domingo, 27 de enero de 2019

Preparados para el Año Nuevo chino

¡Ya ha empezado la cuenta atrás para el Año Nuevo chino! El año del cerdo empezará el 5 de febrero, así que queda poco más de una semana. Aunque llevo ya casi 7 años en Suzhou, esta va a ser la primera vez que pase aquí estas vacaciones así que no sé qué tal será. ¿Habrá mucha gente? ¿Organizarán algo interesante? La madre de C. dice que hay un festival en un templo y bailes del león. pero no sabe en dónde y le ha preguntado a una amiga de esas que siempre se enteran de todo. A ver si podemos ir a ver algo porque, sinceramente, yo pensaba que no había nada de nada.

El otro día fuimos a un supermercado nuevo que han abierto en el barrio y ya lo tenían todo decorado para las fiestas. Nada más entrar había una estantería con las decoraciones:

Lo de arriba del todo son peluches de cerdo y lo demás son decoraciones que se pegan en la puerta de entrada de tu casa para atraer buena suerte. Yo ya tengo las mías preparadas.

Todo el supermercado estaba decorado con guirnaldas y farolillos rojos. En la pancarta en primer plano pone: Calle de los productos de Año Nuevo:

¿Y cuáles son esos productos? Pues, básicamente, cualquier cosa de comer o beber de las que se compran normalmente, pero en una caja distinta y engalanada ya que están pensadas para regalar. En China, mucha gente vive y trabaja en un sitio distinto de su ciudad natal y vuelven a casa para celebrar el Año Nuevo (como en el anuncio del Almendro: "Vuelveeee, a casa vuelveeee, por Año Nuevo chinoooo"). Y, aunque ya hasta en el pueblo más perdido se puede comprar cualquier cosa por internet, la gente tiene la costumbre de comprar cajas de galletas, leche, frutos secos, etc. y llevárselas a los parientes del pueblo. Las principales actividades que se hacen durante las fiestas son comer y picar entre horas mientras se ve la tele, por eso se regala comida.
Caramelos, gominolas y chocolatinas a granel.

Chips Ahoy y Oreo con bolsa y caja redonda metálica especial Año Nuevo chino.

Esto son unas tortitas de arroz muy populares, también con caja festiva.

Las empresas también regalan una cesta con comida y ahora mismo tenemos en casa unos 30 paquetes de frutos secos y otros tantos de setas secas que se usan para cocinar. No los vamos a gastar en todo el año... ¡seguro que se juntan con los del año que viene!

Como habéis podido ver, el color oficial de Año Nuevo chino es el rojo. También es costumbre estrenar ropa nueva (roja) pero yo esa tradición nunca la he seguido, si acaso me pongo ropa roja que ya tengo. Pero a Baby A. sí le he comprado un trajecito especial:
Es muy suave y calentito.



viernes, 18 de enero de 2019

Mis libros sobre China de 2018

¡Ya va siendo hora de publicar la lista de los libros sobre China que leí el año pasado! Esta vez habéis tenido suerte y son poquitos. En 2018 leí en total 34 libros y 5 cómics, pero solamente cuatro de los libros iban sobre China. Es que estuve muy ocupada leyendo sobre partos y lactancia, y después de parir me lié con la saga de Harry Potter (que es bien entretenida, por cierto). También podéis echar un vistazo a las listas de 2016 y 2017.

