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lunes, 11 de abril de 2022

Visita al Valle del Jerte

 Ayer fuimos a pasar el día a El Torno, un pueblo del Valle del Jerte, aprovechando que una mamá del cole es de allí. Está muy cerca, apenas una hora de coche. A ver si vamos más.







Los bancos tenían inscripciones en estremeñu.


martes, 30 de noviembre de 2021

El mercado medieval de Cáceres

 Hace un par de fines de semana fue el mercado medieval de Cáceres, que oficialmente se llama "mercado de las tres culturas" (la cristina, la judía y la musulmana, que convivieron aquí en algún momento de la historia). Este mercado lleva ya haciéndose veinte años, pero a mí solo me suena haber ido un ratillo una vez. Ahora ya debe haberse convertido en un evento de categoría porque estaba muy animado y todos los aparcamientos cercanos estaban completos cuando fuimos.

El mercado lo hacen en la parte antigua de la ciudad, que es el escenario perfecto. Aparte de un montón de puestos de artesanía, había muchos puestos de comida. Lo bueno es que, aunque había mucha gente, como había tantos puestos no tuvimos que hacer cola para comer. Fuimos dos días, el primero comimos un "bocata cristiano" y el segundo falafel, cuscús y kebab. Aparte de cosas para comprar y para comer, también había actores vestidos acorde a la época y varias actuaciones. Nosotros vimos dos de combates. Ademas, pusieron algunas atracciones para los niños y eran muy chulas porque no tenían motor, funcionaban con tracción humana...

Puestos del mercadillo.

Los cacharritos para los niños.

Juegos medievales, sin pantallas ni pilas.

 

Grupo de caballeros.

Los puestos de yantar.

El campamento judío.

 

Pastelitos morunos.

Barco pirata también a tracción humana.

Exhibición de combate.


Falafel y cuscús.

"Caballero patatero, aquesta es la mejor papa del reino entero".

Otros que hicieron una exhibición de lucha.




lunes, 23 de agosto de 2021

Anécdotas de chinos en España

El socorrista de la piscina pensaba que C. era japonés. Es algo que le pasa a menudo, incluso en China, aunque allí más bien suelen pensar que es coreano, y él bromea diciendo que es de Xinjiang. Una vez en Xiamen lo saludaron con un "anyong haseyo" achinado que debía ser la versión del "hallo" que usan con los coreanos. Un par de veces también le han dicho que se parece a un jugador de béisbol japonés de cuyo nombre no puedo acordarme.

El falso japocoreano haciendo la prueba del magnetismo de la vacuna de covid (tres meses después de ponérsela y en el otro brazo xD).

 

Total, que un señor mayor lo vio nadando en la piscina aquí en la urbanización y le preguntó al socorrista si era japonés. "Sí", fue su respuesta, aunque C. habla con él todos los días y ya le había dicho que era chino. Entonces el señor mayor se puso a hablar con C., y al rato me acerqué yo, sospechando que no se estaría enterando de mucho. Resulta que el señor era de Coria del Río y hacía poco se había enterado de que su bisabuela se apellidaba Japón, así que era descendiente de los japoneses que se instalaron en Coria del Río hace varios siglos (una historia muy interesante que se puede leer aquí y de la que casualmente habíamos estado hablando C. y yo hacía unos días).

Ahora el socorrista ya tiene clara la nacionalidad de C. y siempre lo saluda con un "nihao", aunque luego se pone a hablar en inglés ya que el chino no le da para más (normal).

Desde que estamos en España hemos ido a varios bazares de chinos, pero restaurantes solamente a uno en Cáceres hace un par de meses. Queríamos ir a un restaurante que hay en Rota, el pueblo al lado de Chipiona, porque resulta que se abrió en 1968 y es uno de los restaurantes chinos más antiguos de España. Lamentablemente, llamé para reservar y me dijeron que tienen el comedor cerrado y que solo entregan a domicilio (¿será por el covid? Ni idea. Los chinos son muy cautelosos con este tema). A bazares hemos ido a varios. En Cáceres hemos ido a uno muy grande de cuyo dueño C. dice que seguro que es el capo de los chinos de allí. A los de los bazares parece resultarles curioso ver a un chino que no conocen, con pinta de turista y con una española. También les hace mucha gracia que A. hable chino. En la primera visita al bazar de Cáceres ya nos hicieron descuento. En la segunda, le preguntamos al dueño dónde podíamos encontrar vinagre chino y, tras hacer unas llamadas, nos mandó a una tiendita de golosinas regentada por una pareja de chinos jóvenes en la que, además de pan y gusanitos, en una esquinita tenían tallarines importados, salsa de soja y vinagre chino.

