas con niños o con pasaportes de fuera de la Unión Europea la has cagao, hablando mal y pronto. A nosotros nos metieron en una cola "especial para familias". Como era en Semana Santa, había un montón de gente pero solo 2 o 3 agentes de fronteras revisando pasaportes. Muy family friendly todo. 




Hicimos un turisteo un poco light porque íbamos con el niño y obviamente no lo voy a poner a patearse todos los museos (aunque sí lo hemos llevado a algunos, y si la visita no es muy larga y le explicas las cosas para que le resulte interesante, lo lleva muy bien). Fuimos a ver las vistas típicas del centro, al museo de ciencias, a un barco de la Segunda Guerra Mundial que hay atracado en el Támesis y que se puede visitar por dentro, a Hyde Park, a Chinatown y las icónicas tiendas de Lego y de M&M's (compramos un paquetón de 800 gr que nos ha durado hasta hace un par de semanas). También fuimos a ver un teatro de marionetas que hacen en un barquito amarrado en un canal, pero era a las 3 de a tarde y A. se quedó frito en cuanto que apagaron las luces. Nos hizo un tiempo increíble, no llovió nada y hasta pasamos calor.



El HMS Belfast, barco de la Segunda Guerra Mundial.

El barco estaba muy bien conservado y se podían visitar las cabinas, la sala de máquinas, la sala de los torpedos, el puente de mando, etc. Lo que más le gustó a A. fue la cocina porque había unas pantallas con juegos.

 
El Chinatown de Londres, lo más cerca que vamos a estar de China este año.

En Hyde Park.


Hasta los parques infantiles están petados en Londres. Pensándolo bien, también era un poco como estar en China.

El precio de los naicha (té con leche y perlas de tapioca) en Europa es para caerse de culo, cuestan el triple que en China, menos mal que los dejé hace tiempo.

Montar en autobús de dos pisos es una atracción muy entretenida y barata.

El primer polo de la temporada.


También aprovechamos para comer comidas "exóticas" que en Cáceres no hay, así que fuimos a un restaurante chino de verdad, a un tailandés, a un georgiano y a Haidilao, que es una cadena de hot pot superfamosa en China. En Londres también es muy popular, había que coger número por anticipado.

En el restaurante tailandés.

Hot pot. Estar en este restaurante era como estar en China, salvo por el precio, claro.

 


lunes, 11 de abril de 2022

Visita al Valle del Jerte

 Ayer fuimos a pasar el día a El Torno, un pueblo del Valle del Jerte, aprovechando que una mamá del cole es de allí. Está muy cerca, apenas una hora de coche. A ver si vamos más.







Los bancos tenían inscripciones en estremeñu.