No sé si sabéis, y si no os lo digo yo ahora, que los chinos son muy supersticiosos. Creo que no tengo ninguna entrada dedicada a este tema (me lo apunto) pero, por ejemplo,
cuando fuimos a Wuyuan vimos que encima de la puerta de las casas había un espejito colgado para evitar que los malos espíritus entraran (se ven reflejados y salen corriendo de lo feos que son). También es muy común que los chinos, aunque digan que no son creyentes, pongan inciensos en todos los templos que vean, ya sean budistas o taoístas. Y si pasan por una iglesia cristiana también rezan, por si acaso. Cualquiera sabe qué dios existe de verdad, así que mejor tenerlos a todos contentos.
Como no podía ser menos, también tienen un montón de supersticiones y creencias raras para el embarazo. He encontrado un
artículo científico publicado en la revista Asian Nursing Research donde mencionan varias. Voy a poner solo algunas de las más interesantes:
- No cambiarse de casa o hacer renovaciones en la casa: desestabiliza la energía vital del feto. Pues en la primera ya la hemos cagao, llevamos varios meses haciendo renovaciones en nuestro nuevo minipiso de arriba.
- No clavar clavos: si haces un agujero en la pared, el feto tendrá malformaciones.
- No ir a bodas: se dice que una invitada embarazada trae mala suerte a la novia. Pues yo tuve dos embarazadas en la boda china y otras dos en la boda española. ¡Toma ya!
- No preparar la cama del bebé con antelación: trae mala suerte tener una cuna vacía en la casa.
- No ir al cementerio ni a funerales ni visitar a personas enfermas: las situaciones tristes afectan al corazón y al hígado y las emociones negativas liberan partículas dañinas que afectan el desarrollo del feto. También se dice que los espíritus pueden poseer al bebé. Este año en abril no fui al cementerio el día de los muertos, aunque yo no tenía problemas pero C. me dijo que mejor no fuera.
- No cortar las alas y las patas de un pollo: puedes dañar la integridad del bebé (¿¿cómo exactamente??).
- No levantar las manos por encima de los hombros: desestabiliza la energía vital del feto y provoca un aborto.
- No comer las siguientes cosas: sandía y alubias verdes (ralentizan la circulación sanguínea, afectan la absorción de nutrientes del feto, provocan abortos en el primer trimestre), conejo (el bebé nacerá con labio leporino o hendidura en el paladar), cualquier comida de color oscuro (el bebé tendrá la piel oscura), serpiente (el bebé tendrá escamas), mango, lichis y gambas (el bebé tendrá alergias o eczema), cordero (el bebé tendrá epilepsia), helado y plátano (provocan abortos en el primer trimestre, el bebé tendrá convulsiones).
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En China se comen la sandía a cucharadas. |
Estas son las supersticiones tradicionales y la verdad es que muchas de ellas no se siguen practicando, o al menos yo no las había oído mencionar. Las que sí me han dicho durante estos meses son las siguientes:
- No comer piña o almendras: son tóxicas. Os juro que esto lo pone en una app que se bajó C. Busqué en google para ver si en Occidente había alguna creencia parecida. Parece ser que la piña de verdad contiene una sustancia que puede ser tóxica, pero para eso te tendrías que comer ocho piñas de una sentada. Las almendras amargas son tóxicas, pero no sé a qué retrasada se le ocurriría comerse más de una, si están malísimas (yo una vez me comí una y se me durmió la boca, vamos, que te das cuenta al instante de que algo raro pasa con la almendra).
- No tener perros: en todo el mundo se dice que las embarazadas mejor no cambien la arena de los gatos para no pillar la bacteria esa que pueden tener en la caca, pero lo de los perros nunca lo había oído. ¿Supongo que es porque te pueden pegar enfermedades? Pero, por esa regla de tres, tampoco podrías convivir con personas. Me parece a mí que es más fácil que mi marido me pegue la gripe, que no que mi perra vacunada y desparasitada me pegue la rabia... Por cierto, un día cuando estaba paseando a Nico, una chica joven me preguntó si no era que las embarazadas no pueden tener perros. Yo le dije que en Occidente no tenemos esta creencia.
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Abuela: Dicen que los perros perjudican al feto, regálaselo a alguien.
Embarazada: en Occidente las embarazadas tienen perro y no les pasa nada.
Perro: ¿Pero yo qué he hecho? |
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- No hacer deporte: o, prácticamente, no moverse. En este otro
artículo científico, solo el 11 % de las embarazadas que participaron en el estudio en la ciudad de Tianjin alcanzó el mínimo de ejercicio recomendado (150 minutos a la semana) y la razón que dieron fue que "moverse demasiado provoca abortos". Parece que muchas chinas creen que su cuerpo es súper débil y delicado y no pueden hacer lo mismo que nosotras las extranjeras, que somos fuertotas porque todos los días tomamos leche y ternera.
- Comer por dos: esto también se dice en España, y es mentira. A partir del segundo trimestre necesitas ingerir más calorías, pero obviamente no como si fueras dos personas. ¡Si una es diminuta! La madre de C. intenta cebarme cuando viene a casa, pero yo no me dejo. No tengo estudios científicos que apoyen mi teoría, pero creo que muchas chinas engordan demasiado cuando están embarazadas... por no moverse y por comer como limas. La gente cuando me ve se sorprende de que solo me ha engordado la barriga y no el resto del cuerpo.
- No bañarse (es decir, sumergirse en agua): mucha gente aquí cree que si te bañas durante el embarazo, el agua le va a llegar al feto. Ejem. Estoy esperando a que abran las piscinas para ver la cara que ponen cuando me vean nadando con barrigón.
- No comer o beber cosas frías: bueno, esto lo dicen siempre, pero en el embarazo supongo que más aún. Para los chinos, las comidas y bebidas frías son el demonio en persona y probablemente la principal causa de mortalidad.
- Cortarse el pelo: mucha gente aquí aún cree que cuando te quedas embarazada tienes que cortarte el pelo bastante corto para que no le robe nutrientes al bebé. ¡Toma, morena!
¿Cómo se os ha quedao el cuerpo? A mí lo que me sorprende es que, creyendo los chinos que hay tantas formas en las que se puede tener un aborto espontáneo por hacer o comer algo equivocado, la gente aún se gaste el dinero en ir a una clínica de interrupción del embarazo. ¡Podrían ponerse a comer sandía y piña y levantar las manos por encima de los hombros mientras andan y ya tendrían la cosa solucionada!