¡La misma marca que compramos en China!

 

Aquí en Chipiona también hemos ido a varios bazares (es sorprendente la cantidad de ellos que hay). En el primero al que fuimos enseguida nos preguntaron qué hacíamos aquí. Que por qué habíamos venido, si en China la situación era mucho más segura. Lo decían con cara de "yo si pudiera me iba". Los chinos que viven aquí desde luego le tienen mucho más respeto a la pandemia que los españoles. La pareja dueña de ese bazar tiene dos niñas y siempre que vamos les dicen que hablen en chino con "el hermanito". En China, a alguien ligeramente más mayor que tú lo llamas hermano/a mayor (哥哥 gege/姐姐 jiejie), y a alguien un poco más joven, hermano/a menor (弟弟 didi/妹妹 meimei). Los de este bazar ya nos saludan hasta cuando simplemente pasamos por delante de su puerta. En la última conversación hace un par de días, el hombre nos contó que viven en el piso que hay encima del bazar y que en invierno también va bien el negocio (esto se lo preguntamos porque en invierno aquí vive poca gente).

En el restaurante chino al que fuimos en Cáceres (que era chinospañol, por supuesto. En Cáceres no hay chinos chinos. Podríamos montar uno... algo así modernito).

Comiendo con palillos y cuchara a la vez, como buen niño chino.


domingo, 4 de julio de 2021

Resumen de junio

 ¡Pues ya llevamos un mes y medio en España! Qué rápido se me está pasando, y qué poco tiempo tengo para actualizar. Ni inspiración, la verdad. No tengo tiempo ni para pensar; entre el trabajo, que llevamos un mes de auténtica locura, los papeleos para la tarjeta de residencia de C., y que más que un niño parece que tengo una lapa, pocas entradas puedo escribir. Pero no quiero dejar esto aparcado, que cuanto más lo dejas, más cuesta retomarlo. No sé si tendré que cambiarle el nombre al blog también, porque en Suzhou no voy a estar por una larga temporada y no sé si escribiré muchas cosas relacionadas con China. Bueno, ya veremos.

¿En todos sitios se ha puesto de moda esto de las letras con el nombre del lugar?

 

En junio estuve liada con un montón de trámites. Tuvimos que ir a empadronarnos, a echar los papeles para que Baby A. pueda ir al colegio en septiembre, registrarlo como beneficiario de mi Seguridad Social, ir a tramitar la tarjeta de residencia de C... Entre medias, el niño se cogió un virus y llegó a tener 40 de fiebre, fuimos al hospital y lo primero que le hicieron fue un test de antígenos y luego una PCR. No sé por qué en España hacen las pruebas por la nariz, y encima por las dos fosas nasales, como si no se fiaran de una sola. En China lo hacen en la garganta y es mucho menos desagradable. Después de que ya se le pasara la fiebre, le salió una erupción por todo el cuerpo y otra vez nos fuimos a urgencias... Menos mal que en el hospital no había literalmente nadie, nada que ver con China donde los hospitales parecen las Ramblas un sábado por la tarde.

He conseguido terminar todos los papeleos ya menos la tarjeta de residencia de C. Resulta que en la oficina de Extranjería de Cáceres no cogen el teléfono ni por casualidad y no publican su dirección de email en internet, así que fuimos a la cita con los documentos que se necesitaban según una web del ministerio. Total, que no eran esos los que ellos querían. Para demostrar que estamos casados yo llevaba el Libro de Familia pero me dijeron que eso no sirve para nada, que tiene que ser un certificado de matrimonio expedido hace tres meses como máximo, no vaya a ser que nos hayamos divorciado o algo (la tarjeta que está pidiendo C. es la de familiar de ciudadano comunitario). La cosa es que, como nuestro matrimonio se inscribió en el consulado de Shanghái, ese certificado había que pedirlo al registro central de Madrid donde, según el funcionario, tardan siglos en tramitar las cosas y se nos iba a pasar el plazo (hay que solicitar la tarjeta en un plazo de tres meses desde que entras a España). Pues qué bien. Me dijeron que a ver si lo podía pedir directamente en el consulado y que me lo mandaran (porque encima quieren el papel original, no vale el escaneado). Total, que yo pedí el certificado al registro central de Madrid (se pide por internet, menos mal) y al consulado. De Madrid no tengo noticias, por supuesto, y en el consulado me lo hicieron enseguida, fue un amigo a buscarlo y ahora el papel está de camino con DHL.