Estos son los cuatro libros relacionados con China que leí en 2018:

- ¡Vivir!, de Yu Hua
Me gusta este autor; me parece muy chino. Con Crónica de un vendedor de sangre y Brothers me reí bastante, y con ¡Vivir! no tenía muy claro si me iba a pasar lo mismo porque la película de Zhang Yimou basada en la novela es un dramón total. Pero Yu Hua es fiel a su estilo y, pese a que lo que pasa en la historia es efectivamente muy dramático, también hay notas de humor y hasta ocurrencias ridículas. Vamos, que lo que cuenta es lo mismo que la película, pero la impresión que deja es diferente, más optimista. Va sobre Fugui, un señor de familia rica que pierde hasta la camisa apostando y se ve obligado a vivir muy humildemente. Pero, como dice el proverbio chino, a lo mejor es bueno que a tu caballo se le haya roto la pata porque así tu hijo no puede ir a la guerra, ya que Fugui se arruina justo antes de la liberación comunista, cuando ser rico era buscarse una muerte segura. Después pasan muchas más cosas, porque la historia llega hasta después de la Revolución Cultural. Muy recomendable.


- La vida y la muerte me están desgastando, de Mo Yan
Vaya título, ¿verdad? Pero es bastante acertado. Va sobre un terrateniente al que ejecutan al comienzo de la era comunista (porque, como he comentado antes, los ricos eran el enemigo en aquel momento) y va al infierno. Allí Yama (que debe ser el equivalente de Satanás) lo tortura para que confiese sus pecados, pero él erre que erre con que no ha hecho nada malo y que siempre trató bien a los campesinos que trabajaban para él. Así que, harto de escucharle, Yama le manda de vuelta al mundo de los vivos... pero reencarnado en varios animales. Está gracioso también y es larguito, ya que la historia llega hasta el año 2000. Según la Wikipedia, Mo Yan lo escribió en solo 42 días. Ya solo por eso se merecía el Nobel, jajaja.


- En el gallo de hierro: Viajes en tren por China, de Paul Theroux
Este libro me debió pasar sin pena ni gloria porque casi no me acuerdo de nada. El autor hace varios viajes en tren por China en los años 80, uno de ellos acompañado de un oficial del gobierno que le hace de acompañante en plan Corea del Norte. El autor es muy cascarrabias, todo le parece mal y todo el mundo es tonto menos él. O eso creo que pasaba.


- La caja china, de Jesús Maeso de la Torre
Ficción histórica sobre un joven cartógrafo del siglo XVI al que mandan a China con una misión secreta del rey Felipe II, que quería nada más y nada menos que conquistar China y convertir a los chinos al catolicismo. Se creía que con 300 soldados podría conquistar China entera. Qué atrevida es la ignorancia, ¿eh? Me recuerda un poco a esos (todavía quedan algunos, a estas alturas de la vida) que creen que van a llegar a China y se van a hacer ricos vendiéndoles cualquier trasto a los chinos.


Y vosotros, ¿qué leísteis en 2018?

jueves, 3 de enero de 2019

Regalos perfectos para Reyes

Madre mía, ya es 2019 y yo con estos pelos. Quería haber escrito un post resumen de 2018 pero este otro es más urgente porque falta muy poquito para que vengan los Reyes. Bueno, para que vayan. A España. Por China no pasan, que aquí son muy republicanos. El otro día, hablando con mi amiga Claire, me mandó un par de fotos de juguetes que se anunciaban en los catálogos navideños en Inglaterra:
Perro o cordero (no lo tengo nada claro) recién llegado del infierno.
Juego de atrapar mocos secos con la vela que te cuelga de la nariz.

Y otro día, por casualidad, otra amiga mandó esto en Instagram:
Sí, es lo que parece. Un juego de atrapar al vuelo un zurullo que sale volando de un wc.

Pero es que después en Amazon encontré este otro juego:
Que va de pisar cacas (de plastilina, menos mal).

Y este otro:
Este no va de cacas, sino de explotarle los granos de la cara a este señor.

No sé por qué de repente se han puesto de moda tantos juguetes escatológicos, pero todos los niños pasan por una época de reírse de estas cosas, según creo, así que probablemente tengan éxito. Y qué lástima que ya haya pasado diciembre, porque estos juegos son ideales para que los cague el cagatió catalán :D

¡Que os traigan muchas cosas los Reyes! A mí no, que ya no me cabe nada más en casa.