martes, 28 de mayo de 2013

Poorly Made in China

Sigo con mi propósito de Año Nuevo de leer al menos un libro cada mes. Ya sé que es muy poco pero no tengo tiempo para más, a menos que aproveche los 45 minutos del bus de la oficina a casa para leer (creo que me marearía).

El libro que he leído este mes y que adquirí en Hong Kong no sin preocupación por si me lo confiscaban en la frontera, es este:


En el que un señor americano que trabaja (o trabajaba, no sé) como intermediario entre importadores estadounidenses y fábricas chinas cuenta sus aventuras. Después de más de un año trabajando aquí no me han cogido por sorpresa, así que le digo a J. (mi compañero de trabajo) para consolarle que no es que nos hayan tocado los peores proveedores de China, que más o menos todos son así (especialmente si buscas lo más barato del mercado). Retrasos en los envíos, calidad de mierda, lotes enteros que no cumplen con las especificaciones... son el pan de cada día. Igual que en "Poorly made in China" el proveedor de champús cambia sin previo aviso la fragancia y dice que "Pero si esta también huele bien", a mí el proveedor me dice que "aunque estas maderas no son del color aprobado por tu cliente también sirven, al fin y al cabo es madera, no?" (y lo peor es que nuestra responsable de compras se pone de parte del proveedor. Porque devolver un cargamento es un problema para ella, claro).

Hay una frase en el libro que me parece que refleja muy bien la realidad de trabajar con fabricantes chinos: "Factories did not see an attention to quality as something that would improve their business prospects, buy merely as a barrier to increased profitability".

Relacionado con este tema se podría hablar del hecho de que los chinos que pueden permitírselo no compran cosas fabricadas por marcas chinas porque no confían en la calidad. Desde productos alimenticios (normal que no confíen en la calidad, si aproximandamente cada semana salta un escándalo), hasta móviles (no sé cómo empresas como Huawei o ZTE sobreviven, si no he visto a un solo chino que compre sus aparatos), pasando por los coches. Cuando hay alguna pelea patriótica con Japón se vuelcan todos los coches de marca japonesa que haga falta, pero la realidad es que un chino se compra antes un coche japonés que uno chino. Lo de practicar el patriotismo comprando producto nacional no se lleva aquí.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Ya es verano

Pues ya es verano. Así, de repente. Por estas latitudes la primavera tiene una duración aproximada de 5 días, así que se pasa de llevar anorak a ir en tirantes en el plazo de dos semanas.

Lo peor del verano (aparte del sol achicharrante y el calor asfixiante, claro) son los mosquitos. No se sabe de dónde salen, no se sabe por dónde entran, pero siempre hay mosquitos en casa.

Pero yo tengo varias armas infalibles para acabar con ellos: el enchufe antimosquitos puesto las 24 horas, loción repelente cuando salgo de casa, y la última adquisición de mi arsenal:
La raqueta eléctrica matamosquitos!!!


Al ver mi cara de desconfianza ante el aparato (soy más del clásico manotazo), C. me preguntó si en España no hay este invento. Yo le dije que no muy rápidamente, pero quizás debería haber dicho que yo nunca lo había utilizado antes. Seguro que en España también lo hay.

Ventajas del aparato: es muy útil. Llegas a los mosquitos a los que no llegarías con la mano.

Desventajas: algún calambrazo me caerá seguro.

sábado, 18 de mayo de 2013

Sobre gustos no hay nada escrito (en piedra)

Tres cosas que antes no me gustaban y ahora sí:

1. El brócoli:

Bueno, la verdad es que no es que antes no me gustara. Es simplemente que en mi casa nunca se ha comido brócoli. Pero en los cómics, libros, etc. siempre lo presentan como algo que odia todo el mundo (o era las coles de bruselas? eso sí que no lo he comido nunca, creo).
Al llegar a China empecé a comer brócoli. Cocido al vapor y salteado con ajo, mmmm, riquísimo!