Otra cosa que, según internet, era imprescindible para tramitar la tarjeta era tener un seguro médico. Ya nos lo hemos hecho tanto C. como yo, pero en la oficina de Extranjería lo que me pidieron fue la tarjeta de la seguridad social... Yo no entiendo nada. También me han hecho traducir mi contrato de trabajo al español. En fin, que por lo menos ir allí me sirvió para saber qué papeles necesitaba, y cuando llegue el certificado de matrimonio tendré que volver a pedir cita.

Otro de los trámites que hicimos, aunque este fue muy sencillo, fue hacernos socios de la biblioteca.

 

Lo de la escolarización del niño está en trámites porque ya se había pasado el plazo. Llamé al colegio al que quiero que vaya y me dijeron que había plazas, pero las solicitudes fuera de plazo las van tramitando por orden de llegada y creo que me mandan una carta a casa para decirme si vamos a ese cole o a otro. ¿Cuándo llegará la carta? A saber...

En junio estuvimos diez días en Chipiona porque vino mi amiga alemana con su marido y su bebé. Yo no tengo vacaciones, trabajo de 7 a 4, pero al menos tengo toda la tarde libre y cunde bastante, como anochece tan tarde... Chipiona estaba prácticamente vacío y hacía bastante fresco, solo fuimos a la playa un par de días. Cuando mi amiga se fue nos volvimos pa Cáceres porque en Chipiona si no hace calor para ir a la playa, poco más hay para hacer... ¡Pero el martes nos volvemos para allá! Nos quedaremos todo el verano, supongo, menos cuando me den cita en Extranjería y tengamos que volver a Cáceres con toa la calor a solicitar la dichosa tarjeta.

El faro de Chipiona.

En la playa.


Otro día tengo que escribir una entrada con mis impresiones de España. La principal es que prácticamente todo es más barato que en Suzhou...

miércoles, 23 de octubre de 2019

Excursiones por Cáceres

Viajar con un niño pequeño es un coñazo porque no aguanta estar sentado durante mucho tiempo, pero tampoco es plan de estar siempre en casa haciendo lo mismo. Así que, cuando estuvimos en Cáceres, fuimos a hacer algunas excursiones por los alrededores. A mí personalmente no me vino nada mal porque en la provincia de Cáceres hay sitios superbonitos a los que nunca he ido, o he ido hace más de 20 años. Parece que cuando llega la hora de planear un viaje solo se me ocurren sitios que están lejos, cuando cerca también hay un montón de cosas por descubrir.

Un sábado que habían venido mi hermano y B. fuimos a Hervás, un pueblo que hay en el norte de Cáceres y al que yo no sé si había ido alguna vez con alguna excursión del colegio. Sonarme no me sonaba nada. Hervás es famoso por su barrio judío y en general por ser un pueblo bonito. Además está a la entrada del Valle del Jerte, que tengo pendiente para el siguiente viaje.

Plaza de Hervás.
En verano se tiene que estar muy fresquito aquí.


Una calle típica de Hervás.


Había muchos castaños y C. ya empezó a montarse películas sobre exportar las castañas a China.
Queso de la zona.


Por la tarde aprovechamos para acercarnos a Granadilla, un pueblo que tuvo que ser abandonado en los años 50 debido a la construcción de un embalse. Al final el agua no llegó al pueblo y hace unas décadas se empezaron a restaurar las casas, aunque sigue sin vivir nadie allí. Pero van grupos de estudiantes para participar en las tareas de restauración y se quedan en las mismas casas restauradas. A mí me hubiera encantado que me llevaran con el instituto.
Castillo a la entrada de Granadilla.

Las casas restauradas y las derruidas.

El embalse de Gabriel y Galán.

La plaza de Granadilla.



martes, 24 de octubre de 2017

Nuestra boda española

Como lo prometido es deuda, aquí vengo a contaros la crónica de nuestra boda española, la tercera y espero que la última, jaja. ¿Cómo que la tercera? Pues porque la primera (la firma de los papeles, vaya) fue el año pasado en Nanjing y la segunda fue la boda china en mayo. Bueno, podría hasta contar la convalidación de los papeles en el consulado de Shanghai para que nos dieran el libro de familia y entonces serían cuatro. Vamos, que como pa arrepentirse ahora, jajaja.

