China tiene muchos defectos y muchas cosas que sacan de quicio a los extranjeros. Las más conocidas son los escándalos alimentarios y la contaminación, pero hay más, claro. La que más me fastidia a mí, la que hará que grite "¡¡¡Por fin!!!" si me voy de aquí, es la lentitud de internet.
No hablo ya de la censura, dios nos libre. La censura está ahí, todo el mundo lo sabe, y por el módico precio de 20 euros al año puedes saltarte ágilmente la Gran Muralla China de internet con un vpn. Los chinos que no usan vpn también tienen sus trucos para saltarse el control y siempre que se "armoniza" una palabra (es decir, que se elimina cualquier rastro de su existencia en las redes sociales chinas), los chinos rápidamente se inventan otra palabra para sustituirla. Por ejemplo, la fecha "4 de junio" fue sustituida con "35 de mayo", aunque esta última también acabó armonizada. Pero la creatividad humana no tiene límites.
A mí lo que me fastidia sobremanera es la velocidad del internet chino. A ver, voy a hacer una comparación para que sea más fácil de entender. Si la velocidad de internet en España es la de un coche yendo a 120 por la autovía, en China es la de un caracol moribundo. Yo es que me descojono cuando veo los datos de mi conexión a internet y veo esa cifra: 100 MB. Pero qué 100 megas ni qué ocho cuartos. Los fines de semana, o por las noches, tardo 5 minutos en abrir una página web alojada fuera de China que no esté censurada. ¡Y eso si se acaba abriendo, que a veces, ni eso!
Cuando el técnico vino a darnos de alta el router en el piso de Suzhou, le pregunté: "¿Por qué el internet en China es tan lento?". Y se reía: "Ja, ja, claro, es que no se puede comparar con el extranjero". Pero, a ver, ¡es que 100 MB en China deberían ser iguales que 100 MB en España! ¿O no es la misma cantidad un litro de leche aquí y allí?
Total, que aun sin estar censuradas, muchas veces es imposible acceder a páginas extranjeras. Parece que el problema es que hay demasiada gente usando internet a la vez. Es como si 100 millones de personas estuvieran intentando entrar por la misma puerta a la vez. Probablemente no hayan actualizado los cables y el sistema en años. Claro, hay muy pocas compañías y todas son del gobierno, con lo que no tienen ningún tipo de competencia y cero interés en mejorar el servicio.
Pero ya cuando me enteré de que las compañías telefónicas ofrecen un paquete extra "para conectarse al extranjero" fue la repanocha. O sea, que si te pago 200 yuanes más al mes, ¿las páginas extranjeras me van a ir más rápido? Panda de ladrones y estafadores.
Total, que aquí estoy actualizando el blog desde la oficina porque en casa no puedo ni abrir blogspot.
No hablo ya de la censura, dios nos libre. La censura está ahí, todo el mundo lo sabe, y por el módico precio de 20 euros al año puedes saltarte ágilmente la Gran Muralla China de internet con un vpn. Los chinos que no usan vpn también tienen sus trucos para saltarse el control y siempre que se "armoniza" una palabra (es decir, que se elimina cualquier rastro de su existencia en las redes sociales chinas), los chinos rápidamente se inventan otra palabra para sustituirla. Por ejemplo, la fecha "4 de junio" fue sustituida con "35 de mayo", aunque esta última también acabó armonizada. Pero la creatividad humana no tiene límites.
A mí lo que me fastidia sobremanera es la velocidad del internet chino. A ver, voy a hacer una comparación para que sea más fácil de entender. Si la velocidad de internet en España es la de un coche yendo a 120 por la autovía, en China es la de un caracol moribundo. Yo es que me descojono cuando veo los datos de mi conexión a internet y veo esa cifra: 100 MB. Pero qué 100 megas ni qué ocho cuartos. Los fines de semana, o por las noches, tardo 5 minutos en abrir una página web alojada fuera de China que no esté censurada. ¡Y eso si se acaba abriendo, que a veces, ni eso!
Cuando el técnico vino a darnos de alta el router en el piso de Suzhou, le pregunté: "¿Por qué el internet en China es tan lento?". Y se reía: "Ja, ja, claro, es que no se puede comparar con el extranjero". Pero, a ver, ¡es que 100 MB en China deberían ser iguales que 100 MB en España! ¿O no es la misma cantidad un litro de leche aquí y allí?
Total, que aun sin estar censuradas, muchas veces es imposible acceder a páginas extranjeras. Parece que el problema es que hay demasiada gente usando internet a la vez. Es como si 100 millones de personas estuvieran intentando entrar por la misma puerta a la vez. Probablemente no hayan actualizado los cables y el sistema en años. Claro, hay muy pocas compañías y todas son del gobierno, con lo que no tienen ningún tipo de competencia y cero interés en mejorar el servicio.
Pero ya cuando me enteré de que las compañías telefónicas ofrecen un paquete extra "para conectarse al extranjero" fue la repanocha. O sea, que si te pago 200 yuanes más al mes, ¿las páginas extranjeras me van a ir más rápido? Panda de ladrones y estafadores.
Total, que aquí estoy actualizando el blog desde la oficina porque en casa no puedo ni abrir blogspot.