Los supermercados chinos son una fuente inagotable de diversión. Menos los días antes del Año Nuevo chino, cuando las colas para pagar son de aproximadamente una hora.
Los supermercados chinos son un sitio fascinante en los que se pueden pasar horas y horas maravillándose ante los pasillos kilométricos con 50 marcas diferentes de compresas, 37 sabores distintos de tallarines instantáneos, 84 variedades de palitos de galleta tipo Mikado y más de 100 botes de salsas cuyo sabor una no alcanza a imaginarse. Por no hablar de la hipnótica visión de las viejas manoseando uno a uno todos los trozos de carne a su alcance, sin guantes ni nada (que ya no es por pijoterías de bacterias ni nada, sino porque la señora se va de allí con las manos pringosas).
Repasando fotos he encontrado algunas de cosas compradas en el supermercado y que había retratado para hablar de ellas en el fotolog. La mayoría de estas fotos son antiguas, de cuando llevaba poco tiempo y todo me parecía sorprendente. Ahora ya me he acostumbrado, aunque el otro día vi unas patatas fritas con sabor a langosta y queso y me volví a sorprender.
Un poco más y da la vuelta al pasillo. |
Los supermercados chinos son un sitio fascinante en los que se pueden pasar horas y horas maravillándose ante los pasillos kilométricos con 50 marcas diferentes de compresas, 37 sabores distintos de tallarines instantáneos, 84 variedades de palitos de galleta tipo Mikado y más de 100 botes de salsas cuyo sabor una no alcanza a imaginarse. Por no hablar de la hipnótica visión de las viejas manoseando uno a uno todos los trozos de carne a su alcance, sin guantes ni nada (que ya no es por pijoterías de bacterias ni nada, sino porque la señora se va de allí con las manos pringosas).
Repasando fotos he encontrado algunas de cosas compradas en el supermercado y que había retratado para hablar de ellas en el fotolog. La mayoría de estas fotos son antiguas, de cuando llevaba poco tiempo y todo me parecía sorprendente. Ahora ya me he acostumbrado, aunque el otro día vi unas patatas fritas con sabor a langosta y queso y me volví a sorprender.
Las compresas de Hello Kitty |
La esponja de Bob Esponja |
Los yogures de Winnie the Pooh |
Yogures para enamorados |
Leche en bolsitas y con sabor a "cereales" |
Calamar seco (todos los tipos de pescado y carne se puede encontrar secos y en cómodas bolsitas para que puedan servir de aperitivo en cualquier momento). |
Fanta de melocotón |
Estas galletas ya no las encuentro y mojadas en leche estaban buenísimas. |
Un gel de ducha que se llama Pon Pon. ¿No es graciosísimo? Yo me descascarillé al verlo. |
Buah tía, qué suertes tienes de pasarlo bien en el super, yo pagaría por no ir. Para empezar tengo que coger un taxi. Me vuelvo chinchorra con los millones de marcas de la misma mierda que quiero comprar. Todo tiene sabores apestosos, de las salsas a los yogures. Y en Lotus, siempre hay mínimo 30 minutos de cola, sea lunes a las 4 de la tarde o el día que sea. Vamos, un fin de semana ni se me ocurre ir. ¡Odio ir al supermercado Marta! ¡Qué pérdida de tiempo!
ResponderEliminarVaya bronca que te he echado. Pero es que has tocado un tema que duele.
ResponderEliminarJajaja tia pues a mi me encanta ir al supermercado! Me lo paso pipa mirando todas las guarrerias!
EliminarSipi, helicóptero. Además, no sé dónde son. Busqué en Google 'tulous' en chino, y aparecieron estas fotos. Tienen muy buena pinta esos tulous.
ResponderEliminarme quedo con el yogur para enamorados por ser la cosa más cursi que he visto en siglos. hacer morritos con yogur, qué cosa.
ResponderEliminarsaludos!