Con la boda española también tuvimos mucha suerte y salió un día muy bueno. Vamos, demasiado, es que pasamos calor y todo. Yo le había dicho al decorador que no hacía falta que pusiera abanicos para los invitados, que seguro que un 7 de octubre no haría tanto calor, pos toma. Menos mal que el buen hombre los puso de todas formas (si alguien se va a casar próximamente en Cáceres o alrededores que me escriba, tengo muchas recomendaciones).

La boda fue en el Castillo de las Seguras, un sitio muy bonito a 10 kilómetros de Cáceres. Se llama castillo pero en verdad es más como una casa señorial construida en forma de castillo, tampoco os penséis que aquello era Camelot. En la primera foto de la entrada anterior se ve. Elegí este sitio porque tiene jardín (no quería estar todo el rato dentro de un salón) y porque podíamos hacer allí la ceremonia.
El castillito.


Me peiné, maquillé y vestí en casa de mis padres y C. también. Bueno, él no se maquilló ni tampoco se peinó mucho. Hay fotos de todo este proceso pero las hizo el fotógrafo oficial y no creo que las reciba antes de que acabe el año (es que es un fotógrafo muy solicitado). Acabamos bastante rapidito y al final tuve que estar un rato sentada esperando que pasara el tiempo. C. se fue para el castillo con mi hermano sobre las 12.30 y yo salí un poco después en el coche de mi padre. Al llegar hicimos el teatrillo de que C. abriera la puerta del coche y tal y enseguida empezó la ceremonia.
El ramo.


La maestra de ceremonias era mi tieta N. y esto lo habíamos llevado en el más absoluto secreto. Pena que como yo entré la última no pude ver la cara que puso el resto de la familia, espero que se vea en alguna de las fotos del fotógrafo. Habíamos preparado el guión con antelación pero ella añadió bastantes cosas que fueron sorpresa para mí. Aparte, tuvimos las intervenciones de mi tieta I., que leyó un texto que había escrito; la novia de mi hermano, que leyó un fragmento del Principito (el de cuidar a tu rosa); y tres de mis primas, que leyeron un poema en chino, catalán y español. No hicimos lo típico de responder a "Fulanito, ¿quieres a Menganita como esposa blablabla?" sino la modernez de los votos, jaja. C. dijo unas cosas super bonitas que hasta una amiga mía que no habla inglés lloró y yo canté una parte de una canción de Death Cab for Cutie, que es un grupo que nos gusta mucho. Aparte, toda la ceremonia estuvo amenizada por un dueto de piano, flauta y voz y quedó todo super bonito y emotivo. Vamos, que no quedó ni un ojo seco.
Durante la ceremonia.

Con los testigos.
La lluvia de arroz.


Después de la ceremonia hubo el típico lanzamiento de arroz (con el que se me cayó del pelo al quitarme el moño por la noche podría haber hecho una paella) y pasamos al tema de la manduca. Primero había un cóctel en el jardín, también con música del dueto de fondo. Había un señor cortando una pata de jamón ibérico, una mesa con distintas variedades de queso, erizos de mar rellenos, chupitos de melón, saquitos de boletus, mini croquetas, tartaletas de rabo de todo y no sé cuántos bocaditos más. Yo quería probarlos todos pero como estaba hablando con todo el mundo los erizos ni los olí, por lo menos me dijeron que estaban buenos.
Por lo menos el jamón sí lo probé.


Aunque ya solo con el aperitivo comimos bastante, todavía quedaba la comida oficial, que era en una carpa al lado del castillo y con las murallas de fondo. Entramos al salón rockeando con Dime que me quieres (la versión de Los Piratas) y con el flipamiento nos olvidamos de que supuestamente íbamos a brindar al entrar, así que brindamos ya en la mesa. De primero había ensalada de langostinos con vinagreta de mango, luego un sorbete de manzana, de segundo pintada (un pájaro parecido al pollo, yo al principio no sabía lo que era) rellena de setas y castañas, y de postre tarta helada de mandarina. Del postre solo pude tomar un par de cucharadas porque me fui por las mesas repartiendo unas chapas que había comprado. Cada una tenía un mensaje graciosillo y yo me reí mucho intentando encontrar una adecuada para cada persona (los mensajes eran en plan "Me muevo menos que el barco de Chanquete", "Yo por el ramo mato", "Antes muerta que sencilla", "Soy la tía más guapa de la novia", etc).
La mesa presidencial.

