domingo, 8 de abril de 2012

Cosas chinas

Los chinos son tímidos para según qué cosas, pero para otras son demasiado abiertos. Por ejemplo, es normal que alguien a quien apenas conozcas te pregunte cuánto ganas, o que engordes un poco y te pregunten si estás embarazada.

Otra cosa de la que hablan sin ningún pudor es de las necesidades fisiológicas. No recuerdo si conté lo que me pasó en febrero cuando fui a una provincia del interior a visitar a un proveedor. Su oficina estaba prácticamente en medio del campo y la "calle" estaba sin asfaltar. Al lado de su "fábrica" había un corral con animalitos. Le pregunté si podía ir al servicio y me dijo que si quería cagar o mear (en serio. Literalmente me lo dijo así). Le dije que quería mear, y entonces me dice: Por allí. Voy por donde me había indicado y aparezco... en el corral de las gallinas. Evidentemente me aguanté.

El otro día en Beijing comimos en un restaurante muy mono en Houhai. En el baño había el siguiente cartel:

"Prohibido cagar. Multa de 100 yuanes para los infractores".

2 comentarios:

  1. con lo poquito que cuesta tener el lavabo lleno de mugre como simple medida disuasoria, pues no. hay que poner el cartelito y hacer mala sangre.

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  2. Marta, tu vpn va de maravilla, qué rápido, muchas gracias!
    Tenía yo pensado, en algún momento de la existencia de mi fotolog, hacer una actualización sobre la ausencia de pudor chino. A mí también me llama la atención.
    Ejemplos ilustrativos:
    -En el ginecólogo, sólo una cortina te separa de millones de chinas que hacen cola. Y abren la cortina antes de que te hayas vestido.
    -En el baño, las chinas que no cierran la puerta para hacer sus necesidades. Es más, alguna se pone en dirección contraria (mirando hacia los azulejos)con la puerta abierta y le ves hasta el estómago. Desagradable falta de decoro.
    Pues si no se puede cagar, que no dispensen comida.

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