Pues otra vez es la época de la bienal de arte moderno de Shanghai y el sábado cogimos el tren a ver qué se cocía por allí. La bienal siempre es en un museo que se llama Power Station of Art y que está muy cerca de donde vivía yo en 2010. Al salir del metro en Xizang Nan Lu siempre me gusta inspeccionar el barrio, a ver si han cambiado muchas cosas. Mi antiguo residencial sigue estando en pie, y el cibercafé al que tuve que ir cuando se me derritió mi antiguo portátil, pero muchos restaurantes y tiendas han cambiado.
La bienal de este año no me ha parecido tan interesante como la de 2013, pero había algunas cosas curiosas. Como una monstruosidad enorme que era una especie de laberinto donde te podías subir, por arriba parecía la superficie de la luna y luego bajaba y había varios recovecos con distintos ambientes por dentro.
Yo no entiendo el arte moderno, pero me hace gracia verlo, es entretenido. En una de las salas había una performance que era como el ensayo de una serie o película: varias personas sentadas en sillas con un cartel colgado en el respaldo en el que ponia su papel leían sus diálogos en un guión. No había explicación, ni aviso, ni nada, pero supongo que era una performance y no que estaban ensayando de verdad. ¿Qué significaba? Pues ni idea.
Otra parte que me gustó fue una en la que había una reconstrucción de una casita, varios aparejos y objetos rurales y un vídeo en el que un viejito contaba una historia/superstición de su pueblo: las tierras de ese sitio tienen mucho yin (¿o era yang?) y cuando entierran a los muertos, al poco tiempo resucitan y les sale por todo el cuerpo un pelo rojo porque van desnudos y no les roza la ropa y les crecen los pelos. Era una historia súper interesante. De esta obra no tengo fotos (¡mecachis!).
Normalmente los vídeos me dan pereza, pero en esta bienal vi varios que estaban bien. Había otro sobre una chica que contaba cómo estaba grabando a unos viejitos bailando para un documental o algo y el cámara empezó a decir que por qué los grababan, que eran unos cutres y bailaban mal. Todo esto narrado por la chica mientras se veía a los viejitos bailar, el hombre vestido de marinero y la mujer con un vestido rosa.
También me llamó la atención un vídeo proyectado en dos pantallas grandes en el que operarios de una fábrica trabajaban a cámara lenta con unas máscaras blancas en la cara. ¿Por qué dan tanto miedo las máscaras blancas?
Una de las cosas más chulas de la Power Station of Art es la terraza en la azotea, sin duda. Pero el sábado había contaminación y no se veía mucho. Meh.
Otras cosas que me gustaron:
La bienal de este año no me ha parecido tan interesante como la de 2013, pero había algunas cosas curiosas. Como una monstruosidad enorme que era una especie de laberinto donde te podías subir, por arriba parecía la superficie de la luna y luego bajaba y había varios recovecos con distintos ambientes por dentro.
La superficie lunar |
Cosas raras en uno de los recovecos. |
Yo no entiendo el arte moderno, pero me hace gracia verlo, es entretenido. En una de las salas había una performance que era como el ensayo de una serie o película: varias personas sentadas en sillas con un cartel colgado en el respaldo en el que ponia su papel leían sus diálogos en un guión. No había explicación, ni aviso, ni nada, pero supongo que era una performance y no que estaban ensayando de verdad. ¿Qué significaba? Pues ni idea.
Otra parte que me gustó fue una en la que había una reconstrucción de una casita, varios aparejos y objetos rurales y un vídeo en el que un viejito contaba una historia/superstición de su pueblo: las tierras de ese sitio tienen mucho yin (¿o era yang?) y cuando entierran a los muertos, al poco tiempo resucitan y les sale por todo el cuerpo un pelo rojo porque van desnudos y no les roza la ropa y les crecen los pelos. Era una historia súper interesante. De esta obra no tengo fotos (¡mecachis!).
Performance de señor haciendo formas barriendo granos de trigo con una escoba. |
Normalmente los vídeos me dan pereza, pero en esta bienal vi varios que estaban bien. Había otro sobre una chica que contaba cómo estaba grabando a unos viejitos bailando para un documental o algo y el cámara empezó a decir que por qué los grababan, que eran unos cutres y bailaban mal. Todo esto narrado por la chica mientras se veía a los viejitos bailar, el hombre vestido de marinero y la mujer con un vestido rosa.
También me llamó la atención un vídeo proyectado en dos pantallas grandes en el que operarios de una fábrica trabajaban a cámara lenta con unas máscaras blancas en la cara. ¿Por qué dan tanto miedo las máscaras blancas?
Te cruzas de noche con alguien llevando una máscara así y te haces caquita. Por cierto, cada máscara tenía los rasgos de la persona que la llevaba, eran todas diferentes. |
Una de las cosas más chulas de la Power Station of Art es la terraza en la azotea, sin duda. Pero el sábado había contaminación y no se veía mucho. Meh.
La terraza. |
Otras cosas que me gustaron:
Pared llena de collages. Muchos tenían bastante gracia. |
Estas alfombras me encantaron. Las quiero todas. También había una como si fuera una piel de oso panda estirada. |
En la Power Station of Art son supersticiosos, no tienen piso 4. (Ni 6). |