miércoles, 14 de noviembre de 2018

En memoria de Nico

Nico nos dejó el sábado pasado, 10 de noviembre, tras empeorar rápidamente de lo suyo (llevaba dos meses pachucha). Tenía 10 años y medio y había vivido conmigo cuatro años y medio. Aquí podéis leer la entrada que escribí cuando llegó a casa, en mayo de 2014.

Cuando llegó estaba gorda como un rulo.

¡Qué culito!

Le gustaba chapotear en las fuentes.
Siempre tan fashion.

Por ahí de excursión.

Cuando yo curraba en Shanghai y hacíamos videollamadas.

En una barbacoa, esperando un momento de distracción para robar comida.

Celebrando la Navidad.

Siempre pensando en comer.

Abracitos.

Muchas veces le teníamos que poner el cono de la vergüenza porque se lamía y se hacía heridas.

Con su juguete favorito. Podemos decir que los peluches de Ikea son de muy buena calidad porque no consiguió cargárselo nunca.

Le gustaba comer de todo.

Una vez C. la llevó a una carrera de esas que tiran polvos de colores.

Preparada para el frío invernal.

Selfie.

Recogía botellas vacías que se encontraba por la calle y al volver a casa las tirábamos en la papelera.

Con su "hijo". Nunca le gustaron los cachorros ni los niños, los soportaba pero ya está.

En otra barbacoa hace años.

Lo que le gustaba el agua. Pero era una cagueta y solo se metía donde hiciera pie.
Mirando al infinito.


Por cierto, ahora que lo pienso, qué irónico que se nos muera el perro en el año del perro...


2 comentarios:

  1. Precioso homenaje Marta. Aunque de mucha tristeza, piensa que ha sido muy, muy feliz con vosotros. Seguro que donde esté se lo está pasando piruleta y cuida de vosotros desde la distancia.

    Un beso muy gordo y mucho ánimo.

    ResponderEliminar
  2. Buah, lo siento : ___ (
    Qué maja era Nico! Doy fe de ello!
    Ahora estará en el Cielo de los Perros.

    ResponderEliminar