Esta semana he tenido que ir a visitar a un proveedor que vive en la China profunda (Jiangxi). Desde Shanghai solo hay un vuelo diario a ese sitio, así que tuvimos que irnos el lunes por la noche y dormir allí. A la mañana siguiente la visita a su fábrica nos llevó una hora aproximadamente, y el avión de vuelta no salía hasta las 9 de la noche. Así que el proveedor nos llevó a echar el rato a un balneario. En esta zona hay muchas montañas con aguas termales y hay muchos balnearios. Así que nos fuimos para allá. Pero claro, no habíamos traído bañador. Ningún problema: en el pueblo hay muchas tiendas que venden trajes de baño para la gente que visita los balnearios.
Sí. Lo digo con la cabeza bien alta. Me he comprado un bañador chino. Un bikini. Bueno, no sé qué es. La tienda estaba llena de bañadores con faldita y yo le dije a la señora: ¿No los hay sin faldita? Y me sacó uno… con pantaloncitos, jajaja. Venga, voy a poner una foto que sé que lo estáis deseando.
El balneario estaba muy bien y además no había ni el tato. Probamos diferentes pozales (al aire libre) con agua de rosas, de flor de melocotón, té, leche… Me quedé con ganas de probar el de ginseng pero salía tanto vapor que me dio pereza (llega un momento en el que ya no soportas el agua caliente). También probamos la piscina de los peces que te comen la piel muerta. Al principio da un poco de mal rollo.
Este fin de semana voy a otro balneario cerca de Nanjing con Miss Y. Es que ya lo habíamos planeado con antelación, jaja. Se me va a quedar la piel fina fina!
