En España y en los países occidentales en general normalmente elegimos nombres de una "lista" preexistente. Esos nombres siempre han sido nombres (o desde hace mucho tiempo) y los elegimos según cómo suenan y no tanto por el significado, que en muchas ocasiones ya apenas se recuerda. Mi profesor de griego en el instituto nos dijo una vez que no entendía cómo se podía poner de nombre Alejandra a una chica, cuando significa literalmente "alejar a los hombres". Pero es que nadie piensa ya en el significado original. Marta significa "señora de la casa" en arameo y no creo que a nadie le venga eso a la cabeza cuando oye mi nombre.
En China es distinto. Aquí no tienen una lista de nombres establecidos y cualquier carácter se puede utilizar como nombre. Aun así, siempre hay caracteres más típicos que otros y hay mucha gente con el mismo nombre completo porque en China el 85% de la gente tiene uno de los 100 apellidos chinos más comunes. Así que algunos padres, cuando buscan nombre para su bebé, eligen el carácter chino más rebuscado que encuentran y que a veces ni viene en el paquete de idioma de los ordenadores ni la mayoría de la gente sabe cómo se pronuncia. A otros les van más las modas y eligen un carácter que se haya puesto de moda últimamente. También hay quienes piensan que ponerle nombre a un niño es algo muy importante ya que marca para toda la vida (recordad que aquí son muy supersticiosos) y van a un maestro de fengshui para que les busque el nombre más apropiado y que mejor suerte le traiga al bebé.
Según este gráfico, 子 (hijo) y 轩 (digno, de altura) están de moda para niños; y 雨 (lluvia) y 涵 (contener) para niñas. |
Con esto de las modas muchas veces se puede más o menos adivinar qué edad tiene una persona china según como se llame. Por ejemplo, en los 50 muchos nombres tenían caracteres como liberación, Corea (por la guerra contra los americanos en la que China ayudó a Corea), país, construcción nacional, ejército, etc. Mi suegra se llama literalmente "construir China".
El nombre español de Baby A. lo elegí yo repasando de cabo a rabo el Excel del Instituto Nacional de Estadística con los nombres propios que hay en España ordenados de más a menos común (pero para que estén en esa lista tiene que haber al menos 20 personas con ese nombre) y seleccionando nombres poco vistos pero tradicionales que me sonaran bien. Por cierto, parece que se están poniendo de moda en España los nombres extranjeros o que suenan a extranjero (¿quién se inventaría eso de Izan? Y Liam queda precioso con apellidos españoles, vaya).
Así que cuando los chinos me preguntan qué significa su nombre, les digo que no significa nada es especial y que es el nombre de un santo. Como curiosidad, su nombre en chino suena totalmente a nombre de niña pero lo eligió su padre, así que a mí que me registren.