miércoles, 14 de octubre de 2015

Vacaciones en España I

¡Ya estamos de vuelta! ¡Cuántos días sin escribir! Mis vacaciones en España han sido también unas vacaciones de los blogs.

Hoy voy a contar la primera semana de mis vacaciones, que transcurrió en Cataluña, donde tengo a un montón de tietas, tiets y cosins. Tras aterrizar a las 6.30 de la madrugada en el aeropuerto de Barajas, mis padres vinieron a buscarnos en coche y pusimos rumbo al noreste, a donde llegamos para la hora de comer. ¡Había reunión familiar y paella para 30! Tras ponernos como el quico y cumplir con mi primer punto de la lista de "Cosas que hacer en España" (comerme un frigopie), hice la entrega de los regalos que había traído de China... ¡la moda de ponerse un brote en la cabeza ya ha llegado a España! ¡No hace falta que me lo agradezcáis! Los que no tenían pelo para enganchar la pinza con el brote se la pusieron con un trozo de cinta adhesiva.
Tal que así.
 El segundo día mi tieta Nuria nos llevó a una excursión muy chula por el Priorato, una región de Tarragona donde se hacen unos vinos que al parecer son muy famosos en el extranjero.
La iglesia de Siurana.
En plena época de la vendimia.
El Ebro al fondo.

También visitamos Reus, Tarragona y Sitges, y nos llovió durante un par de días. Yo que me había llevado hasta el bikini por si podíamos ir a la playa... mi gozo en un pozo. Hacía más frío allí que en Shanghai.
Sitges (casi coincidimos con el festival de cine).

Después estuvimos 3 días en Barcelona. Qué de gente, oiga. C. se agobió un poco porque le parecía igual que en China, con tanta muchedumbre. Visitamos el parque Güell, la Sagrada Familia, el paseo de Gracia, el barrio gótico, la catedral, el puerto, dimos un paseo en el barco del tiet Joan y la tieta Eli... A la Pedrera, la Casa Batlló y esos sitios no entramos porque, atención, ¡¡la entrada vale 20 euros!! ¡¡Pero qué exageración!! Donde sí entramos fue en la tienda de Louis Vuitton, porque a C. le habían hecho un "encarguito" de 3.900 euros; y en la tienda de Loewe a saludar a mi amiga L. La mitad de los clientes de estas tiendas eran chinos y la otra mitad rusos. Estas marcas, antes de que los chinos y los rusos tuvieran dinero, ¿vendían algo?

Venga gente...

Por fuera...

Por dentro...

Esta no sé qué iglesia es.

¡Capitán!

Y así pasó la primera semana de nuestras vacaciones, pateando pueblos y ciudades y poniéndonos morados de comer. ¡No se pierdan la segunda parte: Extremadura y Portugal!

5 comentarios:

  1. Qué bien las vacaciones!!
    Antes compraban los europeos en esas tiendas, pero ahora los chinos. Es bueno que el dinero cambie de manos.
    Y sí, las entradas esas, a mi también se me hacen muy caras. Pero si lo piensas, en China son supercaras también y a veces, para ver algo que no tiene interés, llámese colina con vistas o truño reformado con titanlux...

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    1. Si, en China el precio de las entradas es tambien de juzgado de guardia. Pero no me esperaba algo asi en Europa. Tia, que valga mas entrar a La Pedrera que a la Alhambra... pues no se que quieres que te diga! Me parece desproporcionado.

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  2. Muy chulas las fotos Marta, el otro mes estuve en China y la primera vez que me crucé a una chica llevando la cerecita en la cabeza pensé que simplemente era un caso aislado y debía tener un gusto un poco excéntrico, pero luego empecé a ver más y más, luego puestos por todas partes dónde la vendían, en fin, creo que tienes que actualizar tu entrada de los horrores estilísticos pronto.

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    1. Jajaja, si! Han hecho furor los brotes estos. Tendre que ponerlos en la lista, junto a las orejitas que se pusieron de moda hace un tiempo.

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  3. yo he ido a la sagrada familia una vez, porque en las fiestas de la mercé abren puertas gratis si te registras en una página o algo. la moda del brote en la cabeza, no me parece mal, pero no me veo, la verdad. los vinos del priorat antes eran como vinos de viejo (como el gandesa, por ejemplo), pero ahora te cascas un priorat y te quedas como un pepe. sigo con sus vacaciones a ver.

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