martes, 26 de marzo de 2013

En el banco

El sábado fui al banco a cambiar dinero. Cuando ya estaba rellenando los papeles y la cajera tenía mi pasaporte en la mano, un hombre que había al lado dijo algo que no oí.
"Que si quieres cambiar el dinero con él", me dice la cajera.
Yo sabía que en los bancos siempre hay un señor que te cambia dinero con un tipo de cambio mejor que el que te ofrece el banco, pero me parecía muy fuerte que la misma empleada del banco me estuviera preguntando si quería cambiar el dinero con el señor "cambiador pirata".
"¿Pero eso se puede hacer?", le digo a la del banco.
"Sí, te va a dar un tipo de cambio mejor que el nuestro".
"Bueno... pues vale".

Total que me voy con el señor al cajero automático, donde se dispone a sacar en el momento los yuanes equivalentes a mis euros. Para que no piense que me va a dar billetes falsos, o algo así. También me enseña en la pantalla el tipo de cambio oficial del día según el banco.
"Mira, hoy el cambio es 7,79, yo te doy 7,9".
"Vale".

Y empieza mi interrogatorio:
"¿Y el banco te deja estar aquí dentro?".
"Sí",
"Pero les estás robando los clientes... ¿no se enfadan?".
"Eeeeeh... no".
"Qué buen negocio tienes, cuando el euro suba vuelves a cambiar estos billetes y ya está".
"Toma mi tarjeta, para la próxima vez".
"¿Estás siempre en este banco?".
"Sí". De hecho, en su tarjeta la dirección es la del banco...

La intriga me corroe. ¿El cambiador pirata le paga una comisión al banco para que le dejen estar allí dentro y robarles los clientes? Grandes misterios de la humanidad. De la humanidad china, en este caso.

Pues se ha quedado buena tarde.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Ha sido niño

El lunes al llegar a la oficina tenía encima de la mesa un paquetito como este:

Concretamente el de la izquierda.

Y dentro había tres huevos cocidos y envasados al vacío:
Concretamente como estos.
Sí, los huevos son marrones, los deben cocer en algún tipo de salmuera. No sé cómo los hacen pero a mí me gustan (eso tampoco es mucho decir, ya que a mí me gusta todo, menos el pimiento).

El paquetito sorpresa era cortesía de Xu Jiao, la ex de Recursos Humanos, que se quedó embarazada el año pasado y dejó de venir al trabajo ya que prácticamente se pasó todo el embarazo en el hospital porque todo lo que comía lo vomitaba y tenía que estar con gotero. Yo me preguntaba cómo era posible aquello, si lo que tenía dentro era un niño o un alien. Bueno, pues el lunes vino a visitarnos y me enseñó las fotos. Es un niño, tiene pocos meses y debe pesar 40 kilos. Madre mía, qué monstruo.

Pero a lo que íbamos: aunque no te inviten al "bautizo" (o festejo equivalente para los no cristianos), los chinos tienen costumbre de dar a todos los amigos, conocidos y compañeros de trabajo un detallito, consistente en cositas de comer, cuando el bebé ha cumplido un mes. Cumplir un mes se dice 满月 y probablemente se celebra en ese momento la llegada del niño porque antiguamente muchos no llegarían al mes y menudo desperdicio hacer la fiesta para que luego el niño se muriera a los dos días. Si ya ha cumplido un mes pues parece bastante probable que tire palante.

Si es niño, dentro del paquetito hay caramelos o chocolatinas y huevos cocidos en salmuera como los de la foto anterior. Sospecho que si es niña no dan huevos sino otra cosa, pero nadie de la oficina ha tenido una niña en el último año así que no puedo confirmar mi teoría. Investigaré y os mantendré informados.

domingo, 17 de marzo de 2013

Los supermercados chinos

Los supermercados chinos son una fuente inagotable de diversión. Menos los días antes del Año Nuevo chino, cuando las colas para pagar son de aproximadamente una hora.
Un poco más y da la vuelta al pasillo.

Los supermercados chinos son un sitio fascinante en los que se pueden pasar horas y horas maravillándose ante los pasillos kilométricos con 50 marcas diferentes de compresas, 37 sabores distintos de tallarines instantáneos, 84 variedades de palitos de galleta tipo Mikado y más de 100 botes de salsas cuyo sabor una no alcanza a imaginarse. Por no hablar de la hipnótica visión de las viejas manoseando uno a uno todos los trozos de carne a su alcance, sin guantes ni nada (que ya no es por pijoterías de bacterias ni nada, sino porque la señora se va de allí con las manos pringosas).

Repasando fotos he encontrado algunas de cosas compradas en el supermercado y que había retratado para hablar de ellas en el fotolog. La mayoría de estas fotos son antiguas, de cuando llevaba poco tiempo y todo me parecía sorprendente. Ahora ya me he acostumbrado, aunque el otro día vi unas patatas fritas con sabor a langosta y queso y me volví a sorprender.

