jueves, 29 de julio de 2021

Mis vacaciones con trabajo

 ¿Habéis oído hablar de eso que se llama working holidays? Es cuando la gente se va a un país (normalmente lejano) de turismo durante una buena temporada pero también hace algunos trabajillos. Creo que las "vacaciones con trabajo" más famosas son las de irse a Australia o Nueva Zelanda y quedarse allí varios meses viéndolo todo y recogiendo fruta o trabajando en una granja. Pues yo ahora mismo me siento como si estuviera en unas vacaciones con trabajo de esas... aunque sigo trabajando a tiempo completo, como antes. Pero la diferencia es que ahora empiezo dos horas más temprano que cuando estaba en Suzhou, para coincidir más horas con la gente de la oficina que está en China, y obviamente también salgo dos horas antes. Así que a partir de las cuatro de la tarde soy libre como el sol cuando amanece yo soy libre.

Despacho con vistas.

 

Si a eso le unimos que aquí no se hace de noche hasta las 10 o así, me queda una tarde larguísima en la que me da tiempo a ir a la playa o a la piscina. Vamos, como cuando estoy de vacaciones, solo que la sesión playera matinal me la salto.

A las 10 y pico de la noche.

En cambio, cuando estoy en Suzhou, termino de trabajar a las 6 y ya es prácticamente de noche (en invierno, lo es; en verano anochece a las 7 o así). Lo único que me da tiempo a hacer es a ver los dibujos un rato con el niño, cenar, bañarlo y acostarlo. Allí se acostaba más temprano que aquí; como hay tanta luz, se está durmiendo a las 11 últimamente... Así que por la noche si que no tengo tiempo de hacer nada. Y por la mañana me levanto más temprano que antes, claro. En ese sentido no tengo sensación de estar de vacaciones.


domingo, 4 de julio de 2021

Resumen de junio

 ¡Pues ya llevamos un mes y medio en España! Qué rápido se me está pasando, y qué poco tiempo tengo para actualizar. Ni inspiración, la verdad. No tengo tiempo ni para pensar; entre el trabajo, que llevamos un mes de auténtica locura, los papeleos para la tarjeta de residencia de C., y que más que un niño parece que tengo una lapa, pocas entradas puedo escribir. Pero no quiero dejar esto aparcado, que cuanto más lo dejas, más cuesta retomarlo. No sé si tendré que cambiarle el nombre al blog también, porque en Suzhou no voy a estar por una larga temporada y no sé si escribiré muchas cosas relacionadas con China. Bueno, ya veremos.

¿En todos sitios se ha puesto de moda esto de las letras con el nombre del lugar?

 

En junio estuve liada con un montón de trámites. Tuvimos que ir a empadronarnos, a echar los papeles para que Baby A. pueda ir al colegio en septiembre, registrarlo como beneficiario de mi Seguridad Social, ir a tramitar la tarjeta de residencia de C... Entre medias, el niño se cogió un virus y llegó a tener 40 de fiebre, fuimos al hospital y lo primero que le hicieron fue un test de antígenos y luego una PCR. No sé por qué en España hacen las pruebas por la nariz, y encima por las dos fosas nasales, como si no se fiaran de una sola. En China lo hacen en la garganta y es mucho menos desagradable. Después de que ya se le pasara la fiebre, le salió una erupción por todo el cuerpo y otra vez nos fuimos a urgencias... Menos mal que en el hospital no había literalmente nadie, nada que ver con China donde los hospitales parecen las Ramblas un sábado por la tarde.

He conseguido terminar todos los papeleos ya menos la tarjeta de residencia de C. Resulta que en la oficina de Extranjería de Cáceres no cogen el teléfono ni por casualidad y no publican su dirección de email en internet, así que fuimos a la cita con los documentos que se necesitaban según una web del ministerio. Total, que no eran esos los que ellos querían. Para demostrar que estamos casados yo llevaba el Libro de Familia pero me dijeron que eso no sirve para nada, que tiene que ser un certificado de matrimonio expedido hace tres meses como máximo, no vaya a ser que nos hayamos divorciado o algo (la tarjeta que está pidiendo C. es la de familiar de ciudadano comunitario). La cosa es que, como nuestro matrimonio se inscribió en el consulado de Shanghái, ese certificado había que pedirlo al registro central de Madrid donde, según el funcionario, tardan siglos en tramitar las cosas y se nos iba a pasar el plazo (hay que solicitar la tarjeta en un plazo de tres meses desde que entras a España). Pues qué bien. Me dijeron que a ver si lo podía pedir directamente en el consulado y que me lo mandaran (porque encima quieren el papel original, no vale el escaneado). Total, que yo pedí el certificado al registro central de Madrid (se pide por internet, menos mal) y al consulado. De Madrid no tengo noticias, por supuesto, y en el consulado me lo hicieron enseguida, fue un amigo a buscarlo y ahora el papel está de camino con DHL.

Otra cosa que, según internet, era imprescindible para tramitar la tarjeta era tener un seguro médico. Ya nos lo hemos hecho tanto C. como yo, pero en la oficina de Extranjería lo que me pidieron fue la tarjeta de la seguridad social... Yo no entiendo nada. También me han hecho traducir mi contrato de trabajo al español. En fin, que por lo menos ir allí me sirvió para saber qué papeles necesitaba, y cuando llegue el certificado de matrimonio tendré que volver a pedir cita.

Otro de los trámites que hicimos, aunque este fue muy sencillo, fue hacernos socios de la biblioteca.

 

Lo de la escolarización del niño está en trámites porque ya se había pasado el plazo. Llamé al colegio al que quiero que vaya y me dijeron que había plazas, pero las solicitudes fuera de plazo las van tramitando por orden de llegada y creo que me mandan una carta a casa para decirme si vamos a ese cole o a otro. ¿Cuándo llegará la carta? A saber...

En junio estuvimos diez días en Chipiona porque vino mi amiga alemana con su marido y su bebé. Yo no tengo vacaciones, trabajo de 7 a 4, pero al menos tengo toda la tarde libre y cunde bastante, como anochece tan tarde... Chipiona estaba prácticamente vacío y hacía bastante fresco, solo fuimos a la playa un par de días. Cuando mi amiga se fue nos volvimos pa Cáceres porque en Chipiona si no hace calor para ir a la playa, poco más hay para hacer... ¡Pero el martes nos volvemos para allá! Nos quedaremos todo el verano, supongo, menos cuando me den cita en Extranjería y tengamos que volver a Cáceres con toa la calor a solicitar la dichosa tarjeta.

El faro de Chipiona.

En la playa.


Otro día tengo que escribir una entrada con mis impresiones de España. La principal es que prácticamente todo es más barato que en Suzhou...