Ya he vuelto de Filipinas!
Hay mucho que contar así que intentaré actualizar todos los días de esta semana, antes de irme a España el viernes.
Empezaré por lo más importante, el motivo de que haya ido esta vez a Filipinas: la boda de Anna y Jeff.
Fue el sábado 28 de julio y nos tuvimos que levantar a las 5.30 de la madrugada porque supuestamente los maquilladores llegaban a las 6. Al final llegaron a las 8 y estuvimos dos horas esperando, pero bueno. Nos lo pasamos bien. La sesión de maquillaje y peluquería fue un hartón de reir.
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| Lo de la izquierda no es una mujer |
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| Las damas de honor y la novia a medio peinar y maquillar |
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| En plan marujas totales. Yo estaba haciendo la retransmisión en directo en facebook. |
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| En plena operación retoque. |
Finalmente, tras unas 4 horas, todas acabamos bien guapetonas. Como dijo mi madre, ¡es increíble lo que hace el maquillaje! jajaja
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| Cada una con un color diferente en el vestido pero estamos arrebatadoras! ¿O no? |
Y Anna estaba espectacular.
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| GUAPA!! |
Los dos iban de blanco radiante con zapatos azules.
Hubo reencuentro con nuestro querido Rhomel
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| Fue mi pareja para entrar a la iglesia |
El pastel era muy original y con los colores adecuados a la ocasión
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| Atención al detalle, el novio es más bajito que la novia, fiel a la realidad. |
El banquete fue en Plantation Bay, un resort muy bonito en Lapu Lapu City.
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| Damas de honor posando en el balcón. |
Aparte de cenorrio hubo música en directo del grupo del hermano de Jeff, discursos emocionantes y con interpretación simultánea, costumbres filipinas (salir a bailar con los novios y pincharles dinero en la ropa con un imperdible), bailes, juegos... Nos lo pasamos muy bien. Pero las bodas filipinas acaban bastante temprano y a las 9 y pico recogimos el chiringuito y nos fuimos al spa de Plantation Bay.
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| Plantation Bay |
Bueno, paro ya que no quiero aburriros.
En la web del fotógrafo del evento,
Aying Salupan, podéis ver más fotazas. La verdad es que mola tener un paparazzi que te persigue todo el día y te saca guapa en todas las fotos.
Ay, ay, qué abanico de azules, toda la gama. Si yo pensaba que los que se casaban eran tus compis de piso, esos que conocí en Xuhui. Al novio filipino se lo puede meter en el bolsillo, ja, ja. Marta, estás monísima.
ResponderEliminarMucho colorido, eso me gusta. Y lo de que las bodas acaben tempranito también está bien... uno se lleva un mejor recuerdo creo yo.
ResponderEliminarTengo que actualizar. Ainsss!