martes, 30 de septiembre de 2014

Fotos del Alcampo chino

Mañana empiezan las vacaciones del Día de la Patria China y se cumple el 65 aniversario de la fundación de la República Popular China. Habrá desfile militar en Chang'an Jie (la calle que pasa por Tiananmen en Beijing) pero "desgraciadamente" no podré verlo en la tele porque estaré muy ocupada volando rumbo a mis vacaciones en Taiwan. 

Chicas enseñando piernas en el desfile del 60 aniversario (2009)


Y para que no me echen mucho de menos, les dejo con unas fotos que hice hace unas semanas en el Alcampo de mi barrio (bueno, en China no se llama Alcampo, se llama Auchan). Ya he escrito algún que otro post sobre los supermercados chinos pero es que para mí siguen siendo un torrente de diversión, aunque para Miss Y. sean una auténtica tortura china.

Como en una gran superficie de España, en el Auchan de mi barrio se puede encontrar de todo, desde material escolar hasta plantas, pasando por bicicletas, ropa y por supuesto cualquier tipo de alimento.

Vista general

Todo lo que se ve en este pasillo son compresas. Debe haber 200 marcas diferentes.

El arroz se compra al peso. Hay distintas variedades, todas bien manoseadas (parece que antes de elegir un arroz hay que agarrar un puñado y dejarlo caer, para comprobar... no sé el qué).
El último grito en moda de baño.
Con las hojas de aloe gigantes te hacen una especie de zumo allí al momento si quieres.

Pato laqueado envasado.

Variedad de pescados secos.

85 sabores diferentes de tallarines instantáneos. Cada ración tiene unas 500 calorías.

Sapos y tortugas vivos. La mayoría del pescado también lo tienen vivo dentro de acuarios. 


¡Hasta la semana que viene!

martes, 23 de septiembre de 2014

Cosas a las que terminas acostumbrándote en China

¡Pues ya estoy de vuelta en Suzhou! Creo que ya se me ha pasado el jet lag y ahora tengo que ir mentalizándome para empezar a buscar trabajo, aunque no creo que empiece en serio hasta que no vuelva de Taiwan (nos vamos allí del 1 al 7 de octubre). Y llevo unos días pensando en cosas a las que terminas acostumbrándote cuando vives en China. Como por ejemplo...

- Comer arroz todos los días. 
Cada vez que vuelvo a España mucha gente me pregunta: "¿No te aburres de comer arroz todos los días?". La verdad es que ni lo pienso. Simplemente, si comes comida china tiene que estar acompañada de un bol de arroz, de lo contrario te sientes raro. Yo no llego al extremo de algunos chinos, que dicen que si no comen arroz es como si no hubieran comido, pero para acompañar está bien, sobre todo cuando te ponen muchos platos con salsas aceitosas.
También es cierto que en muchos restaurantes medio finos el arroz ya se ve como algo vulgar; en ese tipo de sitios se come sin arroz y tampoco pasa nada (aunque seguro que muchos chinos tradicionales dicen que se quedan con hambre y piden un bol de arroz para rematar la faena).

- La comida picante.
Recuerdo la primera vez que compré un pinchito de carne en un puesto callejero, en mi primera semana en Beijing. Estaba cubierto de un polvillo rojo muy curioso y cuando le di el primer mordisco me salió fuego por la boca. ¿Pero cómo se podían comer eso tan tranquilos? ¡Si picaba como un demonio! Con la ayuda del pollo Gongbao y de la comida coreana fui acostumbrando el paladar a la comida picante y ahora ya puedo con casi todo. Me sigue dando respeto cuando te traen el típico plato de Sichuan en el que solo se ve rojo y sudo por las patillas mientras me lo como, pero me gusta.

El hot pot picante y el no picante.

- Beber agua caliente o del tiempo.
Los españoles están acostumbrados a beber agua de la nevera y se quedan ojipláticos cuando van a un restaurante en China y les ponen un vaso de agua humeante (sin té ni nada). Al principio a mí también me daba fatiga, beber agua caliente a palo seco es demasiado raro, pero después de un tiempo me acostumbré. Ahora soy incapaz de beber agua de la nevera, me duelen los dientes y todo. La prefiero del tiempo, aunque sea verano.

