Todos los extranjeros en China nos hemos quejado alguna vez de que se nos intente estafar cobrándonos más dinero del que pagaría un chino. Los ejemplos son miles: el típico taxista que no quiere encender el taxímetro y te dice una cantidad a voleo por si cuela y no sabes cuánto debería valer el trayecto; el frutero del carrito callejero que intenta metértela doblada; las dependientas de mercados para guiris tipo el mercado de la seda de Beijing que te piden 800 yuanes por un pañuelo, etc.
Yo odio regatear. Al principio hace gracia, pero cuando tienes que perder media hora discutiendo para cada cosa que quieres comprar pues te acabas hartando. Hay muchos trucos para regatear, entre ellos hacer como que te vas o interesarte por un producto distinto al que quieres realmente (porque, casualmente, lo que quieras comprar siempre será lo mejor y más caro). Hablar chino también ayuda, en mis primeras visitas al mercado de la seda mis frases favoritas eran: "Venga, un poquito más barato, que soy estudiante" y, cuando me pedían un precio demasiado alto, "¿Pero es que te has creído que soy americana??".
Pero bueno, que yo lo quería contar es que este fin de semana hemos experimentado un caso curioso de "precio diferente por ser extranjero". Todo empezó el sábado por la tarde. Mi compañero de trabajo J. quería cortarse el pelo y no habla nada de chino, así que le acompañé a la peluquería que vamos normalmente. C. también quería ir pero por un problema logístico no pudo ir el sábado. Así que fuimos J. y yo. En las peluquerías chinas hay diferentes precios, dependiendo de si te corta el aprendiz, el maestro o el master del universo (en orden de más barato a más caro). En la peluquería a la que vamos siempre antes tenían un cartel de "oferta especial, lavar, cortar y secar 40 yuanes" pero ya no lo tienen. Es igual, nos conocen y saben que somos extranjeros agarraos y que queremos el corte más barato. Así que sin preguntarnos qué peluquero queremos ni nada, a la hora de pagar nos piden solamente 40 yuanes. Hasta aquí todo bien.
Lo gracioso fue al día siguiente. C. fue a la misma peluquería y le cortó el pelo el mismo peluquero que se lo había cortado el día anterior a J. A la hora de pagar... a C. le cobraron 88 yuanes. ¡Más del doble! Parece que la oferta de corte de pelo a mitad de precio solo es válida para extranjeros.
No era esta peluquería pero era la foto que tenía más a mano. |