El primer pan. |
En el primer intento algo falló. Yo no veía que la masa hubiera crecido, pero como no entiendo de estas cosas y había seguido la receta al pie de la letra, tiré palante y la metí en el horno. Resultado: una piedra. Aquel pan olía bien pero estaba durísimo. Casi se me rompe el cuchillo al cortarlo. ¿Qué había salido mal? En aquel momento yo no lo sabía, luego ya lo averigüé. La receta que seguí decía que había que dejar la masa en la nevera por la noche. MAL. La masa hay que dejarla a temperatura ambiente, por lo menos ahora en invierno.
Para los intentos posteriores cambié a otra receta que me pasó alguien con experiencia en el tema panadero. Si os interesa, es esta receta. Es a prueba de torpes como yo y me salió al primer intento.
¿A que es bonito? |
La receta dice que hay que cocerlo dentro de una cazuela de hierro fundido, pero esas son muy caras. La misma persona que me recomendó esta receta (una chica alemana) me dijo que ella utilizaba una cazuela de barro de Taobao. Son las típicas cazuelas que usan los chinos para hacer sopa y tienen un agujerito en la tapa que se puede tapar con un poco de papel de aluminio. ¡Voila! Ya tenemos una cazuela barata para cocer el pan. La mía costó 30 yuanes, me parece (menos de 5 euros).
La cazuela barata. |
No he vuelto a comprar pan, ahora siempre lo hago yo. Como prácticamente me lo como yo sola, hago solamente uno a la semana. Preparo la masa el jueves por la noche y lo horneo el viernes para tener tostadas el fin de semana. También le doy algunos mordisquitos al pan el viernes, cuando está todavía calentito, claro.
El pan de otro día. Cuando me queda la masa más húmeda, el pan sale más aplanado porque se desparrama por todo el fondo de la cazuela. Todavía no le he pillado el punto a la cantidad de agua. |
Estoy contentísima con mis panes. Y los ingredientes se encuentran fácilmente en China y son baratos. Vamos, que las panaderías que están vendiendo esos panes a más de 20 y más de 30 yuanes están haciendo el negocio del siglo. Mi próximo paso será probar otras harinas y quizás semillas. De momento he usado solamente harina de trigo blanca e integral, pero ya he comprado también de centeno para probar. Y, ya que estaba, una semana hice magdalenas de calabaza y chocolate negro. En vez de azúcar usé dátiles, que así parecen más sanas aunque engorden igual, jajaja.
¡Hay que aprovechar el invierno para usar el horno, que luego en verano no apetece nada!
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