- Las preguntas personales.
La primera vez que un taxista pekinés te pregunta cuánto gana tu padre (la pregunta original era cuánto ganaba yo, pero en aquel momento yo no trabajaba) la situación te parece un poco violenta. Pero será cotilla este hombre, ¿a él qué le importa? Ocho años después, cuando el vigilante de tu residencial te pregunta que cuándo te vas a casar y a comprar un piso, que ya tienes una edad, sonríes y dices "Ya veremos". Qué vas a hacer, ellos son así y así seguirán, nunca cambiarán.

Estos niños se acaban de enterar de que todavía no me he casado.


- Salir a la calle en pijama.
Esto no lo vi apenas en Beijing, así que cuando me mudé a Shanghai me sorprendió ver a tanta gente por la calle en pijama. ¿Pero estos no eran los más glamourosos de China? ¡Pues vaya timo! ¿Cómo se atreven a salir así? He de confesar que en la actualidad paseo a Nico en pijama todas las noches (en mi defensa he de decir que no es un pijama que use para dormir, es solo el pijama de estar por casa).

- Los baños públicos.
Bueno, no creo que nunca nadie pueda acostumbrarse al olor de un baño público chino. Es difícil de explicar si nunca se ha estado en uno, pero huele como pises fosilizados de la prehistoria en un lugar que nunca ha conocido lo que es el desinfectante o la lejía. Simplemente aprendes a soportarlo durante unos segundos y salir corriendo de allí lo antes que puedas!


¿Se os ocurre alguna otra cosa? Seguro que me he dejado un montón en el tintero.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Ruta por el Algarve

¡Mis vacaciones en España han supuesto también vacaciones del blog! Es lo que pasa cuando no tienes acceso a internet en el apartamento de la playa y tampoco te apetece ir cargando con el portátil por ahí.

Después de dos semanas en Chipiona pasé unos días en Portugal con mis padres y mi amiga Claire. Concretamente en el Algarve, que es la provincia más al sur de Portugal y donde muchos portugueses y extranjeros van a pasar sus vacaciones. Nos quedábamos en un hotel muy mono en un pueblo llamado Loulé y cada día íbamos con el coche a diferentes sitios.



Es un destino básicamente de playa, así que por las mañanas íbamos a la playa y por la tarde/noche a cenar a algún pueblo. En el mapa están marcados los sitios que visitamos: Loulé (campamento base), Faro, Quarteira, Vilamoura, Albufeira y Lagos.

La característica de toda playa portuguesa que se precie es que el agua está congelada. ¡Muchísimo más fría que en Andalucía! Todas las playas que visitamos estaban muy limpias y tenían bandera azul. (Y por supuesto había menos gente que en Chipiona, jaja).

Praia da Falésia, entre Vilamoura y Albufeira.

La ciudad de Faro estaba bastante vacía, debe ser que todo el mundo estaba en la playa. El aeropuerto está justo al lado del mar y de la ciudad y tiene bastante tráfico.


El puerto deportivo de Faro.


Albufeira es un sitio horrible lleno de restaurantes y pubs para guiris que van de vacaciones al extranjero pero quieren comer. beber y escuchar lo mismo que en su casa. El pueblo en sí no es feo y si vas de fiesta supongo que es la mejor opción.



Cerca de Lagos hay un sitio chulísimo: Ponta da Piedade.




Después de hartarse a hacer fotos en Ponta da Piedade se puede ir a pasar un rato a las calas cercanas. Nosotros fuimos a Praia Camilo.

Había que bajar un millón de escaleras para llegar a la playa.


También hicimos una breve visita al hipermercado Continente de Loulé para comprar paté de sardina y otras cositas. ¿Lo más raro que vimos? Fanta de sabores extraños. ¡Están locos estos portugueses!