Y luego ya empezó el bailoteo. C. y yo habíamos preparado una coreografía de cachondeo al ritmo de Canned Heat de Jamiroquai. Cuando hace meses le dije a C. que teníamos que bailar, pensó que era cachondeo y ensayaba a regañadientes porque decía que no había bailado en su vida (en China los jóvenes no suelen ir de discotecas). Pero luego en el momento se vino arriba y lo hizo súper bien. Yo, como todo el mundo sabe, he sido un pato mareao toda mi vida. Aún así, me lo pasé muy bien bailando con todo el mundo en la barra libre, hasta cuando mi pobre amigo J. intentó enseñarme a bailar sevillanas, jajaja. ¡Y los invitados catalanes hasta nos hicieron un castell!
Foto chorra con algunos invitados.

Mis amigos de Sevilla hicieron una camiseta conmemorativa de nuestros veranos de juventud en Chipiona.

El primer autobús de vuelta a la civilización salía a las 9, pero no se fue casi nadie. Y menos mal, porque sobre las 10 sacaron la recena. Yo pensaba que no íbamos a comer mucho, pero la nueva pata de jamón, los montaditos de lomo y queso, el caldito y los pasteles portugueses entraban que daba gloria. Ah, y también había un candy bar con un montón de golosinas. La mayoría de la gente se fue a las 11, y varios nos quedamos charlando en el jardín, con los camareros todavía viniendo a traer más comida, jaja. Si es que salimos rodando de allí.

Pues eso, lo pasamos muy bien. O al menos yo, y mucha gente me dijo lo mismo. Fue todo muy bonito, muy divertido, todos los invitados se llevaron bien entre ellos e hicieron pandilla... yo creo que la cosa estuvo bastante bien. ¡Tendremos que casarnos por cuarta vez para montar otra fiestaca!
Con la maestra de ceremonias.

Posando para el fotógrafo. Cuando me envíe las fotos tendré que publicarlas aquí también.

martes, 19 de septiembre de 2017

Fotos de Cáceres

¡Aquí sigo en Cáceres organizando la boda! Ya no queda casi nada. He hecho la degustación, hoy tengo la prueba de peluquería y maquillaje, ya me he reunido con el decorador y con el dueto que va a tocar, el ramo ya está encargado, me he hecho una limpieza facial (que no me había hecho en la vida, jajaja, anda que no me habrán quitado células muertas de la cara)... Me falta decidir la comida definitiva y organizar las mesas. Yo pensaba que esto se hacía con muchísima antelación, pero no. Con que lo diga 7 días antes ya va bien. El problema es que los días antes de la boda voy a estar en Madrid con la comitiva china, así que a ver cómo sale la cosa.

Como no tengo muchas cosas interesantes que escribir en el blog, he pensado poner unas fotillos de Cáceres. Para hacerle algo de publicidad y tal. Seguro que sabéis que Cáceres está en la lista de patrimonio de la humanidad desde 1986 por el siguiente motivo: La historia de las batallas libradas entre moros y cristianos se refleja en la arquitectura de esta ciudad, que presenta toda una variedad de estilos: románico, islámico, gótico septentrional y renacentista italiano. De la época musulmana subsisten unas treinta torres, pero... ¿habéis venido a verlo? Yo bajé el sábado a la parte antigua a ver una actividad de baloncesto que habían puesto en la plaza y a hacer algunas fotillos.
La plaza mayor de Cáceres. A la derecha, el ayuntamiento.

Pusieron unas canastas en plena plaza y hala, a jugar al baloncesto. A la izquierda, la torre de Bujaco, del siglo XII.

¿Sabéis que Cáceres sale en la última temporada de Juego de Tronos? Lo voy a detallar en blanco, y si ya la habéis visto o no os importan los destripes (así es como hay que decir spoilers en español) seleccionáis el texto y lo veréis. Cuando Euron vuelve a King's Landing con Yara y Ellaria de prisioneras y la gente le recibe, esa calle es delante de la concatedral de Cáceres. La batalla entre el ejército de Jaime cuando vuelve de saquear Highgarden y el dragón es en Malpartida, a 10 kilómetros de aquí. Y el castillo desde el que Jaime y Bronn miran el ejército de Daenerys en el último capítulo es el castillo de Trujillo, a 40 kilómetros.

Fotos de la parte antigua:
A la derecha, la muralla. En la casa de la izquierda han descubierto unos restos romanos hace poco.

El palacio episcopal.

Ahí en el huequito está la plaza de San Jorge. Aquí tocaron Hanggai hace unos años en el festival WOMAD. ¡Y hay un vídeo! (Empieza a partir del minuto 2:30).

El interior de uno de los palacios.


A ver si encontráis el pavo real.


Al fondo se ve Gredos.



El arco de la Estrella.


Qué, ¿os han entrado ganas de venir o no?