Aquí estoy, pelándome de frío una vez más gracias al iluminado que decidió que en estas latitudes no hacía falta instalar sistemas de calefacción en las casas. Pero hace una semana estaba en Filipinas sudando la gota gorda, así que a ver si concentrándome en eso me congelo un poco menos.
En la boda conocimos a dos chicos y dos chicas que habían sido compañeros de clase de Kathy en Shanghai. Una de las chicas, o su familia, tenía algún tipo de negocio en Davao y disponía de un todoterreno con chófer para ir de excursión al día siguiente. Como no teníamos plan, Jeni (mi compañera de habitación de hotel) y yo nos apuntamos.
Después de que nos recogieran en el hotel y pasáramos por McDonald's a por el desayuno (a los filipinos les chifla la comida rápida) fuimos al puerto. Yo no tenía muy claro si el chófer nos iba a dejar allí, pero no, nos montamos en el ferry con coche y todo.
El nombre completo de la isla es Island Garden City of Samal y debe ser a donde van los davaweños a pasar el fin de semana (los habitantes de Davao se llaman davaweños). Hay resorts playeros y camperos de todo tipo. Nuestra primera parada fueron unas cuevas donde vive una colonia de murciélagos de un millón y medio de individuos. Es la colonia más grande del mundo de esta especie de murciélago (y tienen el correspondiente cartelito de Guinness World Records Ltd certificándolo).
Sí, cada una de esas cositas es un murciélago, colgado boca abajo, y había bastantes más de los que salen en la foto. No son tan feos como pensaba, son simplemente un ratón con alas. Y eso de que estaban durmiendo es un decir, menuda escandalera tenían montada, dando chillidos y revoloteando de un sitio a otro.
La siguiente parada de la excursión fue en unas "cascadas", nombre que les venía un poco grande. Era simplemente un río con algunos peñascos por el medio pero nos bañamos bien a gusto. El fondo daba un poco de repelús porque había hierbas viscosas.
Y la última parada fue en un resort playero que no era nada del otro mundo, pero al menos nos pusieron de comer y la puesta de sol fue bonita (qué raro se me hace estar en un sitio de playa y que a las cinco y media de la tarde ya esté anocheciendo).
En la boda conocimos a dos chicos y dos chicas que habían sido compañeros de clase de Kathy en Shanghai. Una de las chicas, o su familia, tenía algún tipo de negocio en Davao y disponía de un todoterreno con chófer para ir de excursión al día siguiente. Como no teníamos plan, Jeni (mi compañera de habitación de hotel) y yo nos apuntamos.
Después de que nos recogieran en el hotel y pasáramos por McDonald's a por el desayuno (a los filipinos les chifla la comida rápida) fuimos al puerto. Yo no tenía muy claro si el chófer nos iba a dejar allí, pero no, nos montamos en el ferry con coche y todo.
10 minutos de ferry entre Davao y Samal Island. |
Sí, cada una de esas cositas es un murciélago, colgado boca abajo, y había bastantes más de los que salen en la foto. No son tan feos como pensaba, son simplemente un ratón con alas. Y eso de que estaban durmiendo es un decir, menuda escandalera tenían montada, dando chillidos y revoloteando de un sitio a otro.
La siguiente parada de la excursión fue en unas "cascadas", nombre que les venía un poco grande. Era simplemente un río con algunos peñascos por el medio pero nos bañamos bien a gusto. El fondo daba un poco de repelús porque había hierbas viscosas.
Y la última parada fue en un resort playero que no era nada del otro mundo, pero al menos nos pusieron de comer y la puesta de sol fue bonita (qué raro se me hace estar en un sitio de playa y que a las cinco y media de la tarde ya esté anocheciendo).
Vaya por dios, la playa de Filipinas también es made in China. |