El señor don Más O Menospor
Hu Shi¿Sabes quién es la persona más famosa de China?
Nada más mentarlo, todo el mundo lo sabe, es célebre en cualquier lugar. Se llama Más, se apellida O Menos, es oriundo de toda provincia, de toda ciudad y de todo pueblo. Lo has visto sin duda, sin duda has oído a otros hablar de él. El nombre del señor don Más O Menos anda en boca de todos todos los días, porque él representa a todos y cada uno de los habitantes de China entera.
La apariencia del señor don Más O Menos es más o menos como la tuya. Tiene un par de ojos, pero no ve del todo claro; tiene dos orejas, pero no oye del todo bien; tiene nariz y boca, pero no presta particular atención a olores ni sabores. Tampoco es que su cerebro sea pequeño, pero su memoria no es flamante, ni su raciocinio meticuloso.
A menudo dice: «Con que todo esté más o menos, vale. ¿Y qué necesidad hay de ser tan atinado?»
De pequeño, su madre le mandó a comprar azúcar moreno, y él compró azúcar blanco. Su madre le reprendió, y él meneando la cabeza dijo: «¿Y no es el azúcar blanco más o menos como el moreno?»
En la escuela, el maestro le preguntó: «¿Qué provincia linda con Zhili[1]al oeste?» Él contestó que Shaanxi. El maestro repuso «Error. Es Shanxi, no Shaanxi», a lo que dijo: «Shaanxi suena como Shanxi, ¿y no es más o menos lo mismo?» [2]
Luego, se hizo empleado de banca; podía escribir caracteres, podía también sumar, pero sencillamente no era meticuloso. Muchas veces escribía 10 en lugar de 1000, y 1000 en lugar de 10. El encargado se enfurecía con él, y lo insultaba a menudo. Él sencillamente reía ja ja ja y se disculpaba: «Entre 10 y 1000 tan sólo distan dos pequeños ceros, ¿y no es más o menos lo mismo?» [3]
Un día, por un asunto urgente, tenía que coger un tren hasta Shanghái. Con toda parsimonia se llegó a la estación, con dos minutos de retraso, y el tren ya había partido. Estupefacto, miró el humo del tren a lo lejos, y meneando la cabeza pensó: «Mejor será que parta mañana, total, partir hoy o mañana, es más o menos lo mismo. Pero ¡hay que ver qué concienzudos son los oficinistas del tren! Partir a las 8:30 o a las 8:32, ¿no es más o menos lo mismo?», se decía mientras regresaba a casa, sin comprender todavía en su corazón por qué el tren no había querido esperarlo dos minutos.
Un día, contrajo una grave enfermedad, y a toda prisa mandó a un pariente a buscar al doctor Wang de la Calle Oeste. El pariente corrió apresurado, pero pasó un rato y no pudo encontrar al susodicho, con lo que le pidió al veterinario doctor Wang de la Calle Este que viniese. El señor don Más O Menos, convaleciente en cama, supo que habían traído al doctor equivocado; pero su enfermedad empeoraba, le dolía el cuerpo entero, su corazón ansiaba, e impaciente, se dijo a sí mismo: «Por suerte el doctor Wang es más o menos como el veterinario doctor Wang. Dejemos que pruebe a ver». Y entonces el veterinario doctor Wang se acercó a su lecho, y usando la fórmula de los bueyes, trató al señor don Más O Menos. Apenas una hora después, el Señor don Más O Menos lanzaba su postrero ¡ay de mí!
Muriéndose, el señor don Más O Menos tomó aliento y siguió diciendo: «Los vivos y los muertos son… más… más… o menos lo mismo, con que todo esté más… más… o menos… vale, y qué… qué necesidad hay… de ser… tan… tan concienzudo?» Y al terminar de decir esta máxima, justamente expiró.
Cuando murió, todos alabaron la visión ruinosa que en todos los sentidos tenía el señor don Más O Menos, su pensar incisivo; todos decían que nunca en su vida quiso ser concienzudo, ni quiso ganancias, ni quiso minucias, verdaderamente fue un hombre de conducta intachable. Y así le otorgaron un título póstumo, nombrándole el Gran Maestro Omnipresente.
Su fama fue extendiéndose cada vez más lejos, cada vez más añeja y grande. Innumerables gentes emularon su modelo. Todos se convirtieron entonces en el señor Don Más O Menos. Y así es cómo el país del centro se transformó en adelante en el país de los vagos.
Publicado originalmente en la revista Shenbao el 28 de junio de 1924.
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NOTAS
[1] Denominación de la provincia que hoy corresponde más o menos a Hebei desde los tiempos de la dinastía Ming (1368-1644).
[2] En chino, la pronunciación entre Shānxī (山西) y Shǎnxī (陕西), sólo varía en los tonos. En la romanización se ha añadido una «a» a la segunda para evitar confusiones.
[3] En el original, el juego no es con los ceros sino con la escritura de ambos caracteres; 1000 千 tiene en la parte superior un trazo más que 10 十. Así, el señor don Más O Menos dice literalmente: «entre uno y otro sólo hay un pequeño trazo de diferencia…».
Traducción de
Tyra Díez en la revista
China Traducida.
Si a alguien que trabaje en China no le ha venido nunca este relato a la cabeza, que venga y me lo cuente.