miércoles, 29 de agosto de 2018

La telenovela de la temporada

Normalmente no veo la tele china porque es una caca. Que si concursos de cantar (por favor, llevamos ya 20 años con los programas tipo Operación Triunfo, basta ya), que si realities con famosos chinos a los que no conozco de nada, que si series de época con pelucones falsísimos y actores del averno, que si dramas sobre la guerra contra los japoneses y la liberación comunista. Siempre es lo mismo y es un aburrimiento total.

Hasta que hace un par de semanas vino una amiga a casa y me enseñó una telenovela de época nueva que se acababa de estrenar. La empezamos a ver por ver algo... y nos acabamos enganchando (aunque en los últimos capítulos que he visto, voy ya por el 30 y pico, empieza a haber giros de guión que huelen). Se llama The Story of Yanxi Palace y ha sido el bombazo del verano, con 530 millones de espectadores el día de máxima audiencia y un total de 5600 millones de vistas en total.


The Story of Yanxi Palace (延禧攻略) se desarrolla durante el reinado de Qianlong (1735-1796) en la dinastía Qing. Wei Yingluo es una chica muy espabilada que entra a trabajar en la Ciudad Prohibida como costurera con el objetivo de investigar la muerte de su hermana, que vivía allí antes. Como es muy lista, la ascienden a dama de compañía de la emperatriz y acaba metida en todos los fregaos entre concubinas, que son más malas que la tiña.
¿A que tiene pinta de mala malísima? Esta es la concubina mayor, porque las concubinas tenían categorías, sí.

No sé por qué esta telenovela está teniendo tanto éxito, si historias parecidas las ha habido a montones en la tele china. Quizás es porque esta no parece una producción barata grabada a toda prisa. Los decorados y los vestidos están chulísimos y los actores no dan tanta grima como de costumbre.
La serie está grabada en una reproducción de la Ciudad Prohibida que hay en la provincia de Zhejiang, en el estudio cinematográfico más grande del mundo.

He leído que han vendido los derechos de la telenovela a un montón de países, pero no sé si está disponible ya con subtítulos en inglés o en español. Si alguien quiere practicar chino, la puede ver en Youtube. Yo estoy aprendiendo un montón de expresiones antiguas e imperiales. Por ejemplo, la emperatriz y las concubinas cuando hablan de sí mismas en vez de decir 我 (yo) dicen 本宫, que literalmente significa "este palacio" (cada una de ellas vivía y era la jefa de un palacio dentro de la Ciudad Prohibida). Me voy a copiar y voy a hablar de mí misma en tercera persona y diciendo "este palacio", jajaja.

PD. Este palacio todavía no ha parido, no.

jueves, 23 de agosto de 2018

La temporada de tifones

El verano es la época de los tifones por estos lares. Vienen desde el Pacífico y cuando llegan a Suzhou ya no tienen mucha fuerza así que no suele haber mucha destrucción, si acaso algún árbol arrancado. Pero la palabra tifón da mucho miedo, ¿verdad? Aquí es más que nada sinónimo de más viento y lluvia de lo normal y, por el lado bueno, suelen bajar un poco las temperaturas. El viernes pasado llegó un tifón que se llamaba Rumbia y menos mal que yo no tenía que salir para nada:
Este era el panorama.


Ese día era el San Valentín chino (bueno, uno de ellos, porque tienen un montón) y supongo que a muchos se les aguó la fiesta (je je, qué chispa). Además, el nombre del tifón (Rumbia, 温比牙 wenbiya) en dialecto de Suzhou y Shanghai suena muy parecido a un insulto. C. no me quiso explicar el significado pero me advirtió que no dijera esa palabra en voz alta. Ya os podéis imaginar cuál es la nueva adición a mi vocabulario suzhounés, jajajaja.

Lo mejor de los tifones es que cuando pasan se llevan toda la mierda que haya flotando en el aire y nos quedamos con unos cielos limpísimos. ¡¡El indicador de contaminación ha estado en verde varios días!! Lo nunca visto. (La escala va desde verde o "buen aire" hasta marrón oscuro o "vamos a morir todos").
Casi tan azul como en España, chavales. 
Todavía hacía bastante viento y había olas en el lago.

La playa de Suzhou (hace 20 años esto era el campo y la gente venía aquí a bañarse. Ya no).

Nico sí se bañó. Bueno, se mojó las patas porque es una cagona y le da miedo no hacer pie.