2. El maíz
 
Mi trauma con el maíz viene por una historia bastante asquerosita que no voy a contar (dejémoslo en problemas digestivos). Pero hace un par de semanas en una barbacoa en la calle la gente pidió mazorcas y probé una así con recelo. Buenísima! Ahora me hago el maíz al vapor en casa, con el cacharro de bambú que me compré para hacer baozis.


3. El mango

La verdad es que en España solo había comido mango una vez y no me entusiasmó. Pensaba que no me gustaban los mangos hasta que fui a Filipinas y me di cuenta de mi error.
Estos de la foto son de Taiwan y estaban bastante buenos.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Hanggai

En el último mes he visto a Hanggai en directo dos veces. Primero en Shanghai, con miss Y.
La Mao petada.

A las dos semanas los volví a ver en Suzhou. Era en un teatro y las entradas valían 150 yuanes pero conseguí una entrada gratis (creo que nadie de los que estaban en el teatro pagó...). No había mucha gente pero aun así duró casi dos horas el concierto.

Hubo artistas invitados (uno que hacía unos bailes muy raros y el del contrabajo)
Este chaval es monísimo.

La semana pasada tocaron en Cáceres, en el festival Womad. Quién lo iba a decir! Mi grupo chino favorito tocando en la plaza de San Jorge (y mi padre viéndolo!).

No puedo incrustar el vídeo ahora mismo gracias a mi magnífica (y rauda y veloz) conexión a internet y a mi fantástico vpn, así que pongo el enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=axR6W0aWAHM

Se oye bastante mal, si alguien tiene curiosidad se pueden encontrar vídeos mucho mejores.

Y rebuscando en el baúl de los recuerdos he encontrado fotos y vídeos de la primera vez que vi a Hanggai en directo, allá por abril de 2008, en un bar enanísimo al lado de Gulou, en Beijing.

Vaya cámara de calidad tenía en aquellos entonces... Parece que el único miembro original del grupo es el gordi! Pero por aquellos entonces no enseñaba la tripita.

viernes, 3 de mayo de 2013

Strawberry Music Festival

Hacía tiempo que no iba a un festival, y en China nunca había ido. Por casualidad descubrimos zascandileando en internet que el grupo favorito de C iba a tocar en el Strawberry y a Shanghai nos fuimos el lunes (nota: el fin de semana pasado era laborable en China porque se hizo puente lunes, martes y miércoles).

La mayor diferencia entre los festivales españoles y los festivales chinos es que en los festivales chinos no puedes acampar. Bueno, acampar sí se puede, te puedes llevar la tienda de campaña y plantarla. Pero no puedes pasar la noche dentro del recinto. Así que no tiene ningún sentido llevarse la tienda de campaña. Los chinos se la llevan de todas maneras y la plantan en el césped.

Lo demás es prácticamente igual:
los escenarios...

las colas para el baño...

las fuerzas del orden...
Vaaaale, esto en España no lo hay.

Vimos cosas interesantes:
Un chico taiwanes que a veces toca la guitarra como si fuera un bajo: Baobu Badulu.



Deerhof: unos americanos que se supone que son conocidos. No me gustaron. (No pongo vídeo).

The Re-TROS, acabo de ver en internet que el nombre completo es Rebuilding the Rights of Statues. El nombre en chino es 重塑雕像的权利. Un poco chillones pero lo pasamos bien.
 


El grupo favorito de C: Omnipotent Youth Society (万能青年旅店). Están chulos pero no me emocionaron en directo. Y entre canción y canción perdían 5 minutos afinando (y esto no tiene perdón de dios si tocas en un festival y tienes tu hora y no te puedes alargar).

                

Y para mí la gran sorpresa del festival la encontramos por casualidad en uno de los escenarios pequeños. Un señor de Taiwan que es policía y cantante. Tiene un estilo nativo taiwanés que suena como a hawaiano. Genial en directo, y además un primor de señor: Chen Jiannian (陈建年).



Ah bueno, y la otra diferencia enorme entre los festivales chinos y los españoles es que los chinos se acaban a las nueve y media de la noche. Todos pa casa a dormir.

** Me va fatal el vpn y no he podido previsionar los vídeos, espero que se oigan bien.