domingo, 9 de diciembre de 2012

Pa vestir santos

En China la gente te empieza a mirar con cara rara cuando tienes más de 25 años y no estás casada. La expresión de sus ojos es una mezcla de asombro y pena mezclada con un poco de recelo. ¿Tienes ya 25 años? ¿Y no estás casada? ¡Pobrecita! ¿O será que...?

Beijing, octubre de 2009. Semana de vacaciones por el Día Nacional. Marta y Leonor se van a pasar unos días a Seúl y para llegar al aeropuerto esperan un autobús en la calle. Sentados en una silla hay un par de voluntarios, esas figuras tan comunes en China y tan inexistentes en cualquier otro sitio. Voluntarios que vigilan el orden en la calle y que dirigen el tráfico de bicicletas si buscan emociones fuertes. Será que se aburren en sus casas. Marta y Leonor esperan el autobús. Los voluntarios, dos hombres de mediana edad, no se resisten a intentar entablar conversación con dos extranjeras. ¿Cuántos años tienes? 25. ¿Estás casada? No. ¿No? ¿Por qué? Eeeeh... en mi país la gente no se casa tan joven?

Suzhou, septiembre de 2012. Marta está en el supermercado comprando y elige un paquete de pañuelos de papel con dibujitos de Winnie the Pooh en el envoltorio. Una dependienta viene a ofrecerle otra marca de pañuelos que están promocionando. El envoltorio es negro. Marta dice: No, gracias, quiero los que tienen dibujitos en el envoltorio. La dependiente, con cara de comprensión, dice: Claro, a los niños pequeños les gustan los que tienen dibujitos. Ya ni preguntan, oye. Dan por supuesto que tengo un hijo, porque eso es lo que cabe esperar de una chica de mi edad. ¿Qué puede desear una mujer, sino tener un hijo lo antes posible?

Las chicas de mi edad que hay en la oficina están todas casadas y tienen hijos (bueno, hijo, más bien). Todas lo tuvieron cuando tenían entre 23 y 25 años. Es lo que hay que hacer, es lo "armonioso" (la palabra preferida de los gobernantes chinos): cuando tienes entre 23 y 25 años, te casas con el novio que tengas en ese momento y tienes un hijo enseguida. Es lo que la sociedad espera de ti. Solo hay una chica soltera (sin contarme a mí, claro). Jessica tiene 28 años, es una chica independiente, vive sola en su propio piso y se acaba de comprar un coche. Jessica tiene que soportar cada día que la gente la mire con cara de pena, que le digan que ya es demasiado mayor para encontrar un novio. Supongo que sus padres ya la habrán dado por imposible.

Hay una palabra en chino para designar a las mujeres solteras mayores de 27 años: 剩女 shengnü, la que sobra. Es una palabra muy de moda, en los kioscos no hay revista o periódico donde no aparezca.

7 comentarios:

  1. Pos yo me casaría contigo ipso facto otra cosa es que tú probablemente no quisieras :-)

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  2. vaya, ya le ha salido un pretendiente.
    es lo que hay. china no deja de ser un pueblo español de los de toda la vida, de los que cuando llegas a casa de los tíos te preguntan 'a ver cuándo metes a una en casa'.
    en mi pueblo el término empleado en estos casos es: mocica vieja.

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  3. Marta, investiga al anónimo que promete.
    Qué fuerte lo de shengnu, eso no lo sabía yo. De todos modos en China no los veo muy pesados con el tema. En Vietnam es para flipar. A mi me paraban señoras desconocidas por la calle y me hacían 3 preguntas: "¿Cuántos años tienes? ¿Estás casada? ¿Cuánto dinero ganas?". Y mi amiga vietnamita soltera dice que cada día, todas las personas que se encontraba por la calle le preguntaban cuándo se iba a casar, cuando no tenía novio.
    Y lo de los voluntarios es de traca. Suerte que tienen que están desocupados.

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  4. Bueno la que ha montado el pretendiente, hasta mi madre me ha interrogado.
    Pero este post no trata de casarse, sino de no casarse ;)

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  5. Sí, ja, ja, a mí también me dan yuyu esos pelos negros tan largos. ¿No era coreana la del pozo? La de los gatos, ¿no?
    Pues sí, en invierno, voy bien. El asunto frío tiene que ver con los materiales, no con el espesor. Pero para el frío no hay como la suela de goma gorda, y todo lo que sea lana, no cosas con pelo sintético. El otro día tuve unas plantillas de lana en la mano, no las había visto nunca. Casi las compro, pero pensé que luego igual no me cabía el pie en el zapato.

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  6. Pues con estos mimbres Jane Austen escribió Orgullo y Prejuicio. (Bueno, y el resto de sus novelas también).

    Nada cambia, todo permanece. Yupi.

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