Hace calor. Mucho calor. Tanto que se han batido todos los récords desde que se tienen registros de la temperatura. Parece que el viernes pasado fue el día que más calor hizo en Shanghai en los últimos 140 años. Y en Suzhou pues también estamos sudando la gota gorda. La única manera de combatirlo es el aire acondicionado, porque ni bañándote en la piscina te refrescas.
El fin de semana pasado fuimos a Shanghai y nos bañamos en esta piscina tan cuca. Está en una quinta planta, dentro de una urbanización, y si no sabes que está ahí no las encuentras ni por casualidad. Eso sí, los avispados señores de la urbanización han montado un tenderete para cobrar entrada. 40 yuanazos, queridos, y estamos hablando de lo más barato que se puede encontrar tanto en Shanghai como en Suzhou (en Suzhou no hay nada por menos de 50 yuanes).
El 90% de los usuarios de la piscina eran españoles. ¿En España queda algún español? Si están todos en Shanghai!
Y el agua de la piscina estaba... caliente. Era como estar dentro de una sopa. Por eso digo que la única manera de refrescarse es con el aire acondicionado, lo que ha provocado que haya escasez de electricidad en Suzhou: hasta nueva orden, los miércoles y jueves vamos a tener la electricidad restringida en la fábrica. Sólo 70 kw, o algo así. No se pueden encender las máquinas de producción y, en un alarde de chinismo, mis compañeros de la oficina han decidido descansar miércoles y jueves y trabajar sábado y domingo. Yo estoy que trabajo un fin de semana, así que hoy he ido a la oficina. Estábamos cuatro. Mañana también iré, aunque creo que estaré sola.
El fin de semana pasado fuimos a Shanghai y nos bañamos en esta piscina tan cuca. Está en una quinta planta, dentro de una urbanización, y si no sabes que está ahí no las encuentras ni por casualidad. Eso sí, los avispados señores de la urbanización han montado un tenderete para cobrar entrada. 40 yuanazos, queridos, y estamos hablando de lo más barato que se puede encontrar tanto en Shanghai como en Suzhou (en Suzhou no hay nada por menos de 50 yuanes).
El 90% de los usuarios de la piscina eran españoles. ¿En España queda algún español? Si están todos en Shanghai!
Y el agua de la piscina estaba... caliente. Era como estar dentro de una sopa. Por eso digo que la única manera de refrescarse es con el aire acondicionado, lo que ha provocado que haya escasez de electricidad en Suzhou: hasta nueva orden, los miércoles y jueves vamos a tener la electricidad restringida en la fábrica. Sólo 70 kw, o algo así. No se pueden encender las máquinas de producción y, en un alarde de chinismo, mis compañeros de la oficina han decidido descansar miércoles y jueves y trabajar sábado y domingo. Yo estoy que trabajo un fin de semana, así que hoy he ido a la oficina. Estábamos cuatro. Mañana también iré, aunque creo que estaré sola.