lunes, 19 de junio de 2017

Visita familiar VI: Suzhou

¡Por fin! Ya llegamos a la última etapa de nuestra ruta china: Suzhou... que es donde yo vivo, jaja.

Nada más llegar a Suzhou fuimos a cenar a un restaurante muy famoso con los padres de C.


De visitas turísticas, el primer día vimos una parte de la muralla de la ciudad (reconstruida), la calle Pingjiang y dos jardines: el de la pareja (耦园) y el de los leones (狮子林园). Yo no había ido nunca a ninguno de los dos. El de la pareja está muy cerca de la muralla reconstruida y además la entrada es barata, 20 o 25 yuanes creo que era. Es un jardín poco concurrido así que se está muy tranquilito. El de los leones es bastante popular y había mucha gente, aunque era un día entre semana. Pero es un jardín bastante chulo, con un laberinto de rocas del que casi no salgo. Este jardín es famoso precisamente por las rocas y supuestamente muchas de ellas tienen forma de león (hay que echarle un poco de imaginación, claro). ¡Lo peor de este día fue que hacía un calor de muerte! Por poco no me da un soponcio. Por la noche fuimos a hacernos masajes, también conocidos como tortura china. Bueno, para mí ya no son tortura, estoy acostumbrada.
Decoración en una salita del jardín de la pareja.

Ventana.

Venga, más comida...

Un señor dibujando en el jardín de los leones. La verdad es que esa piedra sí que parece un león, ¿verdad?

El lago del jardín de los leones.

Al día siguiente fuimos a Luzhi, un pueblo de canales que hay cerca de Suzhou (escribí sobre este sitio hace unos meses). Estaba lloviendo, pero casi mejor porque no había mucha gente. Ese es el verano de Suzhou, por cierto. Un día hace un calor horrible con una humedad agobiante, y al día siguiente las temperaturas bajan 15 grados y llueve. Luzhi se puede visitar gratis y si quieres entrar en los sitios hay que comprar una entrada que vale 78 yuanes. La conseguimos gratis gracias a ciertos contactos y visitamos el templo Baoshen, donde conservan unos relieves de la dinastía Tang y tienen un jardín muy tranquilo con las tumbas de no sé quién y unos ginkgos de más de mil años. También entramos en algunas de las casas que se pueden visitar, pero dentro no hay mucho que ver, más que nada las pinturas y caligrafías que venden.
Me gustó el león este.




Los recuerdos mejor comprarlos en Luzhi, más baratos.

¡ A ver si en el próximo post puedo publicar ya las fotos de la boda! Todavía no he podido ver las fotos del fotógrafo oficial, nos las dieron ayer pero en un dvd que no fuimos capaces de leer ni con la playstation ni con mi portátil, que el pobre está para el arrastre.

3 comentarios:

  1. Oye, pues ahora que lo dices, un masajito no vendría mal...
    Buah tía, calor el que hace aquí. No me llega el riego al cerebro, después de las 10 de la mañana no piso la calle.

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    1. ¡Ya me han contado! En Cáceres también están asfixiaos. Aquí como llueve casi todos los días no hemos llegado a tener calor-calor más que algunos días. En tu casa se estará fresquito, no?

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    2. Sí. Pero también me gusta salir de casa...
      Cierro las ventanas a las nueve de la mañana y así voy bien.
      Anoche entraba fuego al abrir las ventanas.
      J -que es muy caluroso- no sabe ni dónde meterse.

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