Un señor que parecía indio se hizo una foto con Nico, pero no inmortalicé el momento.
No sé qué estaban haciendo aquí, supongo que un anuncio.

miércoles, 15 de agosto de 2018

Cosas que voy a hacer después de parir

Bueno, pues ya estamos en la semana 38. Ha ido todo bastante bien, si exceptuamos la semana que pasé en el hospital. No he tenido náuseas, ardores, estreñimiento ni se me han hinchado mucho los pies (las manos nada de nada, directamente); no he estado excesivamente cansada en ningún momento, no se me han revolucionado las hormonas, ni he tenido sueños raros, ni me he vuelto tonta u olvidadiza. Aparte de la mierda del hígado, lo único que he tenido ha sido dolor de espalda (que ya se me ha quitado, qué raro) y que sudo como un pollo en la incubadora. Aun así, hay ciertas cosillas que no he podido hacer durante estos meses y que intentaré hacer lo antes posible tras "descargar":

- Dormir boca arriba y boca abajo
Ya me imagino a los típicos pensando: "¡Ja! ¡Dormir! No vas a dormir ni boca arriba, ni boca abajo ni de lado!". Vale, pues tumbarme boca arriba o boca abajo. Llevo meses durmiendo de lado y ya toca un cambio, que esto aburre. Además yo siempre he dormido mejor boca abajo (y sin almohada). Debe ser porque cuando yo era bebé boca abajo era la postura de dormir recomendada (ahora te meten en la cárcel por intento de asesinato si no pones al bebé boca arriba).
Siempre durmiendo de lado...

- Comer sushi y sashimi
En Suzhou hay un montón de restaurantes japoneses y normalmente voy bastante a menudo a ponerme púa de pescado porque son "come todo lo que puedas". No piso uno desde diciembre... He leído que en teoría si el pescado se ha congelado a baja temperatura los bichos se mueren y las embarazadas lo pueden comer, pero con todos los escándalos alimentarios que hay en China... como para fiarse (aunque dudo muchísimo más que usen pescado fresco). Así que nada, abstención de pescado crudo. Además así evito discusiones con C. (recordemos que en la app que se bajó ponía que las embarazadas no pueden comer piña ni almendras).


- Ir a los masajes
Esto ha sido lo que más me ha dolido (literalmente), principalmente porque sé que en otros países hay hasta masajes especiales para embarazadas. Aquí, naranjas de la China, o yo no he sido capaz de encontrarlos (quizás los haya en Shanghai, para las extranjeras y a precio de lágrimas de unicornio). Los chinos están convencidos de que presionar ciertos puntos del cuerpo puede provocar un aborto durante los primeros meses y contracciones más adelante. Vamos, que se creen que por tocarme el tobillo me voy a poner de parto. Y, digo yo, si fuera tan sencillo, a nadie le tendrían que poner medicinas para provocarle el parto, ¿no? Con presionar aquí y allá ya valdría.
Puntos que no se pueden presionar durante el embarazo porque se te sale el alien.



martes, 7 de agosto de 2018

Hoy empieza el otoño

¿Qué? ¿Cómo puede ser? ¿Hoy empieza el otoño? ¡Si media España está en la playa, la otra media en el pueblo y falta más de un mes para que empiece el cole!


Pues, según el calendario tradicional chino, hoy es 立秋 liqiu o el comienzo del otoño. El calendario chino se divide en 24 términos solares y en cada uno se supone que pasa algo especial. Este año el calendario es tal que así:

Según esto, aunque el otoño empieza hoy, hasta el siguiente término solar, que es el 23 de agosto, no se empieza a retirar el calor.

Yo, con mis costumbres españolas, veo esto y no puedo evitar pensar que tienen todas las fechas mal. ¿Cómo va a empezar hoy el otoño, si hace un calor horroroso y dice la previsión que todavía vamos a tener 36 graditos durante al menos una semana? Justo ayer, al sacar a la perra, pensé que salir fuera era como entrar en una sauna. El mismo bofetón de calor húmedo asqueroso. Y, bueno, quién relaciona agosto con el otoño... si en agosto está todo el mundo en la playa o en la piscina. Además, es que ni en China ni en España se acaba el calor en agosto, ni en septiembre, vaya. En las vacaciones de octubre durante mi primer año en Beijing tengo fotos en el Templo del Cielo con una camiseta de tirantes porque hacía una calufa horrorosa. Bueno, también puede ser que todo sea culpa del calentamiento global y que hace mil años el calendario tradicional lo llevara todo al dedillo.

La tradición dice que hoy hay que comer carne para recuperar la grasa corporal que se ha perdido durante el verano y prepararse para los rigores del invierno. ¡Como si fueras un oso que va a hibernar! No sé si mucha gente sigue la costumbre hoy en día ya que no hace mucha falta; en invierno sigue habiendo comida en el supermercado y para mantenerte calentito mejor encender un radiador o ponerte más ropa en lugar de engordar. Además, ¡qué pocas ganas de comer cosas grasientas con 36 grados!
Venga, a recuperar grasa corporal con este plato de barriga de cerdo.