miércoles, 30 de septiembre de 2020

Pasteles de luna

 ¡Mañana es el festival del medio otoño! Ya he hablado antes de esta fiesta tradicional china, aquí y aquí. Este año es un poco raro porque, en vez de ser una fiesta separada, el día del medio otoño cae el 1 de octubre, que es el día nacional de China y el comienzo de una semana de vacaciones. Así que tenemos fiesta del 1 al 8 de octubre, un día más de lo normal. Pero no hay que emocionarse, el domingo pasado tuvimos que trabajar para recuperar un día, y el sábado 10 de octubre es laborable también. No se puede dejar que la gente descanse mucho, a ver si se van a dar cuenta de que hay más cosas en la vida aparte de trabajar.

Durante la fiesta del medio otoño, lo típico que se hace es observar la luna llena, reunirse con la familia y comer pasteles de luna. Durante el mes de septiembre, toda China compra y regala cajas de estos pasteles. A nosotros este año nos han dado 6 cajas. Cada una lleva entre 5 y 8 pasteles, a una media de 700-800 calorías por pieza, así que os podéis imaginar el plan. Si consigo acabar la semana sin engordar, será un milagro...

Los pasteles de luna normalmente no son santo de mi devoción (son como un mazapán amazacotado y con rellenos raros como alubias o una yema de huevo entera), pero este año casi todos los que nos han regalado no son los típicos. Os los voy a poner para que los veáis:

 

- Pasteles de luna de Starbucks

Vender pasteles de luna para las fiestas no debe ser mal negocio, porque todas las marcas se suben al carro, Starbucks incluido. Nunca había probado los suyos antes. Creo que cada año los hacen distintos. La caja de este año traía 8 pasteles, dos de cada sabor: café expreso, jujube (un tipo de dátil del oeste de China), crema de huevo dulce y, atención, beicon a la pimienta negra. También había un pañuelo que parecía de seda pero resulta que está hecho con botellas de plástico recicladas.

Este es el de beicon a la pimienta negra. Raro, pa qué nos vamos a engañar.


- Pasteles de luna típicos de Yunnan

Estos se diferencian de los del resto de China en que no tienen grabados por fuera. son lisos, y el relleno es de una especie de jamón con un montón de azúcar. La caja traía creo que 6 pasteles de tamaño normal, tres de jamón y tres de jazmín, y uno gigantesco que es el que se ve a medio comer en la foto de aquí abajo.

A la derecha, pastel de luna tamaño normal. A la izquierda, pastel tamaño tarta.

 

- Pasteles de luna de Haagen Dazs

Estos son los más solicitados cada año, quizás porque no son pasteles de luna en absoluto, sino helado normal. Este año hemos tenido dos cajas de dos variedades distintas: unos que son como un sandwich helado y estos otros de la foto, que están empaquetados como pasteles de luna.

Están un rato buenos.

 

- Pasteles de luna caseros

Ayer apareció la "prima" de C. (bueno, la hija de su padrino) con una caja de pasteles de luna caseros, según dijo. No sé si los ha hecho ella o qué, a mí me parecen muy profesionales. No son de la forma ni la masa típica, pero el relleno sí es el normal de alubia y huevo.



De momento ya nos hemos zampado los de Starbucks y los de Yunnan (menos la mitad que queda del grande). De los de helado he probado uno y están buenísimos, obviamente. ¡Feliz día del medio otoño!


miércoles, 23 de septiembre de 2020

El zoo de Suzhou

El domingo pasado fuimos al zoo de Suzhou. Yo no pisaba un zoo chino desde 2006, cuando visité el de Beijing y salí bastante deprimida. Afortunadamente, el de Suzhou es nuevo y no tiene nada que ver. Está a las afueras de Suzhou y es así:

Lago donde se puede alquilar una barquita y congeniar con los ¿pelícanos?

 

Aunque parece que está donde Napoleón perdió el gorro, en realidad solo se tarda 30 minutos en llegar en coche. Bueno, a eso hay que añadirle el atasco del último kilómetro, cuando todo el mundo está buscando sitio para aparcar.

El zoo de Suzhou antes estaba en el centro de la ciudad, dentro de un parque, y debía ser bastante pequeño. Ahora por lo menos los animales están en un entorno bonito y tienen jaulas grandes... 

Flamencos.

El zoo tiene varias zonas: la de los pájaros, la de los herbívoros, la de los "animales feroces"... No lo vimos todo porque era bastante grande, hacía calor y teníamos hambre. No había muchas opciones para comer, así que la próxima vez prepararé unos bocatas para ir ya en plan dominguero total. Vimos muchos pájaros y monos, dos jirafas, un elefante, canguros, zebras, llamas, camellos, antílopes, ciervos, un león durmiendo en la lejanía y varios tigres. Nos perdimos los osos, los lobos y todos los bichos acuáticos, así que tendremos que volver otro día. Baby A. se lo pasó como los indios, obviamente.




En medio del zoo había una feria con cacharritos para los niños. Menos mal que Baby A. dijo: "Hay mucha gente, luego si eso volvemos" y se le olvidó...

Ahí al fondo se ve la feria...


Había otra zona de "animales adorables". Qué discriminatorio, ¿no? Bueno, quizás era simplemente una mala traducción. Había cabras, conejos y cosas así para que los niños los vieran más de cerca o incluso tocaran.



Me pareció un buen sitio para ir con niños. Como es tan grande, no había aglomeraciones aunque hubiera bastante gente. El nombre oficial del zoo es 上方山森林动物世界, Shangfangshan Forest Animal World y la entrada de adulto vale 60 yuanes.


jueves, 10 de septiembre de 2020

Nuevos comienzos

Ay, madre, qué rápido se me pasa el tiempo, ¡si ya estamos en septiembre! ¿A vosotros os da la sensación de que el año empieza en septiembre y no en enero? A mí de pequeña sí, porque era cuando empezaba el cole y un curso nuevo, ahora ya no tanto. Estaría bien que el año empezara en septiembre, así podríamos dejar atrás este 2020 del demonio, jajaja. 

Este último mes he estado muy liada porque ¡chan chan! he cambiado de curro. A finales de julio me comunicaron que me daban la patada en mi antiguo trabajo, y parecían tener mucha prisa en largarme. Que me echaran no me extrañó, porque nuestro departamento llevaba años sin tener mucho que hacer, pero sí me resultó rara la prisa de última hora, cuando estábamos ultimando un proyecto. En fin, serafín, a otra cosa y no pasa nada. Total, que el mismo día que me dieron la patada, contactaron conmigo desde otra empresa del mismo sector que está en Shanghai. Tras pasar un test de traducción y una entrevista, me contrataton. Querían que empezase lo antes posible pero yo quería descansar unos días, así que me tomé tres semanas (una la pasamos en la playa de la entrada anterior). El resto del tiempo estuve ocupadísima sacando de paseo a Baby A. y viendo a amigas a las que hacía mucho tiempo que no veía. Hasta me entraron ganas de quedarme de mantenida, en vez de ponerme a trabajar otra vez tan rápido...

En la piscina.

Haciendo la maleta para la playa.


Pero tenía ganas de currar en esta empresa porque están haciendo juegos muy chulos y les va muy bien. Además, por primera vez estoy en un equipo con más traductores, en vez de ser yo la única de español. Y nada, como acabo de empezar pues estoy liadísima, como es normal, y no tengo mucho tiempo para el blog... 

Yo, dándole a la tecla.

No sé si será defecto profesional, pero al ver la traducción de este menú en un restaurante de Sanya le tuve que hacer una foto...