Las compresas de Hello Kitty
La esponja de Bob Esponja
Los yogures de Winnie the Pooh

Yogures para enamorados
Leche en bolsitas y con sabor a "cereales"

Calamar seco (todos los tipos de pescado y carne se puede encontrar secos y en cómodas bolsitas para que puedan servir de aperitivo en cualquier momento).
Fanta de melocotón
Estas galletas ya no las encuentro y mojadas en leche estaban buenísimas.
Un gel de ducha que se llama Pon Pon. ¿No es graciosísimo? Yo me descascarillé al verlo.

lunes, 11 de marzo de 2013

Encuentro con la mafia china

Hoy han aparecido por la oficina unos caballeros con pinta de pueblerinos brutotes que preguntaban por “el jefe de esto”. La de la recepción les ha dicho que no vendría hasta por la tarde; la de compras les ha dicho que estaba fuera del país. Al final ha llegado al rato (menos mal que luego no han ido a pedirle explicaciones a la de compras).

Han venido 4 mafiosos, de los que uno era claramente el jefecillo, el que llevaba el peso de la conversacion. Otro era el “malote”, con cadenas de oro y tatuajes al mas puro estilo mafioso de Hong Kong.

No sé si llamarlos mafia es lo mas acertado. Son la versión china del cobrador del frac, pero un poco más agresivos. Debido a ciertos problemas con un proveedor le estábamos reteniendo el pago de unas facturas y teníamos intención de ir a juicio, pero el proveedor ha decidido que era mejor resolver el asunto con la mediación de los “cobradores”. Así que han venido a discutir una solución para cobrar sin tener que pasar por el juzgado.

La conversación ha sido totalmente típica de película, con frases en plan “si volvemos a venir ya no vamos a ser tan amigables”. Pero al final hemos “llegado a un acuerdo”, y hasta nos han dado su teléfono por si en el futuro necesitamos de sus "servicios".

No era este señor pero del estilo. Este es uno que perdió el móvil y sus fotos aparecieron en internet: que si en el salón de su casa con una montaña de billetes, que si con un porsche, que si pegándole una paliza a un tío... ahora es un mafioso famoso.

jueves, 7 de marzo de 2013

Los tulous II

La segunda parada del "parque temático de los tulous" era otro pueblecito, un poco menos pintoresco porque no estaba en medio de la montaña, pero también interesante.
Viva Mao, pone encima de la puerta.
 
En este segundo pueblito está Yuchang lou, que es uno de los tulous más antiguos (se construyó en el siglo XIV).
Es un señor tulou.
Dentro tiene un templito y todo.

Algún piso está completamente torcido pero sigue aguantando el paso del tiempo.

La tercera parada de la ruta turística era un pueblecito pintoresco donde había más tulous, pero de menor importancia, una calle muy larga y un templo. Al lado de un templo había una casita, me asomé dentro, había un viejecito que me invitó a tomar té pero decliné amablemente.
El pueblecito pintoresco.

La explanada delante del templo.

Puerta de un tulou (con los carteles rojos típicos de Año Nuevo).



domingo, 3 de marzo de 2013

Los tulous I

Una excursión imprescindible cuando vas a Xiamen es la de los tulous. Los tulous son unas casas de la minoría étnica Hakka y son Patrimonio de la Humanidad. Para llegar se puede ir en excursión organizada, en tren hasta una ciudad cercana o en coche/taxi. Hay varias zonas de tulous, nosotros fuimos a una que se llama Tianluokeng. En coche se tarda unas dos horas y media desde Xiamen.
Tulou significa literalmente "edificio de tierra". Son unas casas comunales que pueden ser redondas o rectangulares, tienen varios pisos y son como una fortificación.

Al llegar a la entrada de Tianluokeng tienes que dejar el coche en un parking, comprar la entrada y montarte en el autobús del recinto, que te lleva a la primera parada (en total hay tres). La primera parada es Tianluokeng en sí mismo. Te llevan hasta la cima de la montaña para que veas los tulous desde arriba.

Los chinos, que están obsesionados con comer, dicen que este grupo de tulous parece cuatro platos y una sopera.

Este grupo de tulous es bastante moderno, todos se construyeron durante el siglo XX.

Entrada a un tulou
Tulou por dentro
En los tulous sigue viviendo gente, que ahora le saca partido turístico a sus viviendas sirviendo comidas y vendiendo souvenires a los visitantes.


Era un pueblo muy pequeñito y coquetón, y aparte de los tulous había otras casas.

¿Cómo habrán dejado tan planos a estos pobres patos?


Como dice miss Y, como te lleves mal con tu vecino la llevas clara viviendo en un tulou.