martes, 11 de febrero de 2014

El absurdo

A la entrada de nuestra fábrica había, desde el principio de los tiempos, un aparcamiento para las motos eléctricas.

El día de la foto hubo una tormenta que daba miedito.

Un día veo que están desmontando el tejadillo del aparcamiento. "¿Qué pasa, vamos a hacer obras?". Pero no, no era cosa nuestra. Resulta que la autoridad competente del polígono industrial se había dado cuenta de que había un aparcamiento cuando según sus planos ahí tenía que haber una zona verde. Así que le habían ordenado al dueño del terreno, nuestro casero, que tenía que derribar el aparcamiento, ya que lo había construido sin pedir permiso.

A los pocos días vino un ejército de señoras mayores a poner láminas de césped (como si fuera una moqueta) en el lugar del antiguo aparcamiento.


Se ve un poco chungamente porque hay un cristal de por medio.
Como el césped que pusieron las señoras era bastante feo y requitoso, y además estaba todo aplastado porque lo habían pisoteado a conciencia para que las láminas se quedara bien fijadas al suelo, yo propuse que plantáramos unos arbolitos o algo.
"No", me contestó Elaine, "si esto solo es para hacer la foto, para que los de la autoridad vean que es una zona verde, y luego hay que pedirles permiso para volver a hacer el aparcamiento". ¿Cómo? No lo he entendido bien. "Sí, el aparcamiento lo han quitado porque se había construido sin pedir permiso, así que han venido a quitarlo y hacer la zona verde, y luego volvemos a hacer el aparcamiento otra vez".

Mi cerebro se negaba a entender la lógica de lo que Elaine me estaba diciendo. Según yo creía, esta historia solo podía tener dos posibles desarrollos:
1. El aparcamiento se ha construido sin permiso, hay que derribarlo (y pagar una multa si procede).
2. El aparcamiento se ha construido sin permiso, podemos aceptar no derribarlo si pagáis una multa.

Pero no, en China existe una tercera opción:
3. Has hecho el aparcamiento sin permiso así que te obligo a derribarlo, me mandas una foto cuando sea una zona verde para demostrármelo, y luego vienes a pedirme permiso. Entonces te dejaré construir el aparcamiento.

Conclusión: hemos tirado abajo el aparcamiento, puesto césped, hecho la foto, solicitado permiso y vuelto a construir el aparcamiento.



Si esta no es la definición perfecta de absurdo no sé cuál puede ser.

7 comentarios:

  1. Grandioso!

    Corderito ;)

    ResponderEliminar
  2. Ja, ja, ¡así es China! ¡Viva el absurdo! El sentido común no es Universal, es una invención Occidental.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso dice mi compañero español cada vez que los chinos de la empresa hacen alguna burrada que no logramos explicarnos xD

      Eliminar
  3. he de decir que con el caso que expones, los chinos son la sublimación de lo español. es que estaba leyendo y estaba pensando... 'yo haría lo mismo'. lo que es, es.
    requitoso, bendito sea la virgen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. requitoso lo decía mi abuela. Me salió solo al escribir el post y buscando en google vi que es una palabra en peligro de extinción, jaja. Pues yo evitaré que desaparezca!

      Eliminar
    2. No será dialecto extremeño de "raquítico"...?

      Eliminar