¿Cómo se llamaba el programa ese de citas que presentaba Jesús Puente en los 90? ¿Era "Mi media naranja" o "Tu media naranja"? Bueno, algo así. Yo era bastante pequeña y no recuerdo haber visto ningún episodio entero, pero me suena que había una caravana (chan chan!).
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Dice Google, que nunca se equivoca, que era "Su media naranja". Qué educados éramos en los 90, tratándonos de usted. Ah, y lo de la caravana era en "Lo que necesitas es amor", me he colado. |
Hace un par de semanas me propusieron ir a un famoso programa de citas chino. Tampoco he visto nunca un episodio entero, pero sé más o menos cómo es: el concursante que busca pareja sale al plató y enfrente tiene como 20 o 30 aspirantes. Nada más salir, el concursante tiene que escribir en una pizarra el número del aspirante que más le entra por el ojo (este número no se revela hasta el final). Venga, un poquito más de superficialidad. Luego el concursante se describe un poco y los aspirantes le pueden hacer preguntas durante el programa. Cada aspirante tiene una mesa-atril con un pulsador y si en cualquier momento deciden que el concursante no les gusta, pueden pulsarlo para indicar que renuncian a encontrar el amor en ese concursante.
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Qué agobio, con tanta gente ahí mirándote. |
Pues ahí me propuso ir uno de mi oficina hace un par de semanas. Este chico ya ha ido varias veces a concursar al programa. La conversación (por wechat) fue tal que así:
Él: Marta, tengo un amigo que trabaja en la tele y está buscando para su programa a una chica española que hable chino. ¿Te interesa ir?
Yo (un poco cortada porque este chico es mi superior directo y estaría feo mandarle a la mierda sin rodeos): Pues, la verdad, no tengo mucho interés en ir a la tele, odio cuando me veo grabada en vídeo.
Él: Venga, es muy divertido, piénsatelo. Y puedes ganar premios. Y te llevan gratis a Guangzhou.
[Lo de Guangzhou no sé si era para la grabación o qué].
Yo (cagándome en sus muertos para mis adentros): Uf, de verdad que no. ¿Pero qué tipo de programa es?
Él: No estoy seguro, creo que es un concurso de responder preguntas sobre cultura china. Le voy a preguntar a mi amigo.
Al rato...
Él: Es para Fei cheng wu rao (nombre del programa de citas).
Yo (viendo la excusa perfecta): Pero a qué voy a ir yo a ese programa, si ya tengo novio.
Él: No importa, si todo lo que sale está preparado. ¡Puedes ganar un viaje gratis a las Maldivas!
Yo: Errr... que no.
Él: Venga, piénsatelo. Mira, a lo mejor tu novio también puede ir.
[¿De aspirante? ¿De público? ¿De acompañante?]. ¿Habla chino?
Yo: ... Es chino.
Él: Oh.
Él: Bueno, mira, ¿por qué no añades a mi amigo al wechat y que te explique él? ¿Y así te terminas de decidir?
Yo (cagándome en sus muertos otra vez, porque mandar a la mierda a tu jefe no suena muy inteligente): Vale...
Y luego siguió la conversación, o más bien monólogo, del amigo, que trabajaba haciendo los castings para el programa. Que qué maravillosos premios iba a ganar. Que estaban desesperados buscando a una chica española que hablara chino. Que últimamente no encontraban casi a españoles para participar.
[A esto yo pensé, a) ¿por qué quieren a extranjeros? ¿es que no hay chinos en China?; b) si todo lo que sale en el programa está preparado y todos son actores, pueden sacar perfectamente a un americano diciendo que es español, ¿no? Total, los chinos no lo van a distinguir]. Que si le podía llamar para ver mi nivel de chino.
Yo en ese momento estaba en Beijing, en el cumpleaños de una amiga. "Mira, no, no me viene bien que me llames, estoy en Beijing con unos amigos". Bueno, para qué. Que al día siguiente tenían audiciones en Xizhimen (zona de Beijing), que fuera. Sí, venga, no tengo nada mejor que hacer. QUE NO QUIERO IR AL PUTO PROGRAMA DE CITAS. Que apoyara su trabajo, decía. Pero, a ver, ¡si no te conozco de nada!
Y por ser tan pesado, monologuista y no aceptar un no por respuesta, pasé de ayudarle en lo más mínimo (al principio había pensado escribir en el grupo de facebook de españoles en Shanghai para ver si había alguna interesada).
Nunca he salido en la tele en China (al menos conscientemente) y pretendo seguir así.