miércoles, 11 de enero de 2017

Fin de semana en Shenzhen

El fin de semana pasado me invitaron a ir a Shenzhen para asistir a la fiesta de año nuevo chino de mi empresa, como cada año. Esta vez fui yo sola porque los otros dos compañeros que trabajan desde Shanghai no pudieron/quisieron ir. ¡Pero yo nunca digo no a un viaje gratis!

El año pasado cuando fuimos a Shenzhen a la fiesta pasamos bastante frío, pero esta vez me he desquitado. ¡Hacía 25 grados! Mis sabañones dejaron de darme la tabarra un par de días, pero a cambio me picaron los mosquitos. No se puede tener todo.

Me quedé en casa de una compañera para no estar sola en un hotel. Me llevó a ver su barrio, que ella misma no conocía porque no sale mucho.
Mega centro comercial.

Fuimos a cenar con otros compis y eligieron un restaurante cantonés en el que todo estaba muy rico. No sé si era caro o barato porque encima me invitaron. Luego fuimos al karaoke.



La fiesta en sí fue mucho más austera que en años anteriores (aquí y aquí). Era en un restaurante normal, no en un salón de celebraciones, y la verdad es que el sitio era un poco pequeño para todos los que éramos. Hubo los típicos discursos de los jefes (más cortos de lo normal, es de agradecer), entregas de premios y sorteos. No me tocó nada por segundo año consecutivo. Esta vez hubo solo 4 actuaciones, cuando normalmente cada departamento tiene que tener al menos una actuación. La comida era buffet y la cola kilométrica.
Entrega de premios.

Estábamos un poco apretujados.

Una de las actuaciones.

Mi mesa.

Aunque la fiesta en sí fue un poco caca estuvo bien el viaje relámpago a Shenzhen. Os dejo una última foto mostrando mi modelito y haciendo publicidad subliminal.

5 comentarios:

  1. no contaba yo con que iba a sacar fotos de comida y con la hora que es me ha entrado gusa. una vez, hace mil años, la empresa en la que curraba nos llevó a madrid en avión a la cena de empresa. ir y volver. creo que fue, sin lugar a dudas, mi cima como empleado y creo que casi como ser humano. desde entonces, todo cuesta abajo y sin frenos.

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    1. ¿No durmieron en Madrid? Pues sí que fue visita relámpago. Pero bueno, la cosa es que le hace a uno sentir bien, sí, jaja.

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  2. La velocidad de internet en China desespera al más paciente.
    Ikea no llama por teléfono, pero te mandan mensajes de texto para avisarte de alguna rebaja puntual y envían publicidad por correo postal.

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  3. Nunca fui a Shenzhen.
    Marta, has adelgazado mogollón. Ya me lo pareció el otro día en la foto del parque. Más bella que nunca.

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    1. No hay mucho que ver en Shenzhen, no te perdiste gran cosa. Aunque parece que hay un montón de trabajo de mi ramo.

      Adelgacé los primeros meses de trabajar desde casa, luego ya me he mantenido. Todo por cocinar y comer en casa. Ahora cuando voy a un restaurante me parece todo super aceitoso jajaja. Si vuelvo a trabajar fuera de casa tendré que llevarme tupper wares, porque como vuelva a comer fuera cada día recupero esos 5 kg en dos semanas...

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