martes, 31 de julio de 2018

Servicios y productos postparto en China

Un día cuando estaba en el hospital entró una señora y me dio unos folletos publicitarios. Menos mal que solo quería hacer publicidad y no matarme, porque allí entraba todo quisqui como Pedro por su casa durante las horas de visita. Al principio al verme la cara no me iba a dar los folletos, pero cuando le pregunté en chino: "¿Eso qué es?", cambió de opinión. Y yo me pasé una hora muy entretenida revisándolos (mi aburrimiento en el hospital era supremo, sí). Estos son los servicios y productos que se anunciaban:

- La empresa de un maestro de fengshui que elige por ti el nombre más apropiado para tu bebé. En China no tienen un santoral ni una lista de nombres establecidos; cada padre elige los caracteres que le parecen y crea un nombre para su retoño. Mucha gente cree que tu éxito en la vida depende de si tu nombre es apropiado o no, así que hay muchos negocios que se dedican a "bautizar" bebés, empresas y marcas. Este folleto estaba lleno de conceptos tradicionales con los que no estoy muy familiarizada, pero básicamente entendí que los nombres se pueden elegir según el fengshui, el yin yang, el I Ching, el horóscopo chino, si se quiere tener éxito en la carrera profesional o en el matrimonio, etc. Esta empresa también hace estudios de fengshui en edificios y otros lugares, así que si vuestro negocio no va bien podéis contactar con ellos, a ver si la culpa va a ser del fengshui. (Fuera de coñas, mi empresa se mudó el año pasado a otra oficina porque el CEO estaba emperrado en que la oficina antigua tenía mal fengshui. ¿Ha mejorado el negocio en estos meses? Pues no...).


- Un par de empresas que hacen las cajas regalo para los invitados de la fiesta del mes o los 100 días de tu bebé. Esto es como el equivalente chino del bautizo, cuando presentan en sociedad al nuevo miembro de la familia. El regalo para los invitados es normalmente una caja con dulces y pastas.
Son bonitas pero buenas, lo que se dice buenas no están.


- Una empresa de masajes de pechos. Así como lo oís. Con este me cabreé bastante porque empieza así: Normalmente, tras dar a luz las mujeres tienen los pechos inflamados, dolores de pecho, los conductos mamarios no se han abierto, hay muy poca leche, los pezones están invertidos o son demasiado grandes o pequeños, el bebé no puede mamar bien... Qué dos guantás les metía. Así están las chinas obsesionadas con que no pueden dar el pecho, si todo el mundo les dice que no van a poder. Pues esta empresa va a venir a sobártelos y se van a acabar todos tus problemas. Me gustaría saber qué tipo de formación o acreditación tienen, porque a mí esto me suena al timo de la estampita (y en internet se pueden leer un montón de casos de timos o de mujeres que acabaron con la zona hecha mierda tras el "masaje").

- Una empresa que fabrica objetos de recuerdo. Hay algunos más o menos normales, como las típicas placas con la huella de la mano y el pie del bebé (solo que están metidas en marcos tradicionales chinos más feos que el copón) pero tienen otros más interesantes como pinceles de caligrafía, colgantes y cuadros hechos con pelo de bebé. La tradición dice que hay que cortarle el pelo al bebé al mes o así (y la mayoría de la gente les rapa la cabeza porque creen que así crecerá más pelo y más fuerte).
Venga, ¿quién va a querer un pincelico de pelo de bebé? ¡Calidad suprema!


-  Una empresa que prepara y entrega a domicilio comidas especiales para recién paridas durante el mes del postparto. A ver, el no tener que preocuparte de cocinar durante ese mes está muy bien, pero no me fio yo mucho de qué tipo de comida te dan. Tradicionalmente, las recién paridas chinas se pasan el día comiendo huevos cocidos y sopas grasientas, de pies de cerdo y cosas así. En las fotos del folleto lo único verde que se ve es un platito con okra y entre los ingredientes que mencionan está el nido de golondrina (timo de la estampita 1) y la gelatina de piel de burro (timo de la estampita 2). Estas dos cosas son carísimas y no tienen ningún contenido nutricional especial, por mucho que los vendan como superalimentos.
Ese "questions about eggs-wild" no tengo ni idea de dónde sale. En chino pone "entrega de comida postparto a domicilio".



Lo que me sorprendió es que no hubiera ningún folleto de un centro de confinamiento postparto, que es algo que está muy de moda en China y Taiwan. Pagas un pastizal y estás un mes en una clínica recuperándote del parto mientras las enfermeras te cuidan al bebé y te dan comida postparto especial, claro. Miedito me daría quedarme en una de esas. ¿Sabéis cuál es la forma tradicional de pasar el mes postparto en China? Sin levantarse de la cama, envuelta en ropa de invierno y mantas, sin encender aire acondicionado ni abrir la ventana a ver si te vas a resfriar, sin ducharte, lavarte el pelo ni los dientes (también por si coges frío), sin leer ni ver la tele ni mirar el móvil porque te estropeas los ojos... Suena genial, ¿no? ¡Ja ja ja! Supongo que esas clínicas tendrán unos planteamientos un poco más modernos, porque si no... pero me imagino que aun así yo estaría todo el rato peleándome con las enfermeras. Mejor me quedo tranquilita en mi casa.


martes, 24 de julio de 2018

Una semana en un hospital chino

La semana pasada no actualicé el blog porque... ¡estaba en el hospital!

Yo no había estado ingresada en mi vida. Vamos, es que nunca estoy mala mala de no poder ir a clase o al trabajo. La única vez que recuerdo fue hace como 15 años, cuando pillé la gripe y estuve una semana en cama. Así que hace un par de semanas, cuando me dijeron que los análisis de sangre para comprobar el funcionamiento correcto de hígado y riñones habían dado unos resultados raritos y que me tenían que ingresar una semana, se me cayó el mundo encima. ¿¿Una semana en el hospital?? ¿¿Justo cuando estaba más ocupada en el trabajo y tenía además que entregar la tarea final del curso online que estoy haciendo?? Menudo putadón...

Mis quejas no sirvieron de nada y el viernes 13 me ingresaron en el hospital municipal de Suzhou, también conocido como hospital de maternidad. Tenemos enchufe con la enfermera jefe de la zona VIP donde voy a hacerme las revisiones y ella se había encargado de conseguirme plaza, porque no veáis qué solicitado está ese hospital. Me pusieron en la sección de embarazos de alto riesgo, donde solo hay 20 camas y hay tortas por ellas. Vamos, que yo llegué a las 10 de la mañana pero la que estaba en mi cama no se fue hasta las 2 de la tarde...
Por cierto, por algún motivo las sábanas eran de Xi Yang Yang, unos dibujos animados chinos...


Las habitaciones eran de 2 o de 3 personas. La mía era de 2 y mi compi era un poco mayor que yo y embarazada del segundo. Había sangrado y no se podía levantar de la cama ni para ir al baño. Yo creo que esto es una exageración y he leído artículos que aseguran que la horizontalidad total no garantiza un mejor resultado, pero bueno. Siempre tenía que acompañarla su marido o su cuñada porque claro, cuando quería hacer pipí o popó le tenían que poner la cosa esa para hacerlo en la cama. Pero es que no me puedo ni imaginar estar dos semanas en cama sin moverme en absoluto, si solo estando tumbada un rato en esa cama de hospital ya me dolía la espalda me pusiera como me pusiera...

El pasillo.


El hospital estaba limpio, las habitaciones eran decentes y me cuidaron muy bien pero, qué queréis que os diga, me daba la sensación de estar en una cárcel por los siguientes motivos:

- Me llamaban por el número de mi cama. Las enfermeras parecían incapaces de acordarse de un nombre extranjero y no querían llamarme Xiao Ma porque eran más jóvenes que yo (ahora que lo pienso, me podían haber llamado Hermana mayor Ma, pero no se nos ocurrió a nadie en ese momento). Así que me decían Número 8 o, si pensaban que no las oía, "la extranjera". Un día entró en la habitación una señora de la limpieza diciendo que "quería ver a la extranjera".

- No me dejaban salir del hospital, solamente andar por los pasillos o ir a una tiendecita que estaba fuera como a 30 metros. Yo que tenía pensado darme paseos por la calle e ir a la biblioteca pública que hay enfrente del hospital...

- ¡¡Me torturaron!! Cada día me hacían un test de estrés fetal en el que te ponen dos cacharros atados en la barriga y te tienes que quedar en la cama sin moverte. A partir de las 20 semanas todas las recomendaciones dicen que no te tumbes de espaldas sino de lado. Pues bien, un enfermero gilipollas que había el fin de semana me hizo estar tumbada de espaldas durante una hora para hacerme el puto test de estrés. La que acabó estresada fui yo. Qué dolor de culo, al terminar no podía ni mover las piernas. Las enfermeras mujeres siempre me dejaban ponerme de lado.

- No me dejaban dormir. Joer, yo pensaba que en los hospitales se descansa. PUES NO. Cada una o dos horas allí estaban las enfermeras dando por saco con una prueba o unas pastillitas. A las 12 de la noche iban con el doppler a todo trapo para oir el corazón del bebé (¿¿no podía ser a las 10, en vez de a las 12 cuando ya estamos todas durmiendo??) y a las 6 de la mañana tocaban diana y todo el mundo se tenía que despertar para contar movimientos fetales, tomarse la tensión, etc. QUÉ ESTRÉS. Claro, y eso sin mencionar que yo soy superdelicada para dormir, que allí había luces y ruidos toda la noche y que la cama estaba más dura que una piedra. Vamos, que en una semana dormí un mojón.

También fue la primera vez en mi vida que me pusieron un gotero. En China ADORAN los goteros. ¿Que el niño está tosiendo?, al hospital a que le pongan un gotero. ¿Que tienes mocos? Ve a que te pongan antibióticos en gotero, sin mirar si lo que tienes son bacterias o no, qué más da. (Así vamos a morir todos, gracias a los chinos que están creando superbacterias por su afición a tomarse antibióticos por todo). A mí me pusieron el gotero con 99,5 % de suero y 0,5 % de medicina para el hígado. Pues me podían haber puesto una inyección y ya está, ¿no? Porque menudo coñazo estar tres días enteros con la vía puesta en la mano. Cada día me tiraba 6 horas con el goterito puesto. 5 litros de líquido en total en una semana. Al final del tercer día, cuando me quitaban la vía, tenía la mano como una morcilla de Burgos.
El gotero del infierno.


Las enfermeras a veces también decían unas cosas que te tenías que reir. Por ejemplo, me dijeron que mis chanclas (de plástico, comodísimas y lo único en lo que me cabe el pie ahora mismo) no eran adecuadas y que me tenía que comprar unas zapatillas especiales de embarazada. Yo ni sabía que eso existía, pero de todas formas dudo que las vendan en el número 41, que es lo que parece que tengo ahora mismo. Pasé de ellas y me tiré toda la semana con mis chanclas. Otra regla que tenían es que no te podías duchar sola, tenía que haber alguien contigo en el baño por si te resbalabas o algo. De esta norma también pasé, si en mi casa me ducho yo sola... Y lo mejor fue cuando una enfermera me dijo que no me sentara encima de la cama con las piernas cruzadas (¿cómo se llama esa postura? ¿sentarse como los indios?) porque podía romper aguas. ¡¡Cágate, lorito!! ¡¡Si esa postura de yoga la recomiendan en Occidente a las embarazadas!!

Esto está quedando como una superqueja de los hospitales chinos pero la verdad es que creo que hubiera estado igual de amargada en un hospital español. Ahora crucemos los dedos para que no me vuelva a subir la mierda esta del hígado, porque no quiero que me ingresen otra vez...

El hospital por fuera.

martes, 10 de julio de 2018

Fotos de maternidad

En China se lleva mucho lo de hacerse sesiones de fotos. Que si las fotos de preboda, que si las fotos de maternidad, que si las fotos de recién nacido, que si ahora me hago una sesión de fotos con ropa de la dinastía Han o Tang. Aparte de las ingentes cantidades de selfies, claro. El otro día en la piscina había una chica que llevaba el móvil en una funda impermeable colgado del cuello y se había colocado el gorro estratégicamente con un poco de flequillito por fuera para hacerse autofotos y salir mona. Joer, ni dentro de la piscina pueden dejar de hacerse fotos. Y, además, ya hay que tener ganas de hacerse fotos con el gorro de natación... ¿hay algo menos favorecedor?

Nosotros no nos hicimos fotos de preboda porque me hacía más ilusión hacer las fotos el día de la boda. En cambio, el día que me explote la barriga no voy a estar para fotos, así que mejor hacerlas antes, jaja. Hace justo tres semanas fuimos al estudio de una compañera de primaria de C. a hacernos el book de maternidad. En el estudio te peinan, te maquillan y te prestan ropa fashion. No sé yo si tenían muchos modelitos de mi talla; me sacaron tres vestidos de los que elegí dos. Y así nos tiramos toda la mañana.



Esto es a las 30 semanas... voy a reventar, jajaja.
Este pelazo que veis aquí va a desaparecer en breve. Cada vez que me lo tengo que secar me empieza a dar una lipotimia, y eso que uso el aire frío.

En mi vida había llevado un modelito parecido.




También hubo fotos en pelotillas pero esas me las reservo.






martes, 3 de julio de 2018

La fruta engorda

El otro día fui a una charla de preparación al parto en el hospital y la doctora era una señora entrada en años muy simpática. Entre unas cosas y otras mencionó el caso de una paciente suya que a los seis meses de embarazo había ganado ya 20 kilos. Según dijo la buena doctora, la chica se zampaba sandías enteras y por eso había engordado tanto.

En algunas cuentas que publican artículos sobre salud que sigo en WeChat también mencionan a menudo que no hay que comer demasiada fruta, 250-300 gramos al día como mucho. Curiosamente, nunca he visto que digan nada en contra de comer carne todos los días, algo que es muy normal en China. Al contrario, según esos artículos hay que comer carne todos los días (dan también la cantidad recomendada en gramos pero ahora no me acuerdo) para estar sano. Una vez dejé un mensaje preguntando que cómo sobreviven los vegetarianos entonces, si es imprescindible comer carne. No publicaron mi comentario. ¡Buuuuh!

Me da la sensación de que los chinos consideran que las frutas son como golosinas. Como hace unas décadas debía ser prácticamente la única cosa dulce que tenían... En la aplicación que tengo para llevar la cuenta de mis gastos, el apartado de comida y bebida se subdivide en "desayuno, comida y cena", "tabaco, alcohol y té" y "frutas y snacks" (este último con el icono de un polo).

En los países occidentales mucha gente cree que todos los chinos son delgados pero, ay, amigos, la epidemia de gordura también ha llegado a estas tierras. Se ve sobre todo en los niños. Ayer en el metro me estuve fijando en que los niños y hombres entraditos en carnes llevaban todos ropa y zapatillas de deporte, pero mucha pinta de hacer ejercicio regular no tenían (a menos que acabaran de empezar y me esté pasando de malvada, jajaja). Los niños regordetes seguro que no hacen mucho ejercicio, si no tienen tiempo los pobres con tantos deberes y tantas clases extraescolares.

Ay, ahora me acabo de acordar de que el otro día en un grupo de WeChat alguien compartió un vídeo de su hijo jugando con un vecinito. El vecinito tiene dos años y pesa 23 kilos (según la tabla de la OMS, el peso medio de los niños de 2 años es 12,9 kilos). Ya hay que esforzarse mucho para conseguir que un niño tan pequeño se ponga tan gordísimo. La abuela en el vídeo parecía muy orgullosa de lo bien que lo estaba criando.

Y, digo yo, dudo mucho que esta nueva generación de niños gordos se haya puesto así por comer fruta. Será más bien por comer galletas, patatas fritas, helados, beber refrescos, y demás guarrerías prefabricadas y con azúcar y grasas trans hasta los topes. Pues eso mismo comenté también el otro día en un artículo sobre si la fruta engorda y tampoco me lo publicaron. ¡Me tienen manía!
"Hijo mío, no comas mango que engorda. Mejor bébete el Yakult este, que tiene calcio y lactobacilus y solo un 50 % de azúcares añadidos".