martes, 10 de septiembre de 2013

Las minorías étnicas

Xishuangbanna es una región de la provincia de Yunnan, al suroeste de China, en la frontera con Laos y Myanmar. Xishuangbanna es mundialmente conocida entre todos los estudiantes de chino del universo porque siempre aparece en algún capítulo del libro de texto una lectura sobre el Po Shui Jie (el festival de tirarse agua, algo así como la tomatina pero más limpio). Yo he de reconocer que antes de venir a China no lo sabía, pero aquí, aparte del chino prototípico que todo el mundo tiene en mente cuando piensa en un chino, hay 55 minorías étnicas (señores/as con pasaporte chino pero que no parecen chinos y que tienen una lengua y una cultura diferentes de los han). Entre ellos los más conocidos son los mongoles (de Mongolia Interior provincia de China, los de Mongolia país no son chinos), los tibetanos o los uigures (chinos musulmanes de la provincia de Xinjiang). Pero la mayoría de las minorías étnicas, algunas de las cuales no llegan ni a 50.000 personas, viven en Yunnan.
El puntico marca la localización de Xishuangbanna. Más o menos.

Lo malo de viajar por sitios turísticos chinos es que nunca sabes si lo que estás viendo es auténtico o un parque temático creado expresamente para el turismo (ejemplo: en Suzhou hay una muralla a lo largo del río que se llama "la muralla antigua" y que se terminó de construir a principios de este año). Así que siempre te queda la duda de si te la están metiendo doblada.

En Xishuangbanna visitamos un pueblo donde vivía la minoría étnica dai, emparentados con los tailandeses y los laosianos (de hecho usan un alfabeto muy parecido al tailandés, si es que no es igual. No estoy yo muy puesta en tailandés). Los dai son los que celebran el Po Shui Jie, en el que celebran el año nuevo tirándose agua a palanganazos (su año nuevo empieza en abril). La amable señora que nos hacía de guía y que nos llevó a su casa nos explicó que, al contrario que los han, a los dai les gusta tener hijas y no hijos. De hecho, se refieren a los hijos varones como 赔钱货 peiqianhuo, algo así como "esa cosa que me hace perder dinero", porque para casarlos tienen que pagar una dote, y además los hijos varones no heredan. Aunque lo único que se deja en herencia de madres a hijas en esta minoría étnica son las plantaciones de árboles de caucho, que parece ser que dan para vivir muy bien. Lo que es el dinero, cuando una persona muere pasa a manos de la comunidad, que lo emplea en el bien común, como por ejemplo las escuelas. Los niños/as dai no pagan nada por ir al colegio en ese pueblo, ni siquiera el comedor.
También nos contó que, antes de casarse, los hombres tienen que vivir tres años en la casa de la chica que pretenden haciendo de criados.
La frutería del pueblo dai.
Chicas con trajes de estilo dai cuando salen en Noche de Fiesta.

El otro pueblo que visitamos era de la minoría étnica jinuo, que fue la última reconocida oficialmente por China, en 1979. Según wikipedia, está formada por poco más de 20.000 personas y la mayoría viven en la montaña Jinuo, que es a donde fuimos. La chica que nos invitó a su casa a beber té (como parte de la visita, claro, no fue espontáneo...) nos contó algunas cosas sobre el pueblo, como por ejemplo que eran los principales productores de té pu'er o que a las chicas jinuo les gustan los hombres más bien rellenitos, con gafas y muy morenos de piel (al contrario que los han, que idolatran la piel blanca).

La banda de percusión del Frente de Juventudes Jinuo

El traje de los domingos.

La casa de la chica que nos invitó a té.

El pueblo. Parecía bastante auténtico.

Una casa del pueblo.

Una cosa en la que coincidieron las señoras de ambas minorías étnicas fue en asegurar que, como invitados suyos, podíamos curiosear todos los rincones de su casa menos los dormitorios. Si pillaban a alguien entrando en el dormitorio, esa persona no podía irse y tenía que quedarse a vivir con ellos, ya que había visto el "alma" de su familia, que reside en el dormitorio. No sé si es realmente una creencia de su pueblo o si se lo han inventado, hartas de que los chinos han turistas se les metieran a cotillear sus camas y sus cajones.

4 comentarios:

  1. Qué interesante Marta! Qué poco chinos son esos chinos. Mira que si tienes que quedarte a vivir allí con ellos por cotillear... qué cruz. Ja, ja. Y lo de que el novio tiene que ser antes 3 años criado... qué fuerte, no?

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  2. Para mí, eso de repartir el dinero, es un guiño al Comunismo que ya no existe, una idea de lo que debería hacer un buen empleado-camarada.
    Por cierto, E me ha preguntado hoy por tí.

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  3. tremendo. no enseñar el dormitorio porque te llevas mi alma... qué fuerte me parece. y lo de llamar a los varones 'sacacuartos'. otra que tal.
    qué mundo este.

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  4. jajaj me gusta este peiqianhuo, suena divertido!

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