miércoles, 11 de diciembre de 2013

El juego

En China están prohibidos los juegos de azar, las apuestas y los casinos, pero los chinos son probablemente el pueblo más vicioso sobre la faz de la tierra. Con unos cartones montan una mesa en la calle y ya está la timba organizada. En menos que canta un gallo habrá un corro de curiosos alrededor, siguiendo el juego atentamente y apostando por algún jugador. No importa si son cartas, mahjong o ajedrez chino, el caso es apostar.

¿Qué pasa?? Regalan algo??


Qué van a regalar. Ahí, todos al vicio.

En Macao, que es China pero no, sí hay casinos. Allí van todos los chinos a dejarse la billetera. Cuando fui a Seúl con el viaje organizado también estaban todos deseosos de llegar al casino del Shilla.

En el viaje de empresa que hicimos en septiembre, mis compañeros todas las noches daban el coñazo en el hotel. Se metían todos en una habitación a jugar a las cartas y dar voces mientras yo, pringada de mí, intentaba responder emails del curro. Lo peor es que el juego al que juegan es absurdo y aburrido. No recuerdo las reglas exactas pero era algo en plan el que saque la carta más alta gana. ¡Y se tiraban horas y horas!
Mis compañeros dándole al vicio.

Como los cartelitos de Fumar mata en las cajetillas de tabaco, pero en una baraja de cartas: Las apuestas perjudican la felicidad familiar.

Ni siquiera la tercera edad está a salvo. La abuela de C. se pasa el día jugando al mahjong con los demás jubilados del barrio, desplumándose unos a otros su escasa pensión.



1 comentario:

  1. uy, he publicado el comentario y no me ha dejado..
    le decía que qué confiados que se dejan fotografiar, tan alegremente. y que muy entrañable la advertencia de la cajetilla de las cartas.

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