Hace un par de fines de semana fuimos a la fiesta de los 100 días del bebé de nuestros amigos/exvecinos de enfrente. Su bebé se lleva tres meses y medio con Baby A. y ya pesa lo mismo que él. Yo no sé qué les dan a los bebés chinos (otro vecino, el de abajo, nació dos días antes que Baby A. y pesa TRES KILOS más. Impresionante). En la fiesta había unos dulces muy monos:
Otro día fuimos a enterrar las cenizas de Nico, que ya era hora. Las enterramos al pie de un árbol en un parquecito en el que seguro que no se va a construir nada porque hay una torre de alta tensión. De vecino tiene al perro de un amigo taiwanés, que también está enterrado allí.
Cavando la tumba. Menos mal que era una bolsita de cenizas y no el cuerpo entero, porque el suelo estaba durísimo. |
El domingo pasado hizo cielo azul y esos días hay que aprovecharlos a tope porque son escasitos. Me di cuenta de que el barrio está lleno de cerezos. Yo creo que los han puesto nuevos porque no me suena que otros años hubiera tantos. Lo habrán hecho para que los chinos no tengan que ir a Japón de vacaciones, ja ja ja.
Mañana es fiesta porque es el día de los difuntos. Baby A. y yo no iremos al pueblo porque los viajes largos en coche no los lleva muy bien (largos = más de media hora). De todas formas, según la superstición china, los niños que todavía no hablan pueden ver a los espíritus, así que no pueden ir al cementerio.
Pueden ver a los espíritus?? Eso decía una amiga de su bebé...
ResponderEliminarAy Nico, qué penita.
Qué mal lo del aire. En las fotos se ve precioso y florido.
Sí, cuando hace buen aire todo es precioso... y cuando hay contaminación dan ganas de matarrrrr
EliminarJa, ja, algo recuerdo